AGRADECIMIENTO
Acabamos de recicbir el comentario que Daniel Fernández Novoa publicó días pasados en la pagina 16 de La Región, comentario que nos trae grandes recuerdos por las referencias a la fecha de hace 67 años un 16 de Agosto en una romería de San Roque en León conocimos a la que de por vida fue nuestra amada esposa. Daniel Fernández Novoa en su comentario del pasado 30 de Agosto hace un perfil de nuestra trayectoria profesional . Recordamos las entrañables fechas del 16 de Agosto de 1947 y hace cinco años, en otro dia de San Roque en Verín, donde sufrimos un grave accidente de automóvil que después de ser asisitido en el Hospital pasamos a la habitación del hotel donde nos hospedábamos. Precisamente nos fueron a visitar en aquellos momentos difíciles Dani y su madre Lolita Pérez de la Tahona familia muy querida por nuestra esposa . En esa visita hicimos entrega al jurista que firma el trabajo de la Región de unas fotografías y primeras páginas de los periódicos nacionales de Madrid con referencias a hechos que se habían sucedido a lo largo del pasado siglo en la Villa . Ya en fecha reciente Daniel y el magistrado Manuel Domínguez Viguera nos acompañaron en la presentación de un libro en el Salón de actos del Colegio Amaro Refojo. En esa presentación Fernández Novoa hizo un perfil amplio de nuestra trayectoria profesional , recordando nombres que el profesor de la escuela de periodismo Jose Altabella mencionó nuestra memoria sobre el periodismo en Verín con ocasión de un trabajo que publicó en el Diario La Región en la inauguración de una moderna rotativa . Así mismo Daniel hacía mención a quienes facilitaron la documentación para aquella memoria entre ellos los verinenses Jesús Taboada , Jose Pereda, Jose Álvarez Limia, Manuel Castro Cordeiro y, asimismo hacía referencia a profesores de la escuela de periodismo entre ellos el Salabrés Bartolomé Mostaza Rodríguez, quien en Orense había dirigido el periódico Arco, este profesor de la Escuela que nos propuso para la concesión de la Beca de estudios concedida por la editorial Católica, editora del ya empresa de la que era director. También se cita al profesor del Centro de periodismo Enrique de Aguinaga, cronista oficial de Madrid a quien en su juventud conocimos en Orense como funcionario de telégrafos . Otros profesores que nos animaron en aquel trabajo de la Memoria como Victoriano Fernández Asís , gallego de la Coruña que años más tarde como director de televisión española nos propuso para el equipo de redactores como ofrecimiento que desestimamos y entre los también citados el más destacado fue quien nos dio clase, el ilustre Don Manuel Fraga Iribarne al que ahora recordamos cuando fue a Monterrey para la instalación del Parador de Turismo, día en que el Ayuntamiento de Verín nos obsequió a los asistentes a un almuerzo en el Hotel Cabreiroá, acto en el que el regidor verinense dio lectura al acta del acuerdo municipal que concedía el título de Hijos Adoptivos de Verín al matrimonio Fraga Iribarne Estévez Eguiagaray, esposa del político que en aquella ocasión en un acto celebrado en los salones del Buenos Aires un grupo de directivos del equipo de fútbol verinense nos hacía entrega de una carta en la que solicitaba a Don Manuel Fraga un estadio de fútbol, carta que doña Carmen Estévez tomó en sus manos haciéndole saber que su deseo sería cumplido y dirigiéndose a nosotros añadía que también se cumpliría nuestra propuesta de la creación en Abedes del primer teleclub, que el ministerio iba a instalar en aquella localidad, también propuesta que se hizo realidad. Todos estos recuerdos que el amigo jurista Daniel Fernández Novoa hace públicos ahora en La Región nos permitimos trasladar como recuerdo a quien nos acompañó a lo largo de toda nuestra vida y aprovechamos para expresar nuestro agradecimiento con un fuerte abrazo al entrañable amigo de la familia de la Tahona extensivo a quienes en los últimos días nos han enviado mensajes por distintos medios. Moitas gracias Daniel. Un abrazo de Quinito
Foto del estrado del Amaro Refojo acompañados a ambos lados por Manuel Domínguez y Daniel Fernández Novoa.
