COMENTARIOS DE LUIS MARIA ANSON
Seguimos de cerca los magníficos comentarios sobre actualidad política que firma en esta página Luis María Ansón, académico de la lengua ilustre periodista que fue director de ABC y presidente de la Agencia EFE, compañero nuestro en la escuela de periodismo, número 1 de la promoción, el más joven de los alumnos de aquella hornada de futuros titulados en la profesión. Ansón nos honró con su larga amistad a lo largo de muchas décadas, conservando en nuestro poder algunos de sus libros con expresivas dedicatorias. Monárquico de pura cepa, donjuanista de principio a fin, miembro del consejo privado del Conde de Barcelona recordando que durante su estancia en la escuela oficial de periodismo creó, arropado por compañeros donjuanistas, el "Círculo verde" "viva el rey de España" , emblema que aquel puñado de compañeros lucían en la solapa. Ahora Ansón a través de sus comentarios en esta página de mispueblos "trae con puntualidad las opiniones en torno a la actualidad política nacional, temas que siempre le atrayeron desde su juventud como periodista de pura cepa. Siempre estaremos en deuda de gratitud por habernos incorporado en su etapa de presidente de la Agencia EFE a su equipo de redactores en la delegación de Castilla y León y más agradecidos por los premios de la empresa a sus corresponsales. Los temas de Anson en esta página son un regalo para los lectores como también lo son los apuntes jurídicos que comparte con quienes colaboramos nuestro ilustre amigo el magistrado Manuel Domínguez Viguera, aportando a cada tema las puntualizaciones a destacados miembros de la judicatura , anotaciones de gran calado jurídico que merecen la pena tener en cuenta por quienes siguen de cerca todo lo relacionado con la transición y el ordenamiento jurídico que emana de la Constitución. Por todo ello nos congratulamos de que quien fue número uno de nuestra promoción que contó con el reconocimiento intelectual de aquel joven escritor que llevaba en sus venas el amor por la profesión que alguna compañera calificó como la profesión más hermosa del mundo y Ansón con su buen hacer y escribir la supo elevar a las máximas cotas engrandeciéndola con su saber y entender. Opiniones como las de Ansón y Domínguez Viguera son un regalo para quienes seguimos el acontecer cotidiano a través de ésta página de "mispueblos", cuyos regidores pueden estar orgullosos de contar con éstas firmas que tanto la prestigian, colaboradores que no tienen empacho en firmar sus opiniones avalándolas con su firma que debiera de ser espejo a otros comentaristas, algunos de ellos ocultándose en algún pseudónimo o nombres imaginarios, por todo ello nuestro reconocimiento a quienes durante tantos años fueron espejo en el que intentamos vernos desde una perspectiva más modesta y sin tantos merecimientos como los aquí reseñados por Luis María Ansón académico de la lengua española y Manuel Domínguez Viguera que dejó patente su trayectoria profesional al frente de la audiencia provincial de Palencia donde muchos castellanos leoneses le siguen recordando en la actualidad.
JOAQUIN NIEVES
lunes, 17 de noviembre de 2014 a las 11:55
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Opinión
Desde el punto de vista político, la extensión del movimiento independentista catalán es el asunto más serio que se ha planteado en la vida política española desde la instauración de la democracia. Es serio porque los catalanes tienen derecho a ser tomados en serio. Es serio porque afecta de forma íntima a la vida de la gente. Es serio por sus consecuencias económicas, sociales y políticas. Y es serio porque este asunto grave se agita en un momento de máxima debilidad institucional y con unos dirigentes sin fuerza para tomar decisiones. En España debería haber elecciones anticipadas. Los analistas políticos debaten las estrategias de los partidos catalanes y el acaso de unas elecciones plebiscitarias convocadas por la Generalitat. En realidad, las elecciones anticipadas deberían convocarse en España de forma inmediata. El problema es que el calendario electoral próximo y la situación política del PP no permiten su celebración. La paradoja que se desata es la siguiente: Mariano Rajoy, el máximo responsable ahora para encontrar soluciones, es la persona menos indicada para gestionar el asunto. Durante muchos meses no ha dicho nada, pero es que no puede decir nada. La presión política de sus propios asesores le ha obligado a convocar una rueda de prensa (¡incluso aceptando preguntas!), y no ha dicho nada nuevo. Pero es que no puede decir nada nuevo. Quitarle importancia a la movilización cívica que se produjo en Catalunya el 9 de noviembre es un acto de torpeza vieja e interesada, pero es que Mariano Rajoy es en sí mismo la torpeza vieja y andante. Los silencios de Rajoy han sugerido entre sus devotos muchas interpretaciones de inteligencia sigilosa, gallega, proclive a las estrategias ocultas. Pero resulta que los años han demostrado que este sigilo sólo es eficaz para acabar con sus competidores dentro del Partido Popular. Es un sigilo malvado de autoconsumo. Para todo lo demás el silencio de Rajoy es la nada, el pasmo, alguien que no va más allá de fumarse un puro y de leer la prensa deportiva. Claro que pueden hacerse muchas interpretaciones del independentismo catalán, de las tácticas y las coyunturas, de las mentiras y las verdades. Pero la situación al final es la siguiente: 1) Resulta muy difícil para una convivencia democrática negarle a la gente su derecho a decidir en las urnas. 