RECORDANDO
Carlos y Manuel Domínguez tienen en la memoria un cariñoso recuerdo de nuestro común compañero Eduardo, que nos permitimos añadir vimos por última vez en el acogedor Bar Alfonso, cuando con periodistas de Radio Nacional regresamos del partido que el alto en el camino, Eduardo, Delegado en Verin de FENOSA. Recuerdo de entrañables vivencias. Así nos sumamos en último y emotivo adiós, ya que, días después tuvimos conocimiento de su fallecimiento, que nos permite unir a los de viejos amigos, supervivientes de mili que aquí estamos, en este valle de lágrimas para contarlo en esta acogedora Pagina de MIS PUEBLOS. Saludos.
Joaquín, Guindilla para Carlos y los antaño académicos.
lunes, 12 de enero de 2015 a las 11:23
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Abundando en los recuerdos.....
Veo, querido Carlos, que completas el "cuadro" de los integrantes de nuestra quinta con el recuerdo del entrañable amigo Eduardo Gutierrez Gonzalez, que también estuvo con vosotros en la Academia de Verin y, más tarde, fue Profesor de Matemáticas en el mismo Centro. ¿Te acuerdas de aquellas tertulias mañaneras que teníamos en la Delegación de Fenosa en Verin, de la que era Jefe Eduardo, cuando tu venías de vacaciones como Cadete de la Academia General Militar de Zaragoza?. ¡Que arsenal de chistes traías y que memoria para contarlos...! Efectivamente, Eduardo fué el primero que nos dejó, aun joven, como consecuencia de una afección que sufrió en Málaga durante una excursión de jubilados, ciudad en la que falleció.... Abrazos.
Manuel Domínguez Viguera
domingo, 11 de enero de 2015 a las 17:59
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OPINION DE ANSON
AL AIRE LIBRE PAUL PRESTON: EL FINAL DE LA GUERRA INCIVIL ESPAÑOLA
En la revista El Cultural, Luis María Anson ha publicado un artículo sobre Paul Preston, que por su interés reproducimos a continuación.
En el invierno de 1939, Juan Negrín aspiraba a robustecer algunas posiciones de la República derrotada para negociar con Franco una paz con condiciones. El coronel Casado se hizo con el poder, actuó con tenaz torpeza y Franco terminó por imponer la rendición sin condiciones y la posterior y bárbara represalia contra los perdedores de la guerra incivil.
Julián Besteiro, casi un esqueleto viviente en aquellos meses, no entendió la realidad de la situación. Todavía el 11 de marzo de 1939 se mostraba asombrosamente optimista sobre el futuro, según Preston. Mantuvo, eso sí, la dignidad personal hasta el final y declaró a Regina García, directora del diario socialista La Voz: Me quedaré con los que no pueden salvarse. Es indudable que facilitaremos la salida de España a muchos compañeros que deben irse, y que se irán por mar, por tierra o por aire; pero la gran mayoría, las masas numerosas, esas no podrán salir de aquí, y yo, que he vivido siempre con los obreros, con ellos seguiré y con ellos me quedo. Lo que sea de ellos será de mí. Besteiro fue condenado a cadena perpetua y falleció en la cárcel de Carmona el 27 de septiembre de 1940. La víspera de su muerte pudo abrazar a su mujer, Dolores Cebrián.
Juan López, secretario del Movimiento Libertario Español, afirmó el 15 de marzo en Unión Radio: Si tenemos la nobleza de proclamar nuestras intenciones de paz, es porque no nos falta el temple de acero que impondría una resistencia definitiva si nuestros enemigos quieren cometer la locura y el desatino de entrar en el terreno que conserva la República enarbolando la espada de la conquista. En opinión del historiador británico, los anarquistas lanzaban mensajes radiofónicos a la zona franquista en los que se abogaba por la concordia, con la ingenua esperanza de que ello estimulara un clamor de paz que presionara a Franco para que aceptara una paz negociada.
Tras la invasión de Checoslovaquia por los nazis de Hitler el 15 de marzo de 1939 y la alarma de Inglaterra y Francia, con la guerra mundial en ciernes, podía haber cambiado la situación de la República española, según Preston, si Casado no hubiera sido tan firme partidario de la rendición. El 28 de marzo, al amanecer, ordenó al coronel Prada que procediera a la entrega de Madrid, lo que significaba la rendición incondicional. Alicante, Jaén, Cartagena, Cuenca, Guadalajara y Ciudad Real cayeron después sin lucha, y el 1 de abril de 1939 Franco proclamó su victoria total en la guerra incivil española.
Paul Preston lleva a cuestas un formidable equipaje de conocimientos y documentación. Es un historiador que se distingue por el rigor científico de sus trabajos y por un permanente esfuerzo de objetividad. Envidiado por algunos historiadores españoles, tuvo la fortuna de ser honrado con los ataques desaforados del acomplejado Javier Tusell. Su libro sobre Franco es con diferencia el mejor que he leído. Aunque sus posiciones ideológicas discrepen de las mías, la justicia exige reconocer el acierto de su biografía del Rey Juan Carlos, así como su ingente tarea de historiador.
El final de la guerra, su último libro, es un ejemplo más de la capacidad del historiador británico. Respaldado por una investigación rigurosa y una documentación exhaustiva, Paul Preston ha escrito una monografía definitiva sobre los últimos meses de la guerra incivil, en los que destaca la sagacidad de Negrín, la ingenuidad y la dignidad de Besteiro, la torpeza de Casado y la crueldad de Franco. Luis María ANSON de la Real Academia Española
domingo, 11 de enero de 2015 a las 11:49
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Carlos Pardo
Hoy la noticia la recibo yo, al encontrarme con el relato del amigo Joaquín sobre la quinta del 45, en la que recuerda, como todos los que fuimos sus amigos, al inolvidable "Pilas", camarada de la Academia Verinense y amigo de toda la vida, con el cual volví a coincidir en Seo de Urgel. El como Juez de Instrucción y yo como Capitán recién destinado al Rgto. de Cazadores de Montaña de Guarnición en la Plaza. Volvimos a renovar nuestra amistad y hablábamos, como no de nuestros recuerdos de Verin. En Seo de Urgel, como en todas partes, dejó Pilas un entrañable recuerdo y un montón de amigos que le admiraban como persona y como un admirable Juez. También me viene hoy a la memoria otro gran amigo, que nos dejó ya hace muchos años, y creo que también de la quinta del 45, el inolvidable Eduardo Gutiérrez. que hizo su servicio militar en el Rgto. de Orense, coincidiendo con nuestro común amigo Manolo Domínguez; pero de esto ya han pasado unos pocos años . ¿No es así ,amigos? Un fuerte abrazo para todos.
Carlos
sábado, 10 de enero de 2015 a las 20:33
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