ABEDES Y SUS ARTESANOS,por Joaquin Nieves
Abedes, allá por los años treinta del pasado siglo, tenia un amplio campo gremial, con los mas diversos oficios, donde demostraban sus habilidades artesanales expertos maestros se desenvolvían en su trabajo cotidiano,compartido con las faenas de cada dia en tareas agropecuarias,ya que el medio rural del alfoz de Verin contaba con abundante ganaderia y horticultura,cuyos productos llevaban a los mercados semanales y las ferias de la Vila. Conocimos a muchos de aquellos artesanos a los que veiamos dedicados a trabajar en su ambiente,disponiendo de medios quiza rudimentarios,pero con una gran lucidad en el manejo de cada insrumental.Asi, observabamos a Secundino, en su taller herreria, manejando el enorme fuello para poner al rojo vivo el material que luego moldeaba a golpe de martillo en el yunque, con un tipico tintineo al forjar el hierro. De su taller salian los aror de las ruedas de los carros del pais, las rejas afiladas de los primitivos arados romanos,entonces en uso en labores agricolas, los aros para toneles, o los picos y azadas,e incluso el enrejado de balcones. Secundino,aprovechaba para conversar, defendiendo su anglanismo en conflictos belicos mundiales, era un anglofilo convencido que debatia con los clientes germanofilos En el campo de la ebanisteria destacaban los hermanos Antonio y Manuel Garcia Prieto, de cuyos talleres de carpinteria salian muebles al uso y por encargo para familias acomodadas de la Villa ,e incluso, tomando modelos comerciales para aparatos de radio, utilizando las mejores maderas para aquellos menesteres. Otro artesano del gremio era Jose Gonzalez, quien competia con los anteriores en aquellos trtabajos. En Abedes se instalo un curtidor de pieles llamado Camilo,quien,con su hermano recorrian pueblos de la comarca para la compra de pieles quer luego una vez tratadas se enviaban a los industriales del ramo. La elaboracion de aguardiente en alambique contaba con el experto en la destilacion, Benjamin Fernandez Ruiz,quien habia heredado de su padre, Avelino Fernandez, pedaneo perpetuo del pueblo, la manera de elaborar vinos caseros y la destileria de orujo ,aguardiente que enviaba embotellado a viejas amistades en la lejania ,aprovechando la embotelladora mecanica de uno de los manantiales ,donde trabajaba como operario. Dentro de este grupo artesano incluimos al matarife, Francisco Garcia, a quien no le faltaba trabajo en los meses invernales de la matanza del cerdo y en su despiece en piezas para proceder a la cura en sal o al humo,servicios que eran requeridos por muchas familias de la Villa, que depositaban en el matachin de Abedes toda la confianza. En costura y confeccion estaban los talleres de Milagros en el barrio del Pereiriño y el de las hermanas Claudia e Isabel Fernandez a los que acudian clientas de Verin y que disonian de modelos de la epoca para novias o trajes de primera comunion. En este contexto de femeneidad habia en el pueblo una costurera, señora Consuelo,quien con su maquina de coser manual trabajaba de casa en casa para confeccionar especialmene camisas de varon a la medida y de pantalonera. Otro vecino edicado a trabajos de carpinteria fue Benigno Moreiras, el primer industrial de Verin que se dedico a la funeraria,instalandose, en el bajo comercial de las Hermanitas de los Pobres, para hacer ataudes ,lo que dio pujanza a su negocio, sin competencia en la comarca. Habia en Abedes un hojalatero,o cacharrero,ambulante,que recorria los pueblos del contorno, dedicandose a las especialidades de candiles,de aceite y petroleo, embudos,aceiteras y otros utensilios de cocina y hogar,asi como a la reparacion y parcheo de cazuelas. Dedicado a la albañileria y pintura de brocha gorda estaba un portugues afincado en la aldea Pinto das Meas, oficio,compartido con otros miembros de la familia. En Abedes fueron los comienzos de la familia Chinquena, dedicada a la reparacion y venta de bicicletas,que pasaron a la Villa,instalandose primera en la calle Mayor y,,despues, en la Plaza de Garcia Barbon. El oficio,si asi puede llamarse,aunque años despues de incluyo en la escala gremial, era el de sacristan. Quien durante muchos años se mantuvo en el cargo fue el tuio Santiago,ayudado por su hijo Feliciano,a cuyo cuidado corria todo lo referente a los objetos del culto parroquial, asistir al cura en la eucaristia, en entierros o llevar