HISTORIA DE VERIN
Allá al sur de Galicia y de Orense provincia, limítrofe con la frontera portuguesa y bañado por el río Támega, está situado el valle de Monterrey, presidido por el castillo del mismo nombre y situado en ambas orillas del mencionado río, a las cuales une un puente construido por los romanos sobre los años 75 ó 79 de nuestra era, bajo el reinado del emperador Vespasiano, que ya fue reconstruido por culpa de alguna riada, perdiendo su forma original de ángulo obtuso, está la hermosa villa de Verín y se cree que esa fue la fecha de su construcción, ya que en el año 79 se edificó el puente de Chaves, con la mano de obra de los Aquiflavienses, Aobrigenses, Querquernos, Celerinos, Equesios, Límicos, Interanmicos, Nebisocis, y Bíblicos ya estaba en pie el de Verín.
No se conoce el origen de su nombre, ni de su fundación, son muchas las conjeturas que hay con relación al mismo, todas muy dispares.
No sabemos con exactitud de donde proviene en nombre de Verín se menciona a Viriniano, de la familia de Teodosio caudillo de los Equeos en las invasiones bárbaras.
También el Cronicón Beronguense atribuye la fundación a Nazuzardán, que fue capitán de Nabucodonosor el Grande, en el año 2000 antes de Cristo, lo que resulta bastante hipotético. Por último diremos también, que su fundación se cree que fue debida a Viriato In Verín natus y existe una calle en la parte antigua de la villa dedicada a Viriato.
Las primeras noticias sobre el nombre de Verín son en el apeo y demarcación en el año 950 durante el reinado de Ramiro II. Y a instancias de San Rosendo entre los términos de San Félix y Santa María de Trudilde (hoy Verín), Villaza, Albarellos y Queizás. La villa fue poblada en el año 872 en el valle de o Baroncelle, hoy Pazos en las faldas del castillo de Monterrey que fue la cabecera del valle, debido a la cantidad de Pazos que había en zona.
En el año 988 se hace otro apeo a petición de San Rosendo y por orden de Ramiro II, alegando que se habían cambiado los marcos, de sus propiedades, ya que había cambiado al rey, la villa de Turgia, en León, por la de San Félix de Varoncelli y los marcos redondos se habían colocado mal, en el lugar del Lagar Vello da Aspera, cerca del camino de Monterrey.
En aquella época aparece llamándose Santa María de Trudilde propiedad de la Condesa Trudildi o Trudili, hija del Conde Don Rodrigo, viuda del caballero Velasco de Ruderiz, hermana de Dñª. Onega y del obispo de Iría Flavia Don Pelagio Rodríguez, que había sido monje de Celanova y su término lindaba con las comarcas de: Capraria, Fredimendi, Abedes, Saquetina, Regaulfos y San Félix de Pazos o Varoncelli, y dicha condesa ordenó poner piedras en las demarcaciones o divisiones de los pueblos antes mencionados. En el año 1.293 vuelve hacer un apeo D. Payo Gómez, por orden del Rey D. Sancho, a petición del Abad de Celanova D. Juan Pérez.
El 27 de agosto de 1.294, después de muchos pleitos, entre el monasterio y el castro de Varoncelli, intervino el papa y el rey, dándole la razón a Monterrey, el monasterio perdía la jurisdicción sobre el castillo, pero sí la mantenía sobre Verín y Mijòs.
Los lugares o pueblos de Fredamundi y Saquetina, desconocemos su emplazamiento y el motivo de su desaparición, como también el lugar de Zacois, que según se cree estaba al sur de Pazos, en el sitio hoy denominado O Toxal.
En el año 1.490 también vino un monje Fray Juan Blanco, para comprobar, si Monterrey era término de Mijós, donde había un monasterio que pertenecía al de Celanova y que D. Diego López de Zuñiga, había hecho el castillo en un descuido del Abad de Celanova
En la era medieval la supremacía era poseída por Monterrey, con su fortaleza y castillo en donde tenía su morada los condes del mismo nombre, hasta la guerra de la Independencia en el año 1.809 que el castillo fue escenario de las más famosas históricas acciones.
Estos señores feudales, eran dueños de cuanto les rodeaba y poseían las haciendas y vidas de todos sus vasallos, como también gozaban del derecho de pernada, que consistía en el privilegio de dormir la primer noche con la novia el día de su boda.
Esta zona fue poblada por el Rey D. Enrique II y con posterioridad también lo fue por D. Alfonso VII, su antecesor D. Alfonso II, que fue coronado rey muy joven en Santiago de Compostela en 1.111, pero no reinó hasta 1.135, fue reconocida su soberanía sobre el Reino de Galicia en el tratado de Tuy, por D. Alfonso Enríquez, Conde de Lusitania, que destronó a su madre la Reina Dñª. Teresa y se proclamó rey, de Portugal, como Alfonso I.
El castillo se amuralló desde los años 1.120 al 1.140 y a ello les obligó el portugués Don Alfonso Enríquez, hijo de la reina Teresa, y que no daba descanso a los habitantes de las torres, ya que luchaba constantemente y sin tregua para adueñares de la fortificación que estaba sin terminar.
En el año 1.369 después de tener el castillo sitiado por espacio de varios meses se rindió a D. Fernando de Castro que era partidario del monarca portugués.
Se montó en el castillo la primera imprenta de Galicia y en ella se imprimió el famoso Misal Auriense en el año 1.494.
Tres semanas estuvo en el castillo el Rey Don Pedro I el Cruel y ello fue debido al miedo cuando se enteró de que su hermanastro D. Enrique de Trastamara, acompañado del aventurero inglés Bertránd Du Guesclin, capitán de las compañías blancas, se había proclamado Rey de Castilla a su llegada a Calahorra.
Don Pedro, que era hijo de Dñª. María de Portugal cruzó el país lusitano sin problemas y llegó al castillo por Verín el día 5 de junio de 1.366 venía acompañado por más de diez mil soldados, estuvo en el castillo cuatro semanas, celebró consejo y conferenció con sus confidentes: Mateo Fernández y Juan Diente El Ballestero que asesinó a don Fadrique
En el mismo castillo se fraguó la muerte del arzobispo de Santiago don Suero Gómez de Toledo que su asesinato se hizo al regresar de la procesión de corpus.
