El art.155 de la Constitución y Cataluña
Son diversas las interpretaciones del citado precepto constitucional en relación con el posible "estreno", en su día, con respecto a Cataluña en su deriva soberanista. No hace mucho pudimos leerlas en la prensa. Supondría una novedad política de primera magnitud por su trascendencia. El art.155.1 de la Carta Magna dice: "Si una Comunidad autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, O ACTUARE DE FORMA QUE ATENTE GRAVEMENTE CONTRA EL INTERÉS GENERAL DE ESPAÑA, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma, y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas NECESARIAS para obligar a aquella al cumplimiento FORZOSO de dichas obligaciones, O PARA LA PROTECCION DEL MENCIIONADO INTERÉS GENERAL". El "derecho a decidir" de los catalanes, ejercido mediante referendum o consulta con EXCLUSIVIDAD, es decir, sin el concurso de todo el pueblo, es INCONSTITUCIONAL. Porque el art.1º.2 establece que "la soberanía nacional reside en el pueblo español del que emanan los poderes del Estado". Y el art.92.1 dice que "las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referendum consultivo de TODOS los ciudadanos. "Está facultado, ÚNICAMENTE para proponerlo al Rey, el Presidente del Gobierno de la Nación". No ofrece duda alguna de que el contumaz pronunciamiento de la Generalitat en el sentido de que la consulta, o referendum exclusivo, se cumplirá por encima de todo, supone un ATENTADO GRAVE CONTRA EL INTERES GENERAL DE ESPAÑA Y UNA CONTRAVENCION GRAVE dela norma constitucional. Si el "empecinamiento" continua, no cabe duda de que el Gobierno puede hacer uso de la norma citada contra Cataluña. Entre "las medidas necesarias" que se podrían adoptar estaría la suspensión de la autonomía y la reversión de los poderes delegados al Gobierno central. Es verdad que, para ello, se necesitaría un Gobierno dotado de la máxima energía dadas las consecuencias incalculables que se producirían, todas legales.
Manuel Domínguez Viguera
jueves, 31 de octubre de 2013 a las 19:05
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EL PODER DEL AMOR
Vivir la vida significa saborear cada instante, haciendo que sea especial. A veces estos momentos están llenos de dolor, de angustia, melancolía, alegría, risa, indiferencia, cansancio, vitalidad, sueños... Todos ellos forman el presente, el momento, el ahora, y a la vez, son la vida.
El dolor, la tristeza, la rabia, la ira, son estados emocionales que debemos aprender a gestionar para que no puedan con nosotros. Debemos transformar su presencia, haciendo que sean acompañantes en nuestro día y no la voz que mueve nuestros quehaceres. Trataremos, a medida que podamos, de exteriorizar, de sacar afuera lo que sentimos interiormente. Sabemos hacerlo, pues lo hacemos de manera automática y otras consciente, cuando estamos alegres y felices.
Aprovechemos el poder que tenemos, el poder de la transformación y transmutación. Podemos convertir el dolor en un viejo acompañante, en un apoyo para conocernos mejor y a la vez, en fuerza para seguir adelante. No se trata de sacar definitivamente de nuestra vida al dolor, porque en determinadas situaciones resultaría imposible. Hagamos que el dolor sea un aliado, en un espejo donde poder mirarnos y decir, ese dolor soy yo y no quiero que me queme por dentro, que me destruya. Podemos lograrlo.
Podemos conseguirlo a través de una técnica sencilla, querernos. Simplemente, tenemos que abrazar todo lo que somos. Si hay alegría, respirarla; si hay dolor, amarlo; si hay tristeza, quererla. Cada vez que luchamos contra el sufrimiento, sin entenderlo, luchamos contra un titán, se convierte en un gigante y el esfuerzo es muy grande.
Si decimos, "te amo tristeza, te amo dolor" lo que estamos haciendo, es integrarlo, reconociendo que en ese instante somos tristeza, somos dolor. Nos aceptamos, integramos, no luchamos. El esfuerzo se diluye y es menor, lo que posibilita que sentimientos dolorosos que vivimos se vayan disolviendo poco a poco.
Decirnos, "me amo", a pesar de lo que sintamos, aceptarnos en todas las circunstancias, es saber que siempre nos tendremos, es amarnos sin limitaciones, de manera incondicional. El amor, sana, cura las heridas, da fuerza, reconforta, es nuestro aliado más fiel. Cuando nos amamos, somos, estamos llenos, vivimos instantes de felicidad, de paz y calma, de bienestar. Estamos ayudando a que todo lo doloroso quede en otro plano, permite que respiremos y cargarnos de fuerza para afrontrar todas las situaciones que nos rodean.
Amarnos, significa no cerrar los ojos ante lo que duele. Podemos aprovechar esta situación como un proceso, una prueba en el aprendizaje del alma, de la vida, de nosotros mismos.
Amarnos a pesar de los pesares, en las épocas difíciles, en los momentos más complicados, en las pérdidas, en la marcha de los seres queridos, en las rupturas que nos muestra la vida, es seguir viviendo, es aceptar que podemos vivir en un mismo instante el dolor y el amor. El amor sólo se apaga si le damos permiso para ello.
Está en nuestras manos cómo queremos vivir. No vamos a poder impedir que el dolor desaparezca, pero podemos conseguir que sea un acompañante, conversar con él, aprender junto a él; y una vez integrado, ser aún más completos, pues el amor, nunca es vacío, siempre llena. Nunca se acaba. El amor es un poder regenerador, sanador, curativo; el amor es compasión, compromiso; el amor, es avance, es mirar hacia adelante, el amor no limita, pues es expansivo.
Vivir la vida, es vivir el amor. Amarnos es amar lo bueno y lo malo desde la aceptación y cuando lo consigamos, nos liberaremos volviendo de nuevo a sentir que somos seres completos, amorosos.
Mª Eugenia AURENSANZ
martes, 29 de octubre de 2013 a las 15:31
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