sábado, 06 de septiembre de 2014 a las 11:58
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Otoño en la montaña
Pronto entra el otoño, siguiendo al verano. Y el otoño tiene su encanto, no igual en todas partes. En la montaña tiene un sabor especial. Y en la montaña gallega especial y distinto. Diferente porque no es un periodo más del tiempo, sino porque se asocia a actividades que no en todas partes se practican, como la caza. Y tiene, pues, el sabor añadido de la perdiz, del conejo, del corzo y del jabalí... El sabor de la caza y la fuerza de la tradición ancestral que lleva en su alma el cazador. Yo he pertenecido, por mi sangre y por mi matrimonio, a familia de grandes cazadores: mi padre, mi suegro, mi cuñado Luis, el Médico... Y he podido disfrutar del ambiente mítico de Cerdedelo, la tierra de mi padre. Esa aldeita perdida en la montaña que solo se conoce por el ferrocarril que la atraviesa... Ahora las obras del AVE, en los años cuarenta del pasado siglo, las del tren que ahora pasa.... Mis recuerdos de juventud en Cerdedelo, poco antes de venir a Verin, son imborrables y están ligados a los verdes prados, a los ríos cristalinos preñados de truchas, a los caballos, a los perros, a las vacas gallardas, de altiva testuz, las de la raza autóctona, tan distintas a las otras vacas de las tierras que dan al mar... Y recuerdo el despertar de la aldea, con el ruido bucólico de los pequeños cencerros de la "viceira", de los cantos del gallo, de las voces de los conductores de carros cuyo "eixe" cantaba como un cornetín de diana cuartelera.... Y recuerdo los verdes campos, con el ganado pastando, vigilado a veces por lindas mozas. Y hasta la lluvia... tenía un sonido peculiar cuando caía sobre los tejados de pizarra de la casa de los abuelos. Recuerdo ese sonido mezclado con el de los discos de un viejo gramófono con altavoz de los de "la voz de su amo", el sonido de los antiguos foxtrot de los años treinta... Más tarde con el de la radio que funcionaba con la energía eléctrica que suministraba el ferrocarril en construcción. En aquel viejo cuarto de estar de la casa de tío Luis, tan acogedor... Y recuerdo, con nostalgia, el regreso de los aldeanos después de las faenas, conduciendo sus rebaños de vacas, de cabras y de ovejas en los atardeceres de la aldea... y a los "carrilanos" que, como auténticos mineros, regresaban del duro trabajo en los túneles, donde iban contrayendo, sin apenas darse cuenta, la silicosis que habría de matarlos.... Y, más tarde, recuerdo a las mozas con sus cántaros en la cabeza, en un equilibrio casi mágico, que iban a la fuente de la plaza de D. José Benito, mi abuelo, a llenarlos con el agua cristalina que vertían los grifos, agua que procedía directamente de la montaña...
¡Recuerdos de juventud en las montañas de Cerdedelo!
viernes, 05 de septiembre de 2014 a las 23:09
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Muy agradecido
Muchas gracias, querido Paco, por tu felicitación. Es verdad, la mitad no podrida del viejo olmo, aún da frutos... gracias a la juventud de los que asumen la labor de perpetuar la especie. Así queda algún rastro del "viejo olmo", cuando se pudre del todo... "Apertas" afectuosas...
Manuel Domínguez Viguera
miércoles, 03 de septiembre de 2014 a las 19:18
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Para Madovi
Mi más sincera felicitación por tu nuevo retoño. Veo que nos vamos pareciendo al "viejo olmo, en su mitad podrido...", como cantaba Antonio Machado. Yo, de momento, tengo un nieto y dos nietas, encantadores todos ellos como lo son todos los niños antes de llegar a los ochenta años. A partir de ahí... ya es un privilegio seguir adelante. ¡Congratulations, Manuel, por tu Manolillo, que de momento cabe en un bolsillo! No escribo; pero os sigo a todos todos los días.
miércoles, 03 de septiembre de 2014 a las 15:17
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Una nueva vida
Los que somos viejos experimentamos una vitalista sensación cada vez que nace un descendiente, un hijo, un nieto, un bisnieto... Es la sensación de ver como el viejo árbol, el viejo tronco, continúa dando frutos al correr del tiempo... En la madrugada del día primero de septiembre, antes de ayer, ha nacido mi segundo bisnieto: Manuel Suarez Domínguez-Viguera, hijo de mi queridísima nieta Angela, aquella niña a la que, de muy pequeña, dormía en mis brazos cantándole antiguas melodías..... "Igual que en viejos tiempos....", "Oriamendi"... Una niña que mostraba una especial predilección hacia sus abuelos de "El Perú", hasta el punto de que pasaba largas temporadas en Palencia, donde vivíamos entonces. Es curioso, pero la misma predilección mostró siempre con nosotros, cuando vivíamos en Vitoria -donde hasta pasó el "sarampión" en casa- Luis Cleto mi nieto mayor, padre de Clara la primera de esa última generación familiar: también dormía en mis brazos al arrullo de las mismas viejas canciones..... Hoy doy gracias, una vez más, a Dios porque ha permitido que se cumpla en mi la bendición bíblica:..." y veras a tus hijos, y a los hijos de tus hijos, hasta la tercera generación......" ¡Bienvenido Manolito a este difícil mundo en que vivimos!.
miércoles, 03 de septiembre de 2014 a las 11:44
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