2) Desde hace años, desde el recurso ante el Tribunal Constitucional contra el Estatut, la situación política y social corre a favor de los independentistas. Los ciudadanos catalanes tendrán que valorar las decisiones de Artur Mas. Los ciudadanos españoles tendremos que valorar las decisiones de Mariano Rajoy. Y me parece que sus silencios, su falta de diálogo, su decir no y no, además de favorecer una confusión que alienta el independentismo, se deben a su inutilidad en este momento como figura política. Está callado, porque no puede decir nada. El diálogo con Catalunya necesitaría una voz que representase el respeto a Catalunya, el respeto clarificador a todas sus sensibilidades. Mariano Rajoy es uno de los máximos responsables de una política basada en ofender en bloque a Catalunya para ganar votos en Madrid, Sevilla o Albacete. El diálogo con Catalunya necesitaría una voz que representase el respeto a la seriedad jurídica de las instituciones. Mariano Rajoy es uno de los máximos responsables del desprestigio y la falta de independencia del Tribunal Constitucional. Su manera de actuar ha extendido la idea de que el Tribunal está al servicio de los dictados del Gobierno, y en muchas ocasiones como bombero urgente de los incendios que provoca la inutilidad política. El diálogo con Catalunya necesitaría tener presencia en Catalunya. Mariano Rajoy es responsable también de la fragilidad del PP en Catalunya y del surgimiento de fuerzas españolistas conservadoras al margen de su partido. El diálogo con Catalunya necesitaría proyectos alternativos, maneras de formular una política no centralista, ideas para reformar la Constitución. Mariano Rajoy es el máximo responsable no ya de la parálisis, sino de un proceso de recentralización con fines ideológicos. Como las competencias autonómicas se dedican sobre todos a los servicios públicos, la liquidación del Estado del bienestar ha provocado de forma inevitable un proceso de deterioro autonómico y de recentralización. El diálogo con Catalunya necesitaría ilusiones colectivas de carácter político y social, no sólo identitario. Mariano Rajoy representa a un partido que ha trabajado mucho, y con él a la cabeza, para deteriorar la vida laboral y económica de los ciudadanos en favor de élites especulativas que no conocen patria. El diálogo con Catalunya necesitaría un Gobierno con prestigio político, alejado de las sombras de la corrupción. Mariano Rajoy es, con sus mensajes al tesorero Bárcenas, con su caja B, sus sobresueldos y sus pagos en dinero negro, con sus mentiras ante el Parlamento, la cabeza visible de la corrupción española. Representa a un país sin prestigio nacional e internacional. Mariano Rajoy está quieto, porque no puede hacer ni decir nada. Las elecciones anticipadas son un requisito imprescindible para abordar cualquier problema en España. Y, sin embargo, Mariano Rajoy no puede convocar elecciones. Es el fantasma de su propio vacío.
Luis García Montero
sábado, 15 de noviembre de 2014 a las 11:55
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OPINION DE ANSON
PEDRO ARRIOLA, EL NEGOCIADOR DEL 9-N
Acabáramos. Un periódico catalán ha desvelado la noticia que lo explica todo o casi todo. Mariano Rajoy nombró a Pedro Arriola como negociador para el 9-N. José Enrique Serrano, del PSOE, y Juan Rigol, por parte de la Generalidad, completaron el trío negociador.
Arriola dio continuidad a su estrategia habitual de no hacer nada, de completa pasividad, de que el tiempo arregla las cosas. El resultado de la negociación arriólica, para ludibrio de Mariano Rajoy, ha sido que Arturo Mas exhibió sus urnas, lo manipuló todo, hizo declaraciones chulescas y ofreció los datos que le vino en gana, sin que hasta ahora hayan sido desmentidos o puntualizados.
El Partido Popular y Mariano Rajoy tendrán que explicar por qué hombres como Pedro Arriola se mantienen en el machito. El señor Arriola es de hecho la eminencia gris de Mariano Rajoy. Son muchos los dirigentes populares que están que braman ante el espectáculo de debilidad e inconsistencia que ha dado un Gobierno con mayoría absoluta. Mariano Rajoy es ya el dirigente político de partido con menor aceptación popular. Erre que erre sigue sometido a Pedro Arriola, que le ha conducido al despeñadero. Luis María ANSON de la Real Academia Española
jueves, 13 de noviembre de 2014 a las 10:36
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Comparecencia?