El tal aventurero, tres años más tarde en 1.369, fue el causante de la muerte del rey al darles la vuelta, cuando luchaba cuerpo a cuerpo en los campos de Montiel, estando D. Pedro por encima dijo: Ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor.
La segunda torre del castillo fue construida por el conde D. Sancho Sánchez de Ulloa y su esposa Dñª. Teresa de Zúñiga y Biezna en el año 1.482, que era nieta de D. Alfonso Enríquez, quien había iniciado la construcción del castillo y era nieto de Alfonso VI. Como también se sabe el origen de la familia Ulloa es de la zona de Mellid en el municipio de San Vicente de Ulloa. Don Sancho era hijo de D. Lope Sánchez de Ulloa y de Dñª. Inés de Castro que falleció en el año 1.465 en el recinto del castillo.
Las contiendas en la zona de Monterrey se sucedieron constantemente, por un lado el Arzobispo Fonseca formó un ejército, con algunos nobles y en su contra los Irmandiños en el año 1.469 esta hermandad, disponían de un ejército que se aproximaba a los 80.000 hombres
D. Sancho Sánchez de Ulloa, Don Pedro Álvarez de Sotomayor, apodado Pedro Madruga y los señores de Andrade y Moscoso, unidos obtuvieron una gran victoria.
Después de ésta contienda Don Lope Sánchez de Moscoso, se proclamó Conde de Altamira y D. Pedro Madruga conde de Sotomayor y de Camiña. El conde de la casa de Altamira D. López Sánchez de Moscoso era sobrino del conde Monterrey D. Sancho Sánchez de Ulloa.
También hubo otras proclamaciones como las de los señores: D. Pedro de Cela, Mariscal y D. Sancho Sánchez de Ulloa se proclama Conde de Monterrey.
Debemos aclarar que las posesiones de Monterrey en forma de señoríos habían sido concedidas por D. Enrique IV a Dñª. Teresa de Zúñiga y Biezna y a su esposo D. Sancho Sánchez de Ulloa.
También en la anterior victoria se había nombrado Mariscal D. Suero Gómez de Sotomayor, D. Payo Gómez de Sotomayor, se proclamaron Mariscales, este último fue un gran estratega internacional al ser embajador ante los tártaros, para tratar de frenar la expansión turca en Europa.
El conde D. Baltasar de Zúñiga, nació en el castillo en el mes de abril del año 1.850 también su sucesor Dª. Francisca de Zúñiga Ulloa y Ulloa, que era hija del primer conde de Monterrey y que se casa con D. Diego de Acevedo y Fonseca, que era hijo del arzobispo de Santiago D. Alonso de Acevedo Dª. María Ulloa de Cambados, quien a su vez era hija de D. Lope Sánchez de Ulloa y de Dª. Inés de Castro. D. Sancho Sánchez de Ulloa, había fallecido en el año 1.640 con anterioridad le había sucedido en la propiedad el Conde Duque de Olivares, que era sobrino de D. Baltasar por parte de su madre.
A él le sucede D. Gaspar de Acevedo y Zúñiga, que fue Virrey del Perú en el año 1.604 también era Capitán General.
Quiero aclarar en éstas notas que a Don Diego de López, se le habían concedido ciertos privilegios por el Rey D. Juan I el día 23 de junio de 1.382 y otras concesiones el día 6 de agosto de 1.404 en Segovia.
El castillo había pertenecido a la Corona, hasta que el Rey D. Juan II se lo cedió a D. Diego López y a su esposa Dñª. Elvira de Biezna que era hija de D. Diego López y quien a su vez tuvo un hijo que se llamó D. Juan de Zúñiga.
Como Dñª. Elvira fallece muy joven, su esposo D. Diego vuelve a casarse con Dñª. Constanza de Barba y de éste matrimonio nacería un hijo al que se llamó D. Pedro de Zúñiga que se adueña del Castillo y más tarde le echa su hermanastro D. Juan con la ayuda de su abuelo D. Diego López de Zúñiga se le otorga el título de Vizconde de Monterrey.
Se entabla un pleito de los más enconados de la época, pues D. Pedro quiere recuperar el castillo y sus pertenencias. Le sucede su yerno D. Sancho Sánchez de Ulloa desde el 5 de enero de 1.474 a 11 de octubre de 1.480.
Don Pedro vuelve a presentar demanda contra D. Sancho y su esposa Dñª. Teresa de Zúñiga, gana el pleito y D. Pedro tiene que pagar la cantidad de 6.484 maravedíes por las mejoras que se habían realizado en el castillo y toda su fortificación, para lo cual se le concede un plazo en sentencia de 22 septiembre de 1.489.
A la muerte de D. Pedro le sucede su hijo D. Francisco de Zúñiga y como había transcurrido el plazo y no se había pagado la deuda, entra en posesión D. Sancho Sánchez de Ulloa en el año 1.500.
Los Reyes Católicos cansados de tantas disputas y discordias deciden comprar Monterrey en el año 1.510 en la cantidad de Diez Mil Quentos. Pero por falta de dinero se ven obligados a venderlo nuevamente al Arzobispo de Santiago D. Alonso de Fonseca en el año 1.512.
Los monarcas ya habían estado en Galicia en el año 1.486, una vez pacificada, tras los enfrentamientos de Pedro Madruga, que había cogido prisionero al obispo de Tuy.
Como es bien sabido Dñª. Francisca de Zúñiga, hija de D. Sancho y de Dñª. Teresa, había estado casada en primeras nupcias con un hijo de Arzobispo que se llamaba D. Alonso de Acevedo y de éste matrimonio nació D. Alonso de Acevedo y Zúñiga.
La escritura de compra se firmó en Burgos el día 20 de julio de 1.512 y de ésta forma entra en posesión D. Alonso de Acevedo el día 24 de diciembre de 1.513 en carta real otorgada por la reina Dñª. Juana, en ella se confirma a D. Alonso de Acevedo y Zúñiga como Conde de Monterrey.
