ASAMBLEA DE SOCIALISTAS CRITICOS
La sede del PSOE acogió en la mañana de ayer una asamblea informativa que contó con la presencia de algo más de 50 militantes. Entre ellos, el exsenador y asesor del grupo socialista en la Diputación Miguel Fidalgo; la diputada nacional Rocío de Frutos; la diputada autonómica Noela Blanco; el alcalde de Ribadavia, Ignacio Gómez, o el de Carballeda de Avia, Luis Milia.
En el encuentro se trasladó a la militancia presente "la necesidad de que cese en sus funciones la gestora y se dé paso a unas primarias y a un congreso provincial". Además se dio lectura a un escrito en el que se puso de manifiesto "el desacuerdo con las destituciones decididas en el grupo socialista provincial", en referencia al cambio de portavocía y al relevo del asesor contratado en la Diputación, Eladio Osorio.
Los convocantes de la asamblea valoraron positivamente el encuentro: "Hubo una presencia representativa de cargos institucionales y de la militancia".
Mientras, fuentes de la dirección provincial del PSOE subrayaron ayer que la escasa asistencia a la asamblea evidencia la situación de los críticos. "Ni la amplísima mayoría de los alcaldes, ni la mayoría de los portavoces municipales apoyaron con su presencia esta iniciativa –analizan–. Tampoco tienen la mayoría en la ejecutiva ni en el comité provincial. Y solo congregaron a entre 30 y 58 de los 1.400 afiliados de la provincia".
Faltas graves Detallan además que tanto esta asamblea como las afirmaciones vertidas en la misma "son constitutivos de falta grave, según nuestros estatutos, por atacar al partido y a los órganos elegidos democráticamente por todos los militantes".
Estas mismas fuentes destacan que "contra el ruido, nosotros apostamos por el trabajo y la acción política".
domingo, 18 de diciembre de 2016 a las 11:09
|
OPINION DE ANSON
AL AIRE LIBRE NEGOCIAR CON EL PSOE
“Con quien debe negociar el Partido Popular es, sobre todo, con el PSOE, hasta restablecer el espíritu de la Transición. Los secesionistas catalanes se encampanarán si no encuentran enfrente, unidos y sin fisuras, a los constitucionalistas.
En junio del año 2014, la ley de abdicación, que era la de proclamación del nuevo Rey, fue aprobada en el Congreso por el 86% de los diputados y en el Senado por el 90% de los senadores. Gracias al sentido de Estado de Alfredo Pérez-Rubalcaba funcionó el espíritu de la Transición. La voluntad general libremente expresada, representada en las Cortes, sede de la soberanía nacional, respaldó abrumadoramente a Felipe VI.
En septiembre de aquel año 2014, Mariano Rajoy pudo, y no quiso, convocar una Comisión para la reforma constitucional integrada por Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero, Duran Lleida, José Antonio Ardanza, Javier Solana, José Bono, Roca Junyent, Eduardo Zaplana y varios catedráticos de derecho constitucional, encabezados por Jorge de Esteban. Se hubiera suspendido el referéndum espúrio del 9-N en Cataluña y se habría producido el acercamiento de las nuevas generaciones, indiferentes ante el sistema al 70%, indignadas al 30%, asqueadas casi al 100%, tras las obligadas consultas a los dirigentes jóvenes políticos, sindicales, religiosos, universitarios, culturales, económicos, deportivos…
En septiembre del año pasado, el 2015, los trabajos de la Comisión con el acuerdo de una reforma constitucional moderada y profunda se hubieran sometido, conforme a las exigencias del artículo 168, a la aprobación de al menos dos tercios del Congreso y dos tercios del Senado. Después, preceptivamente había que convocar elecciones generales: las del 20 de diciembre. Tras ellas lo que procedía, al menos durante un año, era un Gobierno de coalición para la aprobación de la reforma constitucional por dos tercios del nuevo Congreso y dos tercios del nuevo Senado. Y a continuación, referéndum nacional en el que los catalanes hubieran ejercido su derecho a decidir junto al resto de los españoles, libres e iguales todos ante la ley. Analistas expertos a los que tuve ocasión de consultar cifraban el resultado del referéndum en el 75% de votos favorables en toda España y en más del 60% en Cataluña. Habría quedado resuelto el órdago secesionista catalán y además la incorporación de las nuevas generaciones al sistema, despejándose los horizontes para otros treinta años.
