Pequeñeces...
¡Pequeñito el ruiseñor está temblando de frío porque ha nacido tardío y nada le da calor en la orillita del río, donde el hielo es el señor! Ya se acerca con primor y al ver al niño aterido lo recoge de su nido y lo lleva el pescador para buscarle cobijo entre el jarro y el botijo del rincón del comedor. Pasa la tarde lloviendo. Lo que, amigo, yo no entiendo es por qué las cosas tiernas no debían ser eternas. Con el suave resplandor que atraviesa los visillos se pueden ver dos ojillos que agradecen el favor.
PacoBarxa.
miércoles, 14 de noviembre de 2012 a las 13:14
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Madovi.
Ya estoy cansado del ataque directo de cierta gentuza. Sé que a veces atacan para que reacciones atacando. Pero creo que es el momento de mandar a paseo a ciertos "típicos verinenses" que desprecian a los aldeanos, comparables a los viejos "falanguistas" de Verín que iban por las aldeas sacando a quien les parecía a dar el último paseo por el campo. Mi padre me señaló a algunos, que ya murieron, por suerte, pero su descendencia sigue en el Valle. Tal vez quede mucha "señoritanga" camuflada, que es la que no reconoce que en una aldea pueda haber gentes que los superen en casi todo... Yo seguiré con lo mío. Podrás leerme aquí y en Vilamartín de Baldeorras, por donde también andan Joaquín y los demás buenos, como aquel director del Banesto de O Barco que se llamaba José Bueno Bueno y realmente era un "tío Bueno", hacedor del bien cara a los nacesitados. Tal vez fuese política del banco; pero no lo daba a entender. Yo anduve por esa zona con las alarmas de los bancos hace sus treinta y tres años. De volver a la de Verín... de momento nanai de la cochina. Se acerca la matanza y hay que eliminar a "algunos cerdos", con retranca. Un saludo para ti y también para mis paisanos, que pronto estrenarán iglesia renovada, obra del PP personificado en la Xunta. Seguimos en contacto.
PacoBarxa, el de siempre.
miércoles, 14 de noviembre de 2012 a las 12:58
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Al amigo Paco
Estoy disgustado por tu marcha anunciada de la página de Verin. Y, además, indignado con los envidiosos anónimos que no saben apreciar el auténtico valor, donde lo hay. Valor para decir lo que se siente en castellano y en gallego: valor para hacerlo con corrección y gallardía. Y es que, amigo Paco, las verdades escuecen y la reacción cobarde, escondida en el anonimato, revela el odio que la "reconcome" por dentro. ¡Se necesita ser acémila para no captar la belleza de tus poemas, por ejemplo el que titulas en esta página, "para que se sinta poeta"...!. Otra cosa es discrepar en las ideas, o en las alusiones, con "retranca", a la política o a los políticos, expresadas con humor y auténtica maestría. Lamentaría que mantuvieses tu alejamiento en detrimento de quienes te leemos con placer, y te comprendemos. No olvides que la máxima "soberbia" se disfraza de "sencillez" cuando se alega que "corriges" o "das lecciones". No captan la auténtica "sinceridad" y, mucho menos, el estado de ánimo del que se defiende cuando es realmente atacado. Al menos te leeremos en Terroso. Abrazos. Manolo
miércoles, 14 de noviembre de 2012 a las 11:49
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No san Martiño, bullós con viño.
San Martiño no camiño escacha a xarra do viño; pero os fillos do Larocas levan o viño nas zocas.
Decía a tía Choupina que o viño era pra bebelo, porque se só bebes auga vaiche apodrecer o pelo.
Contan que tío Nabor soplaba moito na gaita e cando collía a bota resoplaba ata escousala.
¡Eu non sei qué ten o viño, que ó vello vólveo novo... e ó novo póno toliño!
(Alégrome que o tellado da igrexa estía xa feito. Por o menos que non lle neve na coroa ós santos, que cos tempos que van... Cando poidamos iremos ver como queda a reparación. Saúdos).
PakoBarxa
domingo, 11 de noviembre de 2012 a las 11:47
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