A la muerte de D. Gaspar, que era el V conde de Monterrey, que estaba casado con Dª. Ines de Velasco y Aragón, le sucede como VI Conde D. Manuel de Acevedo, que fue embajador en Roma y su esposa era Dª Leonor Maria de Guzmán. Le sucede su sobrino D. Diego López de Zúñiga y Velasco en el año 1.662 fue asesinado, era gobernador del Perú, estaba en posesión del título de conde de Niebla y fue el VII Conde de Monterrey.
Le sucede D. Francisco de Lope y Zúñiga que era embajador de Chile y tenía el título de Conde de Pedroso y Marqués de Baldés y fue el VIII Conde de Monterrey.
Dª. Isabel de Acevedo y Zúñiga se caso con Fernando de Guzmán Osorio y Valdés
Dª. Inés Francisca de Zúñiga y Fonseca se casa con Juan Domingo de Haro y Guzmán, muere sin sucesión
El conde Monterrey era de Zúñiga y Haro, su hija Dñª. Francisca se casó con el conde D. Fernando de Andrade (biblioteca Nacional Ms.3.250) y por sucesión los dominios del castillo pasaron a la duquesa de Alba, al casarse Dñª. Catalina de Haro y Guzmán con el décimo Duque de Alba, D. Francisco Álvarez de Toledo y Silva , en 1.739
En una rebelión o levantamiento, siendo corregidor de Verín D. José Romasanta en 1.762, recibe una orden del gobernador general de Galicia, para que reúna a todos los nobles hijosdalgo de la zona de Verín, el mayor poder, riqueza, nobleza, e hidalguía era Dn. Manuel Fidalgo de Araujo Salgado de la Casa del Perú se presentó con: Armas, Caballo, Criado y Lacayo, siendo el único que tenía lacayo, fue nombrado Capitán de todos los nobles, durante la contienda, que comenzó el 5 de mayo de terminó el 21, con la conquista de Chaves.
Entre otros 10 nobles de la comarca, iba su pariente D. Nicolás Taboada de Araujo, que era corregidor de Baltar, también había sido de Verín en 1.753, sus padres habían sido, D. Jacobo Taboada y de Dñª. Manuela de Araujo y Chaves.
También otros nobles, que no eran tan ricos, se presentaron, con armas y a caballo, pero otros con armas y a pié.
El día 26 de abril de 1.738 era corregidor y Alcalde Mayor y Justicia D. Juan Domingo Rodríguez Reinoso, el escribano era D. Pedro Frieira, según consta en testamento de Don Carlos Sebastián Taboada Fidalgo, propietario de la Casa del Perú, firmando el documento como testigos, entre otros, el Licenciado D. Bernardo Pérez, clérigo presbiterio y vecino de San Félix de Pazos
Como se puede comprobar Verín es una villa tranquila, dedicada a la agricultura y ganadería sin olvidar sus minas en los montes cercanos de Arcucelos y Villardevos, con sus explotaciones mineras de cobre y estaño.
La fertilidad del valle es uno de los mejores de la provincia pues en el se cultivan: Legumbres, hortalizas, verduras, castañas y viñedos, también existieron olivos, aún hoy día hay la calle del olivar, en la bajada al río en el barrio de San Lázaro.
Aún recuerdo en la finca del Perú muchos olivos a lo largo de los caminos interiores que posee la finca y que mis suegros hicieron arrancara para poner viñedo.
La historia también menciona la entrevista que tuvo lugar en la casa con el escudo, que aún hoy se conserva en la plaza mayor, que era propiedad de los Acevedo en el año 1.506, entre el Rey D. Felipe El Hermoso y el Cardenal Cisneros.
El primero pernoctó en Villaza y el segundo se fue a la casa grande que hay en la entrada del pueblo de la Canda, en Villavieja por la carretera antigua, conocida como El Mesón.
No debemos olvidar el hospital de San Lázaro en el año 1.595 y del cual su primer administrador fue D. Juan Roberto.
También había dos capillas una a la entrada y otra a la salida de la villa, dedicadas a San Roque y San Lázaro, la segunda aún se conserva desde finales del siglo XVI.
La importancia de la villa se puede comprobar por el antiguo recinto amurallado de casi dos kilómetros de perímetro, con foso que se podía inundar por el río, hoy sólo se conserva un trozo de muralla, junto al matadero, paralela al río De esto nos da su existencia el historiador Don Francisco Mendoza y Soto Mayor
En el archivo notarial de Verín, se conserva el documento por el que se arrienda el 8 de febrero de 1.737 a D. Francisco Dobarrio en 900 reales de vellón los derechos de pontazgo y con fecha 18 de enero de 1.789 los derechos de portazgo a D. José Feijóo en 800 reales de Vellón, ya que éstos derechos eran propiedad de los condes de Monterrey
Es una villa de balnearios, Fontenova, Sousas, Fuente del Sapo, Requejo, Caldeliñas, Cabreiroá y Villaza, que ya frecuentaban los romanos, con una intensa vida comercial y de artesanía.
El balneario más importante de aquella época fue Cabreiroá que contaba con un Tranvía tirado por caballos, que iba desde la fonda de la Sra. Amadora, enfrente al hotel Salado, que hacía esquina, con la C/ Laureano Pelaez hasta el balneario
Las casas señoriales y los Pazos de la villa destacan la hidalguía, con su intensa vida política.
El valle de Verín también valle de Monterrey situado a sur-este de Orense y al sur con la frontera portuguesa por el tratado en el año 1.864.
También visitaron los romanos la ciudad de Chaves, debido a las propiedades de aguas termales de las Caldas que brotan a una temperatura de 73. que su fundación se debe al emperador de Roma Flavio Vespasiano en el año 78 de nuestra era, con el nombre de Aquae Flavie ( agua de Flavio) y donde se puede ver su fundación en las columnas que hay sobre el puente romano del río Támega el conocido Puente de Trajano hoy Chaves.
Este mismo río a su paso por Verín también tiene un puente construido por los romanos y que une el barrio de San Lázaro con el núcleo central de la villa, como ya digo en la primera página.
Todos los países, ciudades y familias tienen una historia. Unas brillantes, nobles y dignas de alabanza y otras baja, rastrera y sucia
Ésta comarca sufrió varias y consecutivas invasiones. Los romanos nos dejaron, puentes, murallas, castros y minas como las de Arcucelus, Soutelo, Souteliño en ésta comarca y en las de Boticas al norte de Portugal.