el vietico a los enfermos.El tio Santiago ,por las tardes,en la anochecida dirigia los rezos del santo rosario, y la limpieza del templo y la sacristia,con los ornamentos sagrados. Abedes,como queda constancia, contaba con un amplio listado artesanal y ello,en gran parte por la corta distancia que le separaba de la Villa ,donde,como dato curioso no tenia escuela de artes y oficios,por lo que estos se pasaban de padres a hijos y conservar la tradicion gremial. Tambien hay que destacar que en aquellos años treinta el censo escolar del centro publico era elevado,figurando inscritos mas de medio centenar de escolares de primaria y parvulario. recibiendo los mas pequeños los repasos de alfabetizacion de los mayores ,facilitando asi la labor del maestro. Aquel alumnado,al paso del tiempo, comenzaria a iniciarse en las labores agro ganaderas como base de continuidad gremial. Joaquin Nieves.-
martes, 06 de mayo de 2008 a las 12:15
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MATANZA DE PORCO.- por Joaquin Nieves
A todo porco chegalle o seu santo Martiño, este era el dicho frecuente,cuando al adentrarnos en noviembre,como ntesala del invierno, nos situaba el calendario en el periodo de la matanza del gorrino. Esto, en todos los pueblos de la Comarca,en la capitalidad y, en toda Galicia era uno de los momentos mas deseados entre todas las familias,especialmente en el mundo rural,ya que todos los vecinos de la feligresia eran protagonistas del sacrificio familiar. El estudio mas detallado sobre esta tradición aparece en un extenso trabajo del maestro Jesus Taboada publicado en la revista de Diactologia y Tradiciones Populares,paginas 90 a 105, en 1969, que conservamos con expresiva dedicatoria del autor,incluyendo,en la parte grafica una escena de trato en la feria procedente de nuestro archivo que acompañamos a uno de nuestros recordatorios en articulo publicado en Verin todo noticias. La matanza del cerdo, por lo que en el recuerdo de Abedes conocemos, lo remontamos a las primeras decadas del pasado siglo,cuando se sacrificaba el gocho que se había cebado en casa ,al que,en ocasiones, se unía algún otro comprado en alguna de las ferias de final de año. Y ,año tras año se mantenía el mismo ritual,con idéntica escena, sujetando al animal colocado sobre un banco, sujetado sus patas, y agarrando orejas y rabo, para que el matachin, el experto señor Francisco Fernandez procedía a meter el largo y afilado cuchillo en el cuello para que por la herida la sangre se recogía en tinajas, removiéndola con la paleta para que no cuajara y aprovechar la misma para chorizos de temporada. Despues, colgado el animal a una fuerte viga, el matachin procedida a la separacion de palas,jamones y tocino y ya con las entrañas se procedía al aperitivo de la parva con las asaduras. Las mujeres procedían al lavado de las tripas para la elaboración de ristras de chorizos, que solían colocarse en varales y ser curados con el humo de la fogata hogareña. Cuando teníamos preparado el trabajo y tomadas diversas notas ,ademas de las de Taboada, de otros eruditos académicos gallegos, nos encontramos con la publicación de un libro LA MATANZA DEL CERDO por Carlos Junquera,que al texto añade una parte gráfica,incluyendo escenas y utensilios para el sacrificio al igual que en el referido trabajo de Jesus Taboaa LA MATANZA DEL CERDO EN GALICIA, al que se suma este de mas actualidad de Carlos Junquera profesor de Etnologia y Etnografia de la Peninsula Iberica de la Universidad Complutense de Madrid. En todos los trabajos en los que buceamos sus autores recogen con fidelidad todo lo que es y representa esa tradicion que vivimos en nuestra juventud en Abedes,participando en aquel ritual que, en el medio rural, en nuestras pedanias del alfoz verinense se mantendrán, con idéntico decorado y otros participantes que siguen la linea vocacional de sus mayores. Joaquin Nieves
viernes, 02 de mayo de 2008 a las 14:21
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PETROLIFOS por JONI
Allá por los años treinta,cuando recorríamos todos los rincones de la pedanía, encontramos unas cuevas en uno de los senderos a La Rasela, entre pinares y viñedos, en un paraje cercano a el Outeiro. Pero, en otras muchas ocasiones en que curioseábamos el lugar, comprobamos que las rocas que circundaban las cuevas presentaban unas curiosas hendiduras, realizadas por el hombre.
