MOMENTOS VACÍOS
 Momentos parados, sin tiempo ni intenciones. Momentos dormidos en sueños perdidos. Momentos que son nada, ni pensamientos.
Momentos que no queremos que despierten, de su letargo, momentos sin rumbo, ni fantasías. Solo un no saber qué hacer, olvidar por lo que se ha luchado, lo que no se ha conseguido, momentos sin reflexiones ni deseos. Oscuridad donde nada brilla, solo el no ver, oh no querer hacerlo. Ojos abiertos que no buscan la claridad de algo que falta y no sabemos el qué. Inconformidad, pereza de no romper con lo que no queremos. Desvíos de un camino que hicimos a fuerza por entre matorrales, para no llegar a parte alguna. Fin del camino, sin principio para otro hacer, cansancio de mí, de todo, compromisos olvidados, desayuno sin pan, café sin gusto, leche podrida, es mi empezar el día. Cansancio físico y moral, ternura desaparecida, abrazos perdidos, deseos que ya no quiero.
Momentos parados, sin vida, sin voluntad, ya nada me mueve, no quiero cambiar nada, solo echar mi cabeza en la almohada y cerrar los ojos con el pensamiento parado. El otoño entrando en mí, sol que ya no calienta, como yo despierta acostado, sin ganas de brillar en el invierno que inexorable se acerca. No reconozco en lo que estoy aquella que luchaba, deseaba, rebuscaba mares y tierras buscando lo que quería. ¿Momentos vacíos, quien no los tiene? Lo peor es que los demás son nuestro reflejo y pensamos que están iguales. Y así se puede perder todo sin darnos cuenta de nuestra culpa. Si no tengo alas echas de ilusiones, los otros las tienen. Respetarlos y ayudarlos seria el mejor, pero no tengo ganas, no quiero nada, pues de nada intenté tenerlo todo, lo tengo, pero ya es rutina. Cansancio de mí, cansancio de todo, aun sabiendo que estoy agotada, de tantas faltas de educación y atención, de desprecio, luché mucho, para ultrapasar todo, pero, los disgustos no matan, pero lastiman.
Tanta cosa, tanto remolino, a mi entorno, no lo veo, pero lo siento. Como ladrones escondidos en la noche esperan el momento de atacar, esperando que me arrepienta de no ser alfombra para la pisaren con sus pies.
Al dejar este pequeño piso y marchar para un mejor, tristeza tengo, aquí tuve momentos tan buenos, tantas esperanzas, tanta ilusión, que casi no quería marchar.
Una cosa más que queda atrás, Dicen para delante es el camino, sí, pero, ¿qué camino? Si llevo conmigo tanta magua, tanta tristeza, de lo que me hicieran y continúan haciendo. Quisiera olvidarlos, quisiera ser dura y fría, es difícil de conseguirlo.
Una pereza desconocida me invade, una melancolía me turba los ojos, un grito callado tengo en mi pecho, un adiós sin coraje para hacerlo, me aprieta el corazón.
Tanto he buscado un piso, ahora que lo he encontrado, viene en este momento parado, sin ilusiones y sin confianza en el futuro. Nunca volveré a sentir que no estoy sin familia, que tengo su comprensión y su ayuda. Una buena palabra me devolvería lo que está dormido en mi alma.
Noches acostada, dando vueltas incomodas, no tengo capacidad de pensar cómo resolver todo.
Siento que tenía una fuente llena de caramelos, hoy tengo los papelitos sin nada dentro, los han comido y me dejaran lo que es solo basura.
Escribo, no pienso, solo escribo, sin saber el porqué, quizá sea lo único que me queda para sentir que aún tengo vida dentro de mí.
Momentos parados, sin tiempo ni intenciones. Momentos dormidos en sueños perdidos. Momentos que son nada, ni pensamientos
Un día más, solamente. Vacía. Impotente, para despertarme y despertar otros que no quieren ver la realidad.
Porto, 12 de setiembre de 2013
Carminha Nieves
jueves, 12 de septiembre de 2013 a las 12:18
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CASTRELO
 La Plataforma de Defensa do Pobo de Campobecerros (Castrelo do Val) denunció ante el Seprona los vertidos que se están a registrando en las aguas de los arroyos Foxo Vello, Valcovo y Camba procedentes de las obras de apertura de la línea de alta velocidad AVE a su paso s obras del AVE para verter a uno de los arroyos
El colectivo vecinal, según explicó su presidente Xosé Barxa, también está instando a los vecinos a que remitan escritos -la asociación les facilitó un modelo en el que solo deben escribir sus datos personales-, al propio Seprona, Consellería de Medio Ambiente, Policía Autonómica y Confederación Hidrográfica Miño-Sil, quejándose de la situación en que se encuentran los citados cauces. "Os danos medioambientais están claros e pedimos que os responsables paguen por elo", apuntó Barxa Blanco.