De ellas extrajeron oro, que en caballerías, por Viana, Valdeorras, Astorga, Palencia y las Galias llevaban a Roma, para transformar dicho mineral.
Algunas matronas romanas lucían sobre sus escotes, joyas de oro extraído en Arcucelli en Galicia. Hoy el nombre se transformó en Arcucelus, las de Servo Dei, en Servoy.
Mas tarde vinieron los Suevos y Vándalos, que al mando de Re Frumario, lo arrasaron todo. Deshicieron poblados y lugares, incendiaron cosechas, violaron mujeres, cometiendo toda clase de salvajadas y asolaron los poblados de San Roque, San Pedro de Lidairo, Saquetina, Zacois y a otros en las cercanías de lo que hoy es Verín.
Vivieron poco tiempo los Godos, y que nos dejaron las terminaciones de su origen Germánico, en algunos pueblos: Guitiriz, Baldriz, Allariz y a otros de las mismas terminaciones. Vinieron luego los árabes que en ésta comarca, dejaron escasas huellas de su paso y las tropas napoleónicas, que hicieron grandes destrozos en la zona.
Algunos investigadores, dicen: que la palabra Varoncelli, se deriva de un personaje que habitó en las tierras del alto Támega, pero se puede afirmar por no existir documentos que lo acrediten. Lo que sí se sabe, es que los habitantes de la comarca, en la época de la dominación romana, recibían el nombre de Equeseos y fueron unos de los que cooperaron en la construcción del puente de la villa de Chaves que actualmente se conserva y que en ambos lados luce dos grandes columnas romanas, en las que aparecen detalles escritos en caracteres latinos, sobre su construcción, con el nombre de los pueblos que prestaron su ayuda.
Antes de que los romanos explotasen las minas de la zona, ya las habían utilizado los fenicios Arcucelus, Castro de Laza, Villar de Ciervos, en ésta comarca del alto Támega y las de Feitas, Vilapouca de Aguiar y Bachocas en la zona de Braga de las que obtenían estaño y hay quien manifiesta que también oro, llevando en caballerías por las calzadas 18 y 16 hasta Roma, pasando por el Barco de Valdeorras y Astorga hacia las Galias
Para llevar a efecto tal transporte tuvieron que levantar los puentes de Verín y Chaves, que en un principio como era corriente, tenían forma de ángulo obtuso con rampas de acceso en pendiente, a ambos lados, pero cuya forma original se perdió al ser reconstruido, ya que una riada lo derribó en sus partes centrales, el de Verín tenía en un principio, siete ojos o arcos
Como hice mención anteriormente al lado de la capilla de San Roque había una población que seguramente fue destruida por las hordas bárbaras, dichos invasores llegaron hasta la villa de Chaves en donde hicieron prisionero al obispo Idacio cuando se encontraba diciendo misa en la Iglesia de Santa María la Mayor de la ciudad lusitana llevándolo hasta la ciudad de Braga, en cuyo castillo estuvo prisionero durante tres meses, mandaba tales tropas el rey Frumario.
El mencionado obispo había nacido en la ciudad Limica o Lémica cerca del río Limia en las proximidades de la villa actual de Ginzo de Limia.
Dicha población hoy desaparecida o no se sabe si cambió de nombre o tal vez fue arrasada por una crecida del río, riadas tan frecuentes en aquella época y por otra parte las invasiones eran constantes por parte de los bárbaros, suevos, vándalos, alanos, romanos o bien los godos que asolaron las comarcas del oeste galaico.
También hicieron sus correrías por la zona los franceses y los árabes que cometieron toda clase de atrocidades con las poblaciones y sus habitantes
Es famoso Cronicón que nos dejó escrito nos relata el paso de los suevos y vándalos, con hechos terroríficos en toda la comarca del alto Támega, que debió de ser escrito cuando contaba unos ochenta años de edad, que sería sobre el año 469 de nuestra era.
Algunos historiadores e investigadores, dan por cierto su origen suevo, pero queda descartada tal afirmación, ya que la península Ibérica, no fue invadida, hasta unos veinte años después de su nacimiento.
Su nombre de Idacio, tampoco tiene etimología latina, ya que era el idioma usado por los romanos y más nos inclinamos a creer que su nombre procede del idioma Galaico o Hispano Celta.
Cuando tenía muy corta edad fue llevado por su familia a Italia y Francia y más tarde se fue a Oriente, donde conoció a San Teófilo, San Juan y San Jerónimo, que eran obispos de Alejandría, Cesárea y Jerusalén, suponiéndose que su viaje terminaría en Tierra Santa y la duración del mismo fue de unos cinco años aproximadamente.
También dicen los historiadores que se convierte al catolicismo, allá por el año 416 y que unos doce años después es nombrado obispo entre los años 427 y 428. Cuando se dice que se convirtió al catolicismo, se quiere decir que se hizo sacerdote de la Iglesia Católica.
Al poco tiempo de ser nombrado obispo, fue llamado por el Jefe de los suevos, que se habían asentado en Galicia, cuya extensión abarcaba hasta las orillas del río Duero, dentro de la Lusitania, para que sirviese de embajador, ante el General Aecio, que se hallaba en las Galias, en el año 431 y por ésta encomienda tarda más de un año en regresar, en compañía del Conde Censorio, para que mediase ante los suevos y restableciese una paz duradera con Hermandico II.
El conde Censorio, es llamado por la emperatriz romana Plácida, sin haber podido cumplido tal embajada, tuvo que ser nuestro viejo obispo, quien continuó las negociaciones de paz habiéndolo logrado gracias a su inteligencia y tesón, amen de su pericia diplomática dando muestras de ser un excelente embajador al conseguir que los suevos cesasen en sus correrías y firmasen la paz, para que dejase tranquila a toda la comarca de Galicia hasta el Duero, incluyendo, Chaves, Braganza, Braga y las poblaciones limítrofes y así sus habitantes se pudieron dedicar a la agricultura y ganadería.