Aquel hallazgo lo comentamos con nuestro maestro Jose Maria Pereda,quien ya tenia constancia de lo que alli había y comentaba, que no solo allí aparecían aquellos vestigios arqueológicos, ya que, en otros puntos cercanos existían tales muestras y que, según decía, había que hacer una investigación por ser signos que estudio científicamente conocido por petroglifia, palabra que decía el historiador verinense tenia raíces griegas.
Después, al paso de los años, siempre buscando estudios en los que podían incluirse las inscripciones en plena rocosidad de tan insólito paraje, encontramos referencias en un inventario arqueólogo provincial en donde se decía que los petroglitos o petroglifos eran símbolos muy propios de las costumbres y ritos celtas y, que,quizas, formando parte de un prehistórico castro muy anterior a los de Monterrey, Medeiros y los asentamientos que llevaban el patronimico de Castrelo ,tales en la Comarca,como de Cima,de Abajo, o del Valle.
Si algún curioso visitante transita por el sendero, muy cerca de la Carretera de Castilla, y de Sousas , puede llegar a este lugar, y comprobar esas señales misteriosas, que allí pueden encontrar y,al menos, tengan conocimiento de que forman parte de nuestra arqueología localista. JONI.-
miércoles, 30 de abril de 2008 a las 12:41
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VIEJOS MOLINOS por JONI
Ahora,cuando las administraciones quieren conservar como patrimonio cultural cosas que formaban parte del paisaje y de las costumbres en el mundo rural,como pajares, hornos comunitarios,palomares ,cruceiros y otras autenticas reliquias de cada localidad, en Abedes, allá por los primeros decenios del siglo XX todavía se conservaban en buen estado molinos maquileros, con sus acequias que recogían las aguas del pequeño arroyo Piper.
Dos de aquellos molinos estaban en la margen derecha del riachuelo,en una distancia de un kilómetro,entre el paraje de A Lagariza y el Ponton que permitia el paso de personas entre los barrios de A Cruz y Daquel Cabo. Este molino en buen estado de uso permitía la molienda de grano de centeno,separando la harina para elaborar pan de los salvados que se utilizaban como pienso de ganado de cerda.
En el pueblo,en un cruce de caminos, estaba el horno, donde por riguroso turno se cocían hogazas de centeno, que,durante semanas se guardaban en las artesas,en espera de alcanzar el nuevo turno,llevando,cada usuario la leña para calentar el horno.
Después de mas de medio siglo, no sabemos la suerte de aquellos viejos molinos,que fueron historia, formaban parte del paisaje y de unas costumbres que desaparecieron, pero que los mas viejos del lugar,vecinos de Abedes aun recordaran ya que la estampa del molino se completaba con un manantial,del que los vecinos llevaban el cántaro y el botijo para la provisión de agua potable. JONI.-
martes, 29 de abril de 2008 a las 12:23
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GUERRA INDEPENDENCIA ,COMBATES EN ABEDES por J.Nieves
En el bicentenario de la Guerra de la Independencia,hay que rememorar el protagonismo de la feligresia de Abedes,en los enfrentamientos mas importantes que se registraron en la comarca de Verin,cuya defensa tenia encomendada el Marques de La Romano,atrincherado,con sus efectivos en la plaza fuerte de Monterrey.
Aun estaba reciente el primer centenario de la gesta, en los comienzos de los años treinta, cuando en Abedes se evocaba lo sucedido,con la llegada de las tropas del Mariscal Soult, y su caballeria,tras librar enfrentamientos en la comarca berciano-leonesa ,en Cacabelos, y en la ribera del Sil en Valdeorras.
Asi, recordando las tertulias en la terraza,del portico de la vivienda de don Santos Fernandez,militar retirado, presentes el Maestro Nacional,don Carlos Nieves, el parroco,don Antonio Armada,su hermano a la sazon seminarista,don Benito, y un veterano combatiente de la batalla de Alcolea, miembro de la Familia Moreiras-Grande, que vivia en solitario, en una casona del pueblo,al lado de la Escuela. Aquel grupo, al que se unia algun vecino, guardaban recuerdos de tradicion oral, relatados por familiares.
De aquellos relatos nos hicimos eco ,a mediados del pasado siglo, en las paginas de FARO DE VIGO,decano de la Prensa gallega, atendiendo la sugerencia de su redactora doña Agustina de Rovina, aguista de Sousas, y una de las pocas mujeres que,entonces, ejercian como profesionales el periodismo, y,precisamente entre los recortes de periodico en nuestro poder saacamos el titulado LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN VERIN Y EL GUERRILLERO JOSE MONTANOS,que los interesados pueden consultar en hemerotecas.