A Mariano Rajoy no le pareció bien poner en marcha lo que dictaba el sentido común y la previsión histórica y ahora anda mendigando, genuflexo ante el rebenque, la atención del secesionismo catalán. Se equivoca de nuevo. Nada se puede esperar de los independentistas en una negociación desde la debilidad. La situación, ya que ahora sería demasiado complicado abordar la reforma constitucional, exige la negociación profunda con el PSOE, sin descartar a Ciudadanos, para el acuerdo entre el centro derecha y el centro izquierda con el fin de imponer la ley constitucional a los órdagos secesionistas, atendiendo, por supuesto, a lo que establece el artículo 155 de la Carta Magna española. Vale la pena recordar que el socialista Tony Blair suspendió la autonomía irlandesa en varias ocasiones y terminó ganando la partida”.
Luis María ANSON de la Real Academia Española
domingo, 18 de diciembre de 2016 a las 11:01
|
ZAPATERO APOYA A SUSANA DIAZ
Flotaba en el ambiente. Después del amago vivido en un almuerzo en Sevilla con el expresidente Felipe González, el entretenimiento en el mitin que el PSOE-A celebró este viernes para conmemorar la Ley de Dependencia era ver en qué momento el también expresidente José Luis Rodríguez Zapatero daba su apoyo público a la andaluza Susana Díaz para que se pudiera considerar como el acto de inicio oficial de su carrera por dirigir el PSOE. Pero la brecha interna sigue muy abierta, y si algo caracteriza a Díaz es su control de los tiempos. Por eso, al final de su intervención, Zapatero incluso ironizó con el tema. “Con la edad no se pierde la elegancia, pero si la timidez, y yo deseo expresar todo mi cariño, mi afecto y mi apoyo a Susana Díaz…igual que hago con otros presidentes autonómicos cuando me llevan a los sitios”.
Era el mensaje que esperaban 2.000 militantes de toda Andalucía que abarrotaban el recinto ferial de Jaén. Todos en pie y aplaudiendo enfervorecidos. Fue el espaldarazo más claro de los recibidos hasta ahora por la secretaria general de los socialistas andaluces. No tanto por esas palabras como por la glosa previa, en la que Zapatero alabó que Díaz y el PSOE-A representan la “fuerza de ganar” del PSOE, fundamental para volver a ser un partido fuerte. O que, frente al desapego vivido durante la etapa de Pedro Sánchez, la dirigente andaluza reivindique los logros históricos del partido, como la Ley de Dependencia, la sanidad y la educación pública y universal.
“Desde luego que tiene que haber debate interno, somos un partido con libertad”, dijo, “pero si no defendemos lo que somos, la tarea realizada, seremos fantasmas de la historia, y nosotros somos historia de España”. En este sentido, y tras aplaudir el “sentido de la responsabilidad institucional” al desbloquear la legislatura y hacer una oposición útil, animó a explicar lo que defiende el PSOE y a hacer un congreso de futuro. “Y se tiene futuro cuando se tienen las raíces ancladas”. De nuevo en este punto volvió a hacer una mención velada sobre la andaluza, ya que aseguró que aunque se habla de debate de ideas y luego de personas, “esto no va así, las personas son las que tienen el proyecto y el liderazgo”.
En un tono parecido se pronunció Susana Díaz, para quien tras unos meses “duros y difíciles” en los que algunos “pensaron que íbamos a perder la centralidad, que no el centro”, consideró que el próximo congreso tiene que ser “un punto de inflexión para cambiar y ganar”. La presidenta andaluza templó de nuevo las prisas del sector crítico y aseveró que “para hacerlo bien y mover esta nave que es el PSOE, hace falta tener las ideas claras para saber el rumbo”. “Ningún viento es bueno si no se sabe dónde lleva”, dijo, reclamando que hay que actuar con calma porque “el partido no nos pertenece”.
sábado, 17 de diciembre de 2016 a las 12:49
|
LOS REMEDIOS EN PELIGRO
El santuario de Os Remedios de Verín fue clausurado hace veinte años por el mal estado del edificio. El sacerdote encargado del templo, Pedro Blanco, tomó la decisión ante las dificultades para salvaguardar la integridad física de los feligreses de esta iglesia de la localidad de Vilamaior. Las lluvias caídas en las fechas previas causaron daños en partes fundamentales del inmueble, como los contrafuertes de la parte oeste y el arco situado sobre la tribuna en el interior del templo. Esa circunstancia animó la decisión del párroco, que veía cómo seguía sin ejecutarse un proyecto de obras presupuestado en 25 millones de pesetas (150.000 euros), aprobado por el Obispado para la rehabilitación. Los daños en el santuario habían obligado, ya en el mes de septiembre, a celebrar la romería de Os Remedios en el exterior, sin que los fieles pudiesen acceder al templo.
sábado, 17 de diciembre de 2016 a las 11:42
|