Las funestas doctrinas de Prisciliano, que había instaurado el arrianismo, en algunos lugares de la provincia de Orense y norte de la Lusitania, así como en otras comarcas de Galicia, nuestro incansable obispo, tuvo que combatirlas, y gracias a su perseverancia, las fue contrarrestando poco a poco, sin grandes muestras de publicidad y logró desterrar dicho cisma de toda la comarca donde estaba implantado.
Hizo frecuentes viajes y siempre por sendas poco conocidas para no ser advertido por sus enemigos y así con mucha paciencia se fue infiltrando en todos los poblados y aldeas de la comarca y llegar hasta Astorga y convertía al catolicismo a todos los habitantes de los lugares que iba visitando. Hizo lo imposible para conseguir que se celebrase un Concilio Nacional, con el fin de expulsar a los falsos católicos que practicaban las creencias de Prisciliano y se habían infiltrado con cargos importantes en los congresos católicos, celebrándose dicho sínodo bajo su presidencia y la del obispo Caponio.
La labor del abnegado obispo, dio lugar a una gran persecución por parte de los arrianos los arrianos, entre los que destacan Scipión, Ascanio y Dátiro etc. Arrianos unos y Priscilianos otros, que influyeron en la voluntad del Rey Frumario, para que lo encarcelase.
Cansado, muy envejecido y no menos achacoso, por las persecuciones y el sufrimiento ocurrido durante los tres meses de encarcelamiento en una mazmorra húmeda y muy oscura, fue llamado por el todo poderoso en el año 471, después de haber sido obispo por un espacio de 42 ó 43 años
Nos legó como historiador presente su famoso Cronicón que aún hoy es admirado por su fiel reflejo de los hechos narrando con toda puntualidad todos los acontecimientos ocurridos en aquellos años en las comarcas de Palencia, Astorga, Alto Támega, Chaves, Braga, Braganza y todas sus inmediaciones.
Refieren historiadores e investigadores y literatos franceses, portugueses y gallegos, entre los que destaca el catedrático francés Alén Traoy y el Padre Florez sin olvidarnos de los escritores Marcelo Macías y el doctor Cardoso y algunos otros.
En su mencionado Cronicón, nos detalla someramente San Isidoro, Don Rodrigo obispo de Toledo otros de aquella época
Los hechos más concretos de sus obras, fueron descubiertos por el Monasterio de Meta en Francia y algunas otras ediciones en París y Roma después del año 1.614.
También se imprimió una edición en Pamplona y se hicieron reproducciones en Holanda y Francia y El Padre Flórez, lo cita en algunas de sus obras, especialmente en su España Sagrada.
Hubo otros historiadores con otros tres Idacios, de Lamego (Portugal), Lugo y Mérida, pero en realidad nada tiene que ver con nuestro Obispo Idacio nacido en la Límica o Lémica.
Después de éstos comentarios sobre tan singular y gran hombre, volvamos a lo nuestro.
En el año 967, se cita en documento foral otorgado por San Rosendo, lo siguiente: Villa de Zacois, al sur de San Félix de Pazos, término de Varoncelli y que era habitada por cinco vecinos llamados: Hordonio, Veramundo, Hazá, Habdellá y Timiti a quienes se les había otorgado posesión de la quinta parte de la villa de San Félix, con la que intentaron levantarse y por haber abusado de dicho pacto fueron condenados tales señores al pago de Cuarenta bueyes cada uno de ellos, lo que demuestra la gran cantidad de ganado vacuno, que había en el valle. En esa época la villa de San Félix, era la capital de la comarca.
También en este mismo documento se citan los pueblos de Queizas.- Atás.-Mixós.- Capraria.- Fredamundi.- Saquetina.- Regaulfos. (De los tres últimos ignoramos su emplazamiento) suponiéndose, que fueron arrasados por los Suevos, cuando invadieron la comarca, o que sus nombres hayan sido cambiados por otros actuales.
En un folleto publicado, por el hijo de ésta villa D. Joaquín Nieves López: mencionaba que la villa de Verín, había sido fundada, por un capitán perteneciente a las legiones de Nabucodonosor, en el año 2000 antes de Cristo, yo no comparto tal apreciación, por parecerme que carece de fundamento, no creyendo que en ese año, hubiese tropas de dicho rey de Nínive, por éstos parajes o por ninguna parte de Galicia, cuando en realidad dicho monarca se hallaba en guerra con los judíos, teniendo cercada la ciudad de Jerusalén, separada de éstas tierras por muchos miles de kilómetros y además dicho rey, vivió por los años 667 al 697 antes de Cristo, por lo que es imposible que tratase de edificar Verín en el año 2000 a. Cr
La actual villa de Verín, se debió comenzar a construir en la orilla Oeste, en barrio de San Lázaro, al amparo del Castro de Varoncelli, para defenderse de las continuas invasiones de que eran objeto y más tarde al ir edificándose, a la parte éste del río Támega, fue cercada con una sólida muralla, cuyas ruinas aún se conservan, en la parte del río.
Tuvo otros nombres como: Santa María de Trudildi, por ser feudo de la condesa del mismo nombre, viuda del caballero Velasco de Ruderiz
Los habitantes de ésta zona también se llamaron la tribu de los Tamaganos, por estar a orillas del Támega. Su nombre debió de comenzar bajo dominación celta.
Este fértil y hermosos valle está regado por el río Támega que recorre en su parte española unos 40. Kilómetros y se introduce en Portugal por Feces de Abajo y termina en Amarante al ser afluente del Duero.
Su nacimiento se debe a tres diminutos manantiales, que nacen de izquierda a derecha, en la regata de la Alberguería, Regata de Cerradiña de Naveaus y Regata da Abelleira.
Los nativos de la comarca, la bautizaron con el nombre de As tres migallas o tres micelas, dado a su escaso caudal, de ahí tomo el nombre la aldea de Tamicelas o acaso también el río Támega, del que a unos treinta kilómetros al sur, también tomaron sus nombres, las aldeas de Tamangos y Tamaguelos, que están situados en la parte izquierda del río.
Los afluentes del Támega son: Río Cabras o regato de Cabreiroá, o río Bubal, que antes se llamaba río Mede o río Malade y el regato de Feces de Cima.
