FIELES Y DIFUNTOS
Un año más celebramos estos días de los Santos y fieles Difuntos, con el que iniciamos octubre, recordando a seres queridos que descansan en la Paz del Señor en el Campo Santo de la Villa y en cementerios de parroquias aledaños y de la Comarca. Festividad que trae lejanos recuerdos de Verin y Abedes, nuestras residencias de aquellos años juveniles. Las campanas, en silencio, daban paso a la llamada mediante el aviso con "carracas o matracas". Al igual que todos los adolescentes, teníamos una de aquellas "carracas" que hizo el inolvidable ebanista de Abedes Antonio García Prieto, alumno y ahijado de nuestros padres, instrumento que conservábamos en Verin, donde lo usábamos por última vez. Aquellos días de Difuntos acudíamos al Camposanto, en cuya entrada reza la frase: ¡Quien no es reo de la muerte!, ante cuya puerta de verja, se rezaba el responso y se despedía el cortejo del duelo de los entierros. El día de Difuntos está recogido, con detalle, en el libro sobre la Galicia Profunda de Nicolás Tenorio, andaluz que fue juez de Primera Instancia en Viana do Bolo y Vilamartin de Valdeorras, villas y pedanías de la Diócesis de Astorga, que conocimos en la niñez. Los deudos solían acudir al cementerio para depositar ofrendas florales en las sepulturas y panteones, colocando sendos crespones negros, flanqueados de orla dorada, y en muchas tumbas se colocan portacirios, velas y luminarias y el Párroco, acompañado del sacristán y el encargado del camposanto, procediendo el clérigo a rociar con agua rezaban responsos. Jesús Taboada, en "Folklore de Verin -las creencias y el saber popular" (Pág.47-48), al referirse a "Fieles difuntos", recuerda la costumbre del recorrido nocturno por calles de la localidad, el sacristán y monaguillos tocando la esquila y sonido de matracas, pasaban de portal en portal y al grito de ¡ánimas!, los vecinos depositaban en el calderillo del hisopo, monedas para responsorios, costumbre que conocimos en las décadas de mediados de Siglo. En el mismo libro de Taboada Chivite hay un capítulo dedicado a "Las almas del Purgatorio", páginas 65 a 68, capítulo que inicia a doña Emilia Pardo Bazán en el libro: "Las benditas Animas. Recordamos que gentes de Verin y pueblos de la Comarca, en especial los de la Raya suelen acudir a las ferias de los Santos, en la vecina ciudad de Chaves. Un especial recuerdo conservamos del día de Difuntos en la parroquia de Abedes, de la que fuimos vecino allá a mediados del pasado Siglo y acudíamos al atrio que rodea la Iglesia. Allí estaban enterrados un grupo de vecinos y estudiantes de un convento de Monterrey, caídos en combate al enfrentarse a la caballería napoleónica, en el paraje Penedo Redondo, en las Fragas, cuyos nombres figuraban en el Libro parroquial de enterramientos, personas nunca recordadas, al igual que quienes, ahora, tratan de rescatar la "memoria histórica", ignoran que en ese Atrio fueron enterrados tres "paseados", en septiembre de 1936. Olvidados difuntos, allí enterrados, como el primer hijo del matrimonio Pallin-Zaton, tío del ilustre Magistrado José Antonio Martín Pallin, al igual que fueron olvidados un hijo de quien fue administrador de Sousas y alcalde de Verin Manolo Casal, y el panteón donde fue enterrado el ilustre Consejero de Instrucción Pública, don Eugenio de Ochoa Teodoro, quien había sido apadrinado, en Madrid, por Alfonso XII y la reina. En la actualidad, en el atrio de Abedes existe el panteón con los restos mortales del Académico Felipe Román, esposo de la ilustre valdeorresa Araceli Ancochea. En nuestra última visita a la Iglesia de Abedes, vimos la sepultura de los familiares del ilustre musicólogo Ángel Barja, sepultura con lápida de mármol, que el día de Difuntos suele cuidar la prima carnal de quien en el XXV Memorial Ángel Barja el próximo día 6 se le va a rendir un homenaje en León, ciudad de la que es Hijo Adoptivo. Recordamos que muchos de los verinenses residentes fuera de Galicia, solían desplazarse a la Villa y acompañar a familiares honrando a sus muertos. Nuestros clásicos dejaron leyendas y poemas sobre la muerte, Espronceda y el recordado poema de Adolfo Gustavo Becquer, con el que rematamos este comentario.
¿Vuelve el polvo al polvo? ¿Vuela el alma al cielo? ¿Todo es vil materia, podredumbre y cieno? ¡No sé; pero hay algo que explicar no puedo, que al par nos infunde repugnancia y duelo, al dejar tan tristes, tan solos los muertos
Joaquín NIEVES (OPINION - GALICIA DIGITAL)
domingo, 29 de septiembre de 2013 a las 21:16
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RECUERDOS DE UN ROMERO
"Airiños, airiños aires, airiños da miña terra; airiños, airiños aires, airiños, levaime a ela.
Sin ela vivir non po"do, non podo vivir contenta, que adonde queira que vaia, cróbeme unha sombra espesa, ROSALIA DE CASTRO
Septiembre brinda a gentes de la Comarca la mayor romería del año, en el Santuario de los Remedios, en la campa primitiva del Humilladero, de Vilamayor del Val, amplia planicie que, antaño, se decía podría ser utilizada como lugar de aterrizaje, que se quedó solo en ilusión, uno de tantos sueños, proyectos que nunca llegaron a realizarse. Todo lo relacionado con la historia de los Remedios, fue recogido en un magnífico libro, con ese título, del escritor verinense Jose María Pereda Alvarez, profesor del Colegio de niños de las escuelas Amaro Refojo y profesor de