En la denuncia, los vecinos alegan que en el río Camba "observase a simple vista unha forte contaminación por lodos e as augas presentan un cor grisácea, cunha alta carga de materia orgánica".
En el arroyo Valcovo, según recoge la denuncia, la situación es diferente, dado que el agua presenta "unha cor vermella con restos metálicos".
El vecindario no cita directamente a la Administradora de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) en la denuncia pero recuerda que la situación se produce debido a las obras de apertura de la línea del tren de alta velocidad, más en concreto a los túneles de A Capela-Campobecerros y Portocamba-Campobecerros.
GASÓLEO
La plataforma vecinal, además, argumenta que el río Camba ya fue objeto de varios vertidos durante el verano, alguno de gasóleo, a causa de los continuos viajes de camiones cisternas para cargar agua para los citados trabajos.
Los vecinos solicitan al Seprona que investigue si los cauces de los citados arroyos han sido contaminados, la procedencia exacta de los vertidos, si los responsables cuentan con la correspondiente autorización y si están cumpliendo la legislación en materia de medio ambiente. En caso de no ser así, denunciarían la situación ante los tribunales de justicia.
En Adif reconocen las incomodidades que pueden ocasionar los trabajos a los vecinos afectados por la apertura de la vía férrea, pero niegan cualquier contaminación en los ríos y manantiales, argumentado que las obras se están llevando a cabo por tramos, en los que se tratan cualquier tipo de aguas residuales antes de verterlas al exterior. De hecho, recuerdan que en la actualidad se está tramitando la autorización para verter aguas residuales al cauce del río Arnoia, una vez depuradas, de la perforación del túnel de Prado (Vilar de Barrio).
REUNIÓN
Sin embargo, las quejas ya despertaron reacciones dado que los responsables de la compañía ferroviaria convocaron a Xosé Barxa y resto de miembros de la plataforma vecinal a una reunión para el próximo viernes para analizar los daños que ocasionan las obras.
jueves, 12 de septiembre de 2013 a las 9:55
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EL PASEO
 Aquel "paseo" cotidiano, costumbre que se borró con el tiempo, permite recordarla, por lo que tenía de entrañable, acudiendo a la cita diaria del atardecer en aquel Verin de la primera mitad del pasado siglo.
Los grupos de muchachos y chicas, paseábamos en el tramo de la Avenida de Luis Espada, desde el "Capitol", de "Romanones" hasta las cocheras de erille, en un ir y venir de aquella noria humana, que compartíamos para comentar cosas del momento, temas cercanos, cruzando saludos amigables, en el ir y venir, que culminaba con la salida de quienes asistían a las sesiones de los cines "Principal", de Oterino y el "Puga", de Beda Mangana, era la hora del "arte" de las diez que traían las noticias, después de un comentario de actualidad de quien fue nuestro profesor en la facultad de Periodismo, Gómez Aparicio.
Recordaremos, también, aquellas horas del "paseo" de años de estudiante en Ourense, en la calle de Calvo Sotelo, bautizada, popularmente, como "calle del paseo", con el cotidiano trajeteo, entre los Jardinillos del Padre Feijoo, hasta el Gobierno Militar, en el Parque de San Lázaro, donde se estaba construyendo el gobierno civil, paseo, al igual que sucedía en Verin, finalizaba con las sesiones de tarde, el Losada y el Xesteira.
Y la misma costumbre la mantuvimos tras nuestra llegada a León, acudiendo a la cita de amigos, en la avenida de Ordoño II, vieja costumbre, también desaparecida que, asimismo, concluía con la salida de espectadores de las salas de cine "Azul", "Mary" y "Condado".
Aquella época del "paseo", entrañable costumbre, desapareció, pasando a mejor vida y hoy quedó relegada al olvido, cuando permitió consolidar amistades, relación de convivencia, e, incluso, gratos momentos de quienes formalizaron romances amorosos que terminaban en el altar.
A pesar de todo, la vida sigue y el pasado se fue, dejando estos recuerdos de estampas costumbristas, estampas de la vida familiar.
Joaquín NIEVES
jueves, 12 de septiembre de 2013 a las 4:26
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