En la época romana, era corriente, que todos los núcleos de población que estuviesen habitados y situados al lado de las principales calzadas o caminos y fuesen de cierta importancia, por su numero de habitantes, se edificasen a los dos extremos de la población, una capilla dedicada a San Lázaro y la otra a San Roque, por considerarlos abogados de la peste, los tumores, y de todas la enfermedades que en aquella época castigaban a sus moradores
Tanto en el norte de Portugal como en el resto de Galicia, aún se conservan algunas de éstas capillas, otras fueron derribadas, por que viviendo en época de tantos adelantos tecnológicos, aún la Cultura no llegó a todos los rincones de nuestra comunidad; Además, a ciertos organismos oficiales, a los que no les interesa, la historia ni la tradición. Siempre hubo en ese dicho raro, que se llamó y sigue llamándose Cacique.
Como digo la capilla de San Lázaro se conserva gracias a la intervención de la Sra. Crisalda, que al frente de un buen numero de convecinas suyas, formó una manifestación de protesta, cuando trataban de venderla, para ser derribada, por cierto organismo causante de la desaparición de varias capillas.
Al lado de la mencionada capilla, había el hospital de leprosos, en donde se atendían a los peregrinos que caminaban hacia Santiago de Compostela, con el objeto de postrarse a los pies del Apóstol Santiago en el año 1.628.
La villa de Verín en el año 1.758 tenía una población de unos MIL VECINOS descendiendo su número a causa de la peste que asoló a Galicia, bajando en el año 1.800 a CIENTO VEINTICUATRO VECINOS, por haber fallecido unos y otros emigraron.
En el año 1.750 era corregidor de la villa de Verín, San Félix de Pazos, Santiago de Villamayor y Santa María de Mijós Don Nicolás Taboada de Araujo primo de D. Carlos Taboada de Araujo, Señor de La Casa del Perú.
En éste Pazo existían dos capillas, una a 100 m en dirección a Portugal dedicada a San Antonio y la otra dentro del Pazo a San Ildefonso
En el libro de visitas pastorales de la parroquia de San Pedro de Quizanes, hecha por el obispo de Orense, D. Dámaso Iglesias Lago el día 14 de septiembre de 1.829. da cuenta, que la primera, estaba en perfectas condiciones, fue destruida por un rayo en diciembre de 1.889.
La otra, situada dentro del Pazo dedicada a San Ildefonso, en esa fecha ya estaba muy deteriorada, había sido, profanada y saqueada, por los franceses durante su invasión.
La primera estaba situada en la finca que hoy aún lleva su nombre y en el padrón municipal de 1.902 figura con los siguientes lindes Norte: Camino o Canella. Sur : Finca de D. Roque Fuentes. Este : Crª. Portugal a Chaves. Oeste : Finca “ A Facuca” o Plaza da Señora. También figuran las mismas en el testamento de Dñª. Manuela Taboada, fechado el 21 de Mayo de 1.889 ante el notario D. Emiliano Torrado.
Existe un documento de fecha 7-6-1.679 en el que menciona la visita pastoral del Sr. obispo D. Tomás Salgado Barcia a la parroquia de San Pedro de Quizanes y que visitó personalmente la capilla de San Ildefonso dentro del Pazo del Perú, que está en perfectas condiciones, confirmando por escrito la autorización que tenía dicha capilla desde 1.526 para decir misa diariamente, en ella estaba expuesto el santísimo permanentemente.
Consta en otro documento del citado obispado, de fecha 14 de septiembre de 1.829 que dicha capilla fue profanada, saqueada, incendiada y destruida por los franceses, durante su invasión, en el mes de marzo de 1.809
El término de la villa, lindaba al norte, con San Martín de Vilela, al este con San Bartolomé de Quiroganes y al sur con San Pedro de Quizanes y por el oeste con San Félix de Pazos y un trozo del municipio de Monterrey, que llegaba hasta la escalera de la última casa de barrio de San Lázaro, llamada Do Claveiro, en cuya puerta de entrada, en la parte norte de la jamba, aparece abajo, una cruz labrada de piedra
El 1 de marzo de 1.628, era cura párroco interino Don Juan Pontanilla, monje benedictino, del convento de San Félix de Pazos, que era jurisdicción del Sr. Conde de Monterrey, el cual nombraba sus regidores.
Además de corregidor, había en la villa cuatro regidores vitalicios, dos procuradores de causas, un alguacil mayor, cuatro clérigos, en la parroquia de Santa María la Mayor, un padre comendador en el convento de La Merced, diecinueve sacerdotes y un padre lego (fray) juntamente con cuatro clérigos pertenecientes al priorato de Pazos.
Otra de las capillas existentes en la villa, en el antiguo barrio de Santa Olaya, era la llamada de La Misericordia que estaba pegada a la iglesia de La Merced en su parte norte, era de grandes dimensiones y extraordinaria belleza, habían sido sus fundadores los Chaves de La Casa del Perú, como le demostraba su escudo en la fachada de la mencionada capilla y que fue vendida por el obispo de Orense a mediados de éste siglo (sobre el año 1.954) su comprador era un señor particular que marcó piedra por piedra, para transportarla a una finca de su propiedad, donde la volvió a reedificar. .
Ésta también pertenecía a la cofradía de su nombre, que tenía por misión, sufragar los gastos de entierros, féretros, montajes y el luto de las familias más necesitadas de la villa. ( Los comentarios de su venta, quedan a juicio de los que lean éste escrito).
Otra iglesia era la de Nuestra Señora de la Estrella, situada, en el centro norte de la plaza de La Estrella, a unos 90 pasos, delante de la escalera donde hoy está situada la plaza del mercado, era la separación entre la plaza Mayor y plaza de La Estrella o también la capilla de la Soledad, hoy todas desaparecidas.
Igual se venden capillas, que ornamentos sagrados, imágenes, cálices etc. Son iguales que los mercaderes que echó Jesucristo del templo de Jerusalén.
No tienen escrúpulos, ni vergüenza, igual venden éstas cosas, y si viene al caso, como venderían a Cristo al igual que los hizo Judas
Aquí merece hacer algún comentario, para catalogar la clase de gente, que está al frente de algunos organismos, pero como decía Cervantes en el Quijote: Amigo Sancho, con la iglesia hemos topado. Para definirlos, hace falta escribirlos, pero para muestra un botón.