Es bien sabido que en lo que al cumplimiento de la ley se refiere el Gobierno y el PP son inflexibles. En eso no admiten bromas. Es detectar una transgresión, por mínima que sea, del Código Penal, del Civil o del de Hammurabi y encaminarse alguno de sus dirigentes como alma que lleva el diablo hacia el juzgado de guardia más próximo para denunciarlo, porque a la derecha genéticamente la ilegalidad la subleva. Sería prolijo enumerar los casos que han llegado de esta forma hasta los jueces. De no haber sido por el PP hubiéramos vivido ajenos a la corrupción que nos rodea pero afortunadamente teníamos a estos superhéroes con corbata que no han pasado ni un soborno, especialmente los que afectaban a su partido. Y quien dice corrupción, dice también otros delitos menos comunes en España, desde el vandalismo a la tala de árboles, desde la caza furtiva a la calumnia. Ningún presunto delincuente ha podido estar tranquilo porque a la que se daban la vuelta allí estaba un ministro o un concejal del PP para levantar acta de que no había recogido la caca del perro. El país ha tenido inscrita en la parte amarilla de la bandera esta leyenda del jurisconsulto Ulpiano para que se viera mejor y pareciera que sabemos latín: Honeste vivere, nemimen laedare, suun cuique tribuere (Vivir honestamente, no dañar a otro, dar a cada uno lo suyo). El imperio de la ley a nuestro lado no pasa de ser una república bananera. Con estos antecedentes se entiende la desazón de los conservadores por la votación del 9-N en Cataluña, que, si no sedición, ha tenido que ser ultraje, y si tampoco ha sido ultraje pues rebelión, traición, apartheid o crimen de guerra. Es fácil imaginar a los líderes populares mesándose los cabellos, preguntándose si la razón del silencio de Rajoy era porque se había pasado con la siesta o porque él mismo estaba escribiendo de su puño y letra el nombre de los más de dos millones de personas a las que había que denunciar como cómplices necesarios de Artur Mas, que ni que fuera Miguel Blesa para seguir paseándose por las Ramblas impunemente. Llevada por la lógica impaciencia, Alicia Sánchez Camacho ya adelantó que la fiscalía actuaría contra Mas, y si no dio la hora exacta en la que se presentaría la querella fue para que no se creyera que el ministerio público es una marioneta del Gobierno, algo que a nadie se le hubiera pasado por la cabeza conociendo la proverbial autonomía del fiscal general del Estado, ya que decir independencia sería mentar a la bicha. Para hacer público y notorio que el presidente ya no dormía, al mediodía y al estilo de la Virgen de Fátima, Rajoy se apareció a los medios de comunicación en una comparecencia extraordinaria que alienta las sospechas de que la tele de plasma se ha roto y está por ver que siga en garantía. Lo que al menos se ha confirmado es que no ha sido necesario pagar un nuevo discurso al escribiente de guardia sobre la cuestión catalana porque ha sido idéntico al que ha repetido en los últimos meses con el único añadido del fracaso de la votación y la consiguiente contribución de algún matemático de cabecera: si un tercio ha votado es que dos tercios no lo han hecho. Exacto. Rajoy respeta mucho la autonomía de la Justicia que lo de independencia ya se ha dicho que suena mal- y ni se le ha ocurrido decir al fiscal si tiene que pedir inhabilitar a Mas o que le apliquen el garrote vil. Sus afirmaciones de que el 9-N ha sido una ilegalidad y punto o de que se ha celebrado incumpliendo la resolución del Tribunal Constitucional hay que tomarlas, en consecuencia, a beneficio de inventario. Sólo alguien completamente despierto es capaz de enunciar el nuevo trabalenguas presidencial: Yo no soy nadie para decir a la Justicia lo que tiene que hacer y nadie es nadie para decirle lo que no tiene que hacer. Bajo este cielo enladrillado, Rajoy ahondó más en la cuestión: Desconozco lo que el fiscal va a hacer; he leído lo mismo que ustedes. En definitiva, aquí no ha pasado nada, es un fracaso que sólo 2,3 millones de catalanes hayan metido una papeleta en las urnas porque los otros son más, España es la casa de todos, el paro es preocupante, soy un tío sensato que no manda tanques al Paseo de Gracia y diálogo todo, pero a ser posible de fútbol. Son las tablas de la ley de la Moncloa. Lo de Rajoy sí que tiene delito.
miércoles, 12 de noviembre de 2014 a las 19:27
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