La destrucción de empleo no cesa y sitúa en 18.143 el número de parados de la comarca
 La destrucción de empleo suma y sigue. Los datos del paro conocidos ayer, y correspondientes al mes de octubre, sitúan en 18.143 el número de desempleados registrados en las oficinas del Servicio Galego de Colocación-Inem de la comarca de Pontevedra, 857 más que el pasado mes y 1.736 más si se toma como referencia el final del verano (el 1 de septiembre). Se trata de un ámbito comarcal integrado por catorce municipios: Pontevedra, Sanxenxo, Poio, Marín, Barro, Campo Lameiro, Cotobade, A Lama, Ponte Caldelas, Vilaboa, Caldas de Reis, Cuntis, Moraña y Portas.
Estas cifras absolutas suponen un incremento porcentual del paro de un 4,9% respecto a hace un mes (siete décimas por encima de la media de la provincia) y del 10,5% respecto a hace dos.
Sindicatos (como UGT, CIG y CC OO) y organizaciones empresariales (como Aempe o la Cámara de Comercio) coinciden en calificar de "muy malos" los datos y destacan que la destrucción de empleo "no ha tocado fondo" y que "afecta a todos los sectores". Un panorama sombrío que, en opinión de unos y otros, no tiene visos de despejarse a corto ni medio plazo.
Los agentes sociales consideran que su pesimismo está más que justificado ya que, tal como destacan, la pérdida de empleo afecta a todos los sectores económicos, incluido la construcción que parecía haber tocado fondo de manera definitiva.
Sólo en la capital, a día de hoy, están inscritos como demandantes de trabajo 7.794 pontevedreses, frente a los 7.201 que había el 1 de septiembre. En dos meses, por tanto, Pontevedra ha incrementado en 593 su número de desempleados o lo que es lo mismo un 12%.
La finalización de los contratos estivales vinculados a la hostelería y las campañas comerciales, la reducción del empleo en las administraciones, el uso abusivo de los ERE, la caída de la obra pública y la grave crisis que atraviesan sectores como el naval, el textil y los servicios industriales explican las dificultades que tiene Pontevedra para reintegrar a sus desempleados al mundo del trabajo y poner freno a la sangría del paro.
La ciudad del Lérez es junto con Sanxenxo, Marín y Poio los municipios más castigados por el paro, lo que es indisociable del hecho de que son los más populosos y los que generan una mayor actividad económica. Aún así cada uno de ellos tiene sus propias especifidades.
Distintos
Sanxenxo ejemplifica mejor que ningún otro concello de la comarca los vaivenes laborales del empleo estacional. Su condición de referente turístico de las Rías Baixas y de Galicia está detrás de la contratación masiva de trabajadores para establecimientos hoteleros y hosteleros, servicios turísticos en general y comercios en los meses de julio y agosto y, en consecuencia, explica también que finalizado el verano el paro se dispare.
Sanxenxo inicia el mes de noviembre con 1.507 demandantes de empleo registrados en el Servicio Galego de Colocación-Inem, 213 más que hace un mes y 483 más que si se toma como referencia el 1 de septiembre. Estas cifras implican que el paro se incrementó en el municipio un 47,15% en apenas dos meses.
Uno de sus municipios limítrofes, Poio, acusa también un fuerte incremento del paro vinculado al empleo estival, tanto por su propia condición de receptor de visitantes y turistas que usan este concello como base para recorrer la zona como por su proximidad a Sanxenxo. El Inem registra en Poio 1.467 desempleados, 175 más (el 13,5%) que hace dos meses.
Por su parte la caída del empleo en Marín está más relacionada con las dificultades del sector naval y de los servicios industriales, la construcción y en menor medida la hostelería. Se perdieron 268 empleos en dos meses, situándose en 2.490 la cifra de parados.
http://vozdebarro.blogspot.com/2011/11/la-destruccion-de-empleo-no-cesa-y.html
viernes, 04 de noviembre de 2011 a las 12:40
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Revocan la setencia inicial del juzgado de Caldas y condenan a la Sociedad de Caza de Barro en la Audencia.
 En las últimas semanas, al menos tres sociedades de cazadores de Pontevedra o las compañías aseguradoras han sido condenadas a responder de los daños causados por jabalíes u otras especies cinegéticas. Estas resoluciones agravan, más si cabe, una situación que ha sido denunciada por estos colectivos y que, a la larga, podría llegar a suponer la desaparición de algún tecor de la provincia.
De este modo, la Audiencia acaba de revocar la sentencia que exoneró en primera instancia a la Sociedad de Caza de Barro por los desperfectos causados en un vehículo al colisionar con un corzo. El accidente se produjo meses atrás, cuando el herbívoro invadió la calzada y un conductor no pudo evitar arrollarlo.
Si en un primer momento el juez de Caldas sostuvo que no existía vinculación entre la conservación del coto y el siniestro, los magistrados capitalinos mantienen que no hay pruebas de que se hubiesen «adoptado las debidas precauciones de conservación». Asimismo, añaden que «tampoco se ha descartado que el corzo procediese» de los terrenos gestionados por el colectivo.
A estos últimos de nada les ha valido alegar que cuando ocurrió el accidente «no era día hábil de caza» o que careciesen de autorización para la captura de ciervos.
Un corzo no es un ciervo
Con respecto a esto último, desde la Audiencia se reconoce que esta circunstancia «sí podría tener relevancia a efectos exculpatorios». No obstante, se desestimó, ya que no consta que «aún siendo el corzo un ciervo pequeño, a efectos cinegéticos y de permiso de caza sea lo mismo».
En el caso de un segundo accidente de circulación -ocurrido en mayo del 2009 en la PO-313 y protagonizado por un jabalí-, se consideró que la responsabilidad última debería haber recaído sobre la Sociedad Deportiva de Caza y Pesca de Marín. Sin embargo, finalmente solo fue condenada una compañía aseguradora, ya que, en un primer momento, se señaló erróneamente a la comunidad de montes de San Tomé de Piñeiro como titular de los terrenos. La realidad es que los comuneros le habían cedido años atrás el uso a los cazadores.
Cada vez es más habitual que este tipo de incidentes se resuelvan en los juzgados, como también lo es el hecho de que se estén ya dirimiendo por la vía judicial bastantes casos relacionados con daños en terrenos agrícolas. Una de las primeras sociedades de caza en ser condenada en la provincia de Pontevedra por los desperfectos causados por un jabalí en un cultivo de maíz es el tecor Pestica.
Asentado en Ponteareas, los magistrados han acreditado que la finca se encuentra dentro de los terrenos gestionados por esta sociedad, así como que resultó dañado el 100 % del cultivo existiendo «vestigios claros de que habían sido causados por un jabalí»
http://vozdebarro.blogspot.com/2011/11/revocan-la-setencia-inicial-del-juzgado.html
viernes, 04 de noviembre de 2011 a las 12:38
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