En el barrio de San Lázaro, la casa del escudo, conocida como del Asistente, por haber asistido en Sevilla a varios juicios de la Inqusición, (supongo que formaría parte del tribunal), este blasón tenía una gran corona circular, que le rompió mi suegro, D. Luis Delgado Taboada Rajoy, al colgarse de ella con un bastón cuando era niño, eso lo contó años más tarde como una travesura de niño y sobre el año 1.900 fue el mismo quien la vendió, la había heredado de sus padres y éstos de los suyos.
En una nota escrita por el abuelo de mi suegro D. Antonio Taboada Fidalgo, que fue quien compró la casa del escudo, cuando ardió el Pazo del Perú en 1.796, ponía que los propietarios primitivos de dicho inmueble, habían sido la familia Andrade de Castro, mi suegro hacía la suposición que debió de ser “El conde Andrade”, o de sus herederos.
Fue Presidente de la junta municipal en 1.902 y 1.903 También me contó que le había dicho su madre y a ésta el padre de ella, que ese escudo lo habían colocado años después de haberse terminado su construcción, lo habían traído de la zona de Santander o Santillana del Mar y su propietario se vio obligado a venderla por falta de recursos al abuelo de su madre D. Antonio Taboada Fidalgo, propietario de la Casa del Perú, a finales del año 1.700 o principios del 1.800, que fue cuando ardió el Pazo del Perú.
Fue regidor de Verín en 1.775 y también fue nombrado Juez el día 14 de abril de 1.799 ese mismo día, también fue nombrado fiscal, D. Antonio Taboada Soto. Que era hijo de D. Nicolás Taboada de Araujo, que había sido Corregidor de Verín, años antes
En ella hay una columna y otra antes de llegar al pueblo de Vilela en el Molino de la Veiga, pero ambas se hallan colocadas en sentido invertido, con las letras al revés, una sosteniendo una escalera y la otra sirviendo de apoyo a la galería de la casa y éstas columnas milenarias nos dan fe de las invasiones sufridas por los romanos. Otra tercera, se halla en el pueblo de Rebordondo, en el municipio de Monterrey, sirviendo de apoyo al tejadillo de una leñera.
Las tres columnas, tienen por éste orden, las siguientes inscripciones: C O O--M C.I - A V R--A P O-C A V G- T C P- C O S -O C O S-- D N- C O N S T- N T I- P I O- A V G.
También quedan para testimoniar su paso por estas tierras, varios castros, como los de Urdiñeira en Medeiros. As Chas.- O Pozo do Demo.- Lidairo o Ladairo y en alguna otra montaña que forma el valle de Monterrey cuyo nombre lleva el castillo situado en la cima del monte donde estuvo el colegio de los Jesuitas y montaron la primer imprenta de Galicia y hoy está situado el Parador de Turismo.
Al abrir zanjas para la construcción de edificaciones y apertura de pozos en el barrio de San Roque, se han encontrado monedas romanas y fenicias, objetos de cerámica y un hacha de bronce, que hoy se encuentran en el Museo de Orense
También donde se encuentran los balnearios de Sousas y Fontenova, se encontraron baños romanos, puntas de lanzas y otros objetos de procedencia romana. También se encontró una Ara de mármol, en la que figura una inscripción dedicada al dios Júpiter.
Así mismo en las cercanías de los pueblos de Tamagos y Mourazos, fue hallada por un agricultor, que estaba arando, una estatua de mármol, que representaba a una mujer y que también fue llevada al Museo de Orense.
Los romanos entraron en ésta parte del alto Támega, por el sur procedentes de Lusitania, donde tenían instalados sus campamentos de Aquae Flavie y Braga.
En la primer ciudad construyeron un hermoso puente de piedra de granito, en el que a ambos lados, en sus barandillas laterales, figuran las dos columnas en caracteres latinos, se lee lo siguiente: En tiempos del emperador Cesar Augusto Vespasiano, pontífice máximo, padre de la patria, a quien se concedió diez veces el tributo del pueblo; catorce veces capitán general y seis cónsul (dos renglones están casi borrados e ilegibles).
El nombre de Domiciano, hijo de Vespasiano y que se supone fueron borrados por su trato despótico y brutal así como por su depravada vida. .
En la otra columna dice: Siendo pretores de España y legados de los emperadores Cayo, Calpetano, Ráncio, Quirino, Valerio Festo Décimo Cornelio, Maciano, Séptima Gemma; Diez ciudades contribuyeron a levantar este puente: Los Aquiflavienses, Orbiganenses, Bíbalos, Equesos, Límicos, Ebicoseos, Querquernos, Tamaganí
Uno de éstos pueblos a que se refiere, es a los habitantes de ésta comarca llamados en aquel entonces: Equarseos.
Referente a la explotación de las minas del pueblo de Arcucelos, que aún se conservan en perfecto estado, una de ellas, cuya galería principal está en su totalidad, forrada de piedra de granito, como si fuese un túnel del ferrocarril
También se ven las bocas de minas con la anchura de sus filones en toda la montaña, al norte del pueblo de Arcus Celi (municipio de Laza)
Según todos los indicios, hace suponer que éste valle, debió de ser un lago en épocas remotas, éste gran lago tendría unos ochenta kilómetros de largo de norte a sur, y su anchura sería de nos veinte kilómetros y que por agentes geográficos rompiese por su lado su, en las cercanías del A Regua en Portugal quedando transformado en el actual río Támega el cual nace en el pueblecito de Tamicelas en el municipio de Laza.
Lo de haber sido un gran lago, se apoya, que cuando se profundiza en la tierra, para hacer un pozo,
Con el fin de obtener agua para una edificación o de riego, se observa que a un metro de profundidad aparece barro, al metro siguiente, una zona de cantos rodados muy gastados, debido al efecto del roce con el agua, seguidamente gradilla y grava menuda, mezclada con arena, otra vez otra capa de barro espesa y al seguir profundizando, sale agua en gran cantidad y que por mucho que se bombee, con motores, no se agota ni disminuye, aún en épocas de verano, a pesar de haber en valle mas de mil pozos, tanto de aros de cemento, como de barrena o tubos de varios metros de largo, clavados, llamadas puntas abisinias, con otra particularidad, de que en los pozos, por mucha agua que saquemos al exterior, nunca baja de nivel.
