RECORDANDO A ELVITA
Aquella jovencísima chica del barrio de San Lázaro que conocimos en un baile de juventud hace la friolera de más de 75 años . Ahora a la vista de una noticia que una pareja acaba de reencontrarse después de no verse desde hace más de 70 años motivado por sorprenderles el conflicto bélico franco-germano . Elvita y unas amigas de San Lázaro organizaron un baile de juventud en el salón de una casa aledaña a la Capilla. Allí al son de una gramola y consumiendo gran cantidad de naranjas bailamos con Elvita . En aquellos tiempos de tambores de guerra iniciábamos nuestros estudios de bachillerato en un largo periplo por Orense , Vigo y Santiago recorrido de años que habíamos iniciado en una pensión de la céntttiva calle orensana de Luis Espada anteriormente calle del Duque de Alba desde allí iniciamos un contacto por correo con nuestra moza . Se recibió en aquella pensión una carta a nuestro nombre en cuyo sobre decía "señorito quinito". Cuando nos dirigimos a la hora de comer a la pensión el cachondeo fue enorme entre los compañeros y compañeras de hospedaje que empezaron a llamarnos "señorito" . Esto provocó un momento de rabia que destruimos la carta haciéndola añicos . No solo se rompía aquella desdichada carta sino que nuestra relación con Elvita de la que no volvimos a saber lo que había sido de su vida. Fue al paso de lustros y de años cuando en una de aquellas largas conversaciones mañaneras por teléfono con nuestra parienta Angelines del Rio desde Alemania la poetisa que había sido vecina de aquel barrio de San Lázaro cuando repasamos el nombre de aquellas jovencitas preguntamos por Elvita y la poetisa nos decía desde su residencia en Núremberg que aquella joven había contraído matrimonio con el peluquero " Grolo " animoso joven que nos honró con su amistad y con su trabajo había fallecido y que era todo lo que podía decirnos de Elvita. Han transcurrido tantos años y nada sabemos de lo que fue de aquella joven que si algún lector o lectora de ésta pagina la conoce encarecemos que Elvita, si es que reside en Verín, solicite nuestra dirección y teléfono que pueden facilitarlo los ahijados de nuestros padres Emiliano, Toña y su hija Amelia que viven en la Avenida de Sousas frente al balneario, familia nuestra que le puede facilitar la dirección en León y poder así , después de tantos años, pedir a aquella muchacha las disculpas que debimos hacer mucho antes. Agradeciendo a la persona o personas que atiendan esta petición nuestra, ese cometido nada fácil pero tampoco difícil, y así al menos en estas fechas navideñas de perdonanzas conseguir que Elvita, si es que guarda algún recuerdo de aquellos 75 años, acepte aunque tarde esta disculpa deseando a los amigos y amigas de esta página unas felices navidades.
JOAQUIN NIEVES
miércoles, 17 de diciembre de 2014 a las 17:58
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El gallego
Yo soy un cordobés, hijo de gallego, y he vivido en Galicia -salvo mis cuarenta años de servicio activo- desde los dieciseis años. Mis hermanos y yo nos casamos con gallegos. Ellos han vivido mucho mas tiempo que yo en esta tierra. Pero recuerdo mis vacaciones en la aldea de mi padre, cuando era niño y estudiante, no en todos, pero en bastantes veranos. Y lo que me gustaba, y aún me sigue gustando, oir el auténtico gallego, el natural, el que se habla en las aldeas de Galicia... Todas las personas adultas lo usaban en su vivir cotidiano, pero... a sus hijos en edad escolar siempre les hablaban en castellano, porque era el único idioma que se usaba en la escuela local, y, lo mismo, en el Instituto y en la Universidad... Esa curiosa costumbre, según me explicaban, lo hacían para habituar a sus hijos a utilizar con fluidez la lengua castellana que habría de ayudarles, en sus estudios a quienes los siguiesen: observé, también, que las Villas -Verin entre ellas- eran bilingües y en las calles se oía utilizar más el castellano que el gallego... Después vino la política -una vez superada la dictadura franquista- y se "impuso" la enseñanza del gallego en los centros oficiales de estudio, tanto en la enseñanza primaria como en la secundaria y superior. Y lo curioso era que, fuera de clase, el castellano se usaba habitualmente entre los estudiantes más que el gallego. Hoy leo en "La Voz de Galicia" que las encuestas dicen que solo UNO de cada CUATRO menores de 15 años, usa el gallego en Galicia como lengua habitual. Lo que quiere decir que, expontáneamente, fuera de la imposición oficial como lengua en los centros de estudio, la tendencia natural de los jóvenes gallegos es el uso del castellano en su cotidiano vivir.. Precisamente, en Galicia Digital, Luis Latorre Real dice con fecha 12 de este mes lo siguiente: "Lo que discuto es que la Administración tenga que tomar cartas en el asunto para defender "los derechos de la lengua gallega", porque tales derechos no existen. Así de fácil" "Los únicos titulares de derechos son las personas. Si los gallegos, por la razón que sea, quieren dejar de emplear uno de los dos idiomas cooficiales, son muy libres de hacerlo y cualquier acción que imponga lo contrario, se encontrará con mi frontal oposición en la medida de que esto valga para algo, que será poco".... Por ejemplo, estima que den "matemáticas en gallego es una aberración" cuando estamos en España, el alumno no es gallego parlante y el otro idioma oficial en Galicia es el castellano.Y lleva razón.