Escribiamos,entonces, algo que conservabamos de los relatos, que con entusiasmo juvenil escuchabamos en las tertulias en casa del militar don Santos Fernandez.Nos remontamos al año 1809 y escribiamos que la Comarca del Tamega se sumo a la llamada a la lucha,poniendose a las ordenes del Marques de La Romana,consiguiendo un brillante resultado en la defensaa de la Villa desde el Castillo,mientras,otros muchos ciudadanos luchaban,por iniciativa propia,encendiendo la mecha de su gran patriotismo en defensa de la patria en peligro, entablandose encarniados combates en las laderas de los montes que circundan el paraje pintoresco de pozo do demo,entre las localidades de Abedes y Cabreiroa, donde la ventaja fue para la caballeria de Soult.
En Monterrey el religioso franciscano Jose Bangueses,lector de Teologia,consiguio,merced a sus grandes conocimientos de quimica, fabricar polvora en su celda, para prender la mecha de las piezas artilleras aun colocadas en las troneras del Castillo, apuntando al monte Ladairo y frontera portuguesa por Chaves, motivo por el cual las tropas francesas vadearon el Tamega,aguas abajo de su confluencia con el Bubal y que algunos historiadores apuntan a la localidad de Tamaguelos. Del Padre Bangueses dice el P.Legisima en su libro HEROES Y MARTIRES GALLEGOS, editado en Santiafo en 1912, que fue un sabio y un patriota decidido y,comentaban los tertulianos que poco se habia escrito sobre aquel patriota.
Una vez que la caballeria de Soult vadeo el rio, y encontrando resistencia en Feces, donde soldados ingleses,portgueses y algun español, les obligaron a retirarse por las laderas del Monte Mayor, y,asi,llegar a la pedania de Abedes,donde patriotas del pueblo,dirigidos por clerigos de Monterrey, entablaron lucha en los parajes de Penedo Redondo y Fraga del Pendon, donde se produjeron bajas.
El parroco de la feligresia Rdo. Antonio Armada aporto datos de interes tomados de los asentamientos del Libro de Enterramientos Parroquial, donde se anoto el fallecimiento del vecino Agustin Bahamonde con fecha de 7 de marzo de 1809, herido en el combate de la Fraga do Ponton y, en casa del vecino Francisco Fernandez Vieji, de la Hermandad de San Francisco, murio un seminarista de la misma orden, de quien se anoto en el Libro, que no se disponia de filiacion,aunque tiempo despues se ssupo que el infortunada era estudiante de Filosofia en el convento de Monterrey, natural de un pueblo leones del Orbigo y de la diocesis de Astorga.
De aquellos episodios y relatos el maestro n podia menos que recitar unos versos de Bernardo Garcia, que figuraban en los libros de historia y en los de lectura e incluso en las paginas de ritma de alguna gramatica, Versos que aun adquieren notoriedad que comenzaban
Oigo Patria tu afliccion,
y escucho el triste concierto,
que forman,tocando a muerto,
la campana y el cañon....
Y de aquellos episodios belicos destaca la figura del guerrillero verinense Jose Montanos Garcia,nacido en Arcucelos en 1787,y a los 20 años solicito una chatarrera con la que alcanzo el grado de alferez,uniendose a una bandera de milicianos de El Ferrol, y al frente de una compañia lucho en los combates de Durango en octubre de 1808, en Espinosa de los Monteros Vitoria y San Marcial, sufriendo heridas,falleciendo en 1825, reposando sus restos mortales en la iglesia parroquial de Retorta,donde ,durante muchos años figuraban sus muletas entre los objetos de los exvotos y de cuya figura hay un detallado trabajo de Jesus Taboada en su libro VARONES ILUSTRES,asi como articulos del cura de Castrelo,de Pereda Alvarez, en los semanarios locales.
Una vez mas, al reseñar estos episodios,sacando los nombres de personas que destacaron por sus actos y acciones, deseariamos un reconocimiento,por muy lejanos puedan figurar en el trascurso del tiempo y dispongan de alguna placa conmemorativa, tal como una reciente que vimos en reciente visita Verin y Abedes en la Plaza de La Muralla.
J.Nieves
E.O.P.
sábado, 26 de abril de 2008 a las 12:58
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