Pero la peor invasión sufrida por ésta comarca, fue la de unos tenderos que con su pollino del ronzal o de una mula cargada de: Ajos, cacharros de barro, loza ordinaria, pimentón y mantas zamoranas, irrumpieron en ésta zona, procedentes de los pueblos lindantes de la provincia de Zamora y traían un aparato o artefacto llamado Romana, que un ligero movimiento del dedo pulgar, la podían hacer oscilar dos kilos en cada pesada de compra o venta.
Para su tierra llevaban, trapos, pieles de animales domésticos y salvajes, cornezuelo, miel, terneros y cabras a cambio de lo que traían.
Pasado algún tiempo, fueron adueñándose de la comarca y prestaban dinero al Tres por ciento mensual y además al deudor le hacían firmar un documento llamado Pacto de Reto, en el que señalaban que por la deuda quedaba a responder, la mejor casa o finca del deudor, para que en caso de no ser devuelta la cantidad prestada en el plazo señalado, se quedaban con la propiedad descrita en el documento.
Uno de estos prestamistas o usureros llegó a tener en la villa Doce Casas y los mejores solares y fincas del valle. Como en aquella época eran tantas las enfermedades y muy malos años de cosechas, hacían que se fueran empobreciendo y ellos adueñándose del capital de todo el valle, por lo que se asentaron definitivamente en Verín.
Para azote también de la villa, se formó una partida de unos diez o doce facinerosos, que por las noches y en fogosos caballos, se reunían en cierta huerta de la alameda y salían a saquear alguna casa Rectoral, iglesia, casa pudiente de las cercanías o algún comerciante que regresaba de la feria del Riós, Cualedro, Laza, Monterrey o Villardevós, después de vender alguna pareja de vacas. Estos salteadores se disfrazaban de curas, monjas o militares y llevaban la cara tapada. En cierta ocasión, después de un robo, fueron apresados dos de ellos, que sentenciados, dieron con sus huesos en el penal de Santoña hasta su muerte. (datos dados por la nieta de uno de ellos)
Según el testimonio de los detenidos, su apresamiento fue de la siguiente forma: Al verse rodeados por las fuerzas de orden y antes de dispersarse, se pusieron de acuerdo para reunirse en cierto lugar, una vez que hubiesen despistado a sus seguidores, y los únicos que aparecieron en el lugar convenido, fue éste cabecilla con su lugar teniente, que fueron detenidos, y eran los que transportaban las monedas de cobre, de los otros dos Jefes, que transportaban uno, las monedas de plata y el otro las de oro, no aparecieron por ningún sitio, guardaron el precioso metal y así sus descendientes, hoy son ricos. La mayor parte de los componentes, eran comerciantes y gente conocida, que pasaban por hombres de bien, durante el día, para no infundir sospechas, estaban al frente de sus establecimientos, dándose a ver.
En la villa hay en la actualidad familiares de gozan de muy buena reputación y ocupan puestos de relieve. Cuando fueron desmantelados los tres conventos de Monterrey, las imágenes, joyas, cuadros y ornamentos pasaron a ésta villa, pero todo lo perteneciente a la Compañía de Jesús y de los Franciscanos, fueron depositados en los bajos de una casa de la Calle Mayor cerca de la iglesia parroquial y nunca más se supo de tal depósito.
Lo que sí se sabe es que, bastante tiempo después, en un camión de un transportista conocido, fueron cargadas muchas antigüedades, para ser llevadas a la estación del ferrocarril de Campo de Becerros, donde salieron con rumbo desconocido
También en otra ocasión estuvo en la villa un anticuario de Linares (Jaén) de nombre Rafael, que se llevó otras antigüedades compradas a sacerdotes de la zona de Verín y comarca.
En el siglo pasado, un domingo por la mañana aparecieron en ésta villa, tres cobradores de impuestos del Estado, que ataron sus mulas, en tres argollas de hierro, que había en cierta casa de la Plaza Mayor, en donde hoy está instalada la farmacia Santamarina
En aquella época había un comercio de tejidos, metieron dentro del mostrador varias talegas de monedas de oro y plata (Onzas y Doblones) para que se las guardasen, mientras ellos iban a oír misa, en la iglesia de la Merced, ya que los domingos y festivos se abría el comercio.
También dejaron en el mismo establecimiento, sus ropas de abrigo, arcabuces y armas que llevaban para su defensa.
Cuando salieron de misa y regresaron a la plaza, se encontraron con la sorpresa, que las caballerías, no estaban, donde las habían atado y el comercio estaba cerrado.
Hicieron preguntas, indagaron, e intervino la guardia civil y el juzgado, pero el caso es que al negar los comerciantes, que hubiesen estado allí, tales señores y que no habían dejado tal depósito, de talegos ni mulas atadas frente al comercio, la justicia detuvo a los cobradores de impuestos y fueron llevados a la cárcel de Orense y todo aquello quedó tapado, por tratarse de una familia que pasaba por honorable y de gran reputación por su religiosidad en la comarca.
Se supo meses después, que las mulas fueron pasadas a Portugal, por las cercanías de Arzádigos, pero de los talegos con monedas no se supo nada más.
Cuando regresó de Cuba, Don José García Barbón, a donde había ido de niño con un pariente suyo que era militar y que estas islas pertenecían a España.
Llegó a la villa con el propósito de engrandecer el pueblo, para lo cual hizo construir un gran colegio, que impartiese enseñanza gratuita a todos los jóvenes del municipio, dándole también todo el material escolar, (libros, cuadernos, lápices, plumas, pizarras etc.) y que el colegio fuese dedicado solamente a la enseñanza, poniendo al frente a los R.R. H. Hermanos de las Escuelas Cristianas
Hoy el colegio está dedicado a otros menesteres y actividades y los Hermanos fueron casi expulsados del pueblo.
jueves, 11 de agosto de 2016 a las 11:03
|