Manuel Domínguez Viguera
domingo, 14 de diciembre de 2014 a las 18:54
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¡CUANTA CARIDAD!
En todos los noticiarios ponen organizaciones que dan comida, bolsos con bienes de primera necesidad. En todos los súper mercados, te entregan un bolso para que donemos algo. Subastas de cosas regaladas para conseguir algún dinero para ayudar los que no tienen nada. Un contraste tremendo, entre no tener edad para trabajar y no querer hacerlo. Anduve dos o tres años buscando alguien que me ayudara en casa. No encontré a nadie. Yo sé cuál la razón. Ahora todos son técnicos, no quieren hacer ciertos servicios, tienen vergüenza de andar limpiando casas. Se olvidan que desde que nos casamos, somos empleadas domésticas para toda la vida y sin sueldo. Nadie nos agradece, no tenemos jubilación, solo somos empleadas para todo el servicio. Sin día de descanso ni vacaciones. Cuando ya criamos los hijos, ya no servimos para ser amantes de nuestros maridos, cuando cansadas queremos un poco de libertad y descanso, no hay nada para nosotras. Quizá una residencia, lejos de todos donde esperamos una migaja de amor y gratitud. En tiempos pasados ni pasaba por nuestra cabeza el miedo a la vejez. Lo tomábamos como natural devolver a quien tanto hizo por nosotros, hacerlo por ellos. Entiendo que los tiempos son difíciles, siempre lo fueran. Entiendo que hay desempleo, siempre lo hubo. Entiendo que trabajar cansa, siempre así fue y en peores condiciones. Entiendo también que el regalar en demasía es malo. Cuanto más fácil se nos ponen las cosas, peor es quedar sin ellas. Cogimos malos costumbres, todo fácil, no pensamos en el futuro. Una abundancia loca de cosas inútiles, para gastar dinero, como leyes, que no sirven para nada. Dinero a más para quien siempre tuvo el necesario es malévolo. Quitar a quien siempre lo tuvo y pasó de padres a hijos también. Pobres y ricos siempre desde que el mundo es mundo existen. En mi entender, la tercera edad compete a sus familias, no impuesta, pero salida del corazón. Que importa una vez por año dar un bolso con comida si durante el año están abandonados. Nada. Es un lavar de manos como Pilatos. En la vida todo tiene que existir separado pero formando un conjunto agradable de convivencia. Que las trompetas suenen, para despertar el hombre, que la justicia no sea un edificio lleno de pompa y circunstancia, que salga para las calles y resuelva servir la humanidad. Que importan las luces navideñas la música en las calles, si un ratoncito las puede apagar si entra en una grande central eléctrica. Es todo ficción, sueños falsos, por un puñado de días y noches que rápido pasan. D. Aniñas, vivía en una casita muy humilde, húmeda, pues por bajo pasaba un ribeiro. Tenía dos hijos, Vivian bien en sus pisos, con los hijos. Yo no era pariente, pero todas las semanas le llevaba no un bolso, pero los que hicieran falta con todo lo que necesitaba. La iba a buscar y la llevaba para mi casa para merendar y charlar, le daba lo que tanto quería de sus hijos, un poco de amor. Ya había sufrido mucho, había sido atropellada y abandonad, tenía un pie e parte de la pierna llena de alambres y tornillos. Mandaran hacer fisioterapia, no sé cómo la hicieran. Solo sé que le han estropeado aún más. Terminó sin la pierna, echada en una cama donde murió con una infección. D. Aniñas, era una buena mujer, desde vender pescado por las calles, hasta ir todos los años a Fátima a pie o de coche, llena de Fe, cariñosa, dulce, murió sin vivir en un apartamento aunque fuera de un dormitorio. Si fuera viva ya se le había llevado regalos, me acuerdo mucho de ella. Era el ejemplo de una vida que no debía de existir para nadie. De mi nadie se acuerda, de espacio todos se alejaran, para no quedar mal con la parte de mi familia que solo mienten. Por fin pasaré la Noche Buena en el seno de la Familia de mi Amigo. Lo hago porque sentí que me invitaran de corazón. Entre quince personas, estaré arropada e caliente, de amistad, no sola, llorando por dentro, recordando, las Navidades, de otros tiempos en compañía de mis Padres e hermanos. Sin mi niño Jesús acostado en su almohada con florecitas, que tanto quería tenerlo en mi nueva casa e con la frialdad me lo han cogido, ya otro arreglaré, para tener algo parecido. Que todos tengan Navidad siempre, un poco todos los días.
Porto, 14 de diciembre de 2014 Carminha Nieves
domingo, 14 de diciembre de 2014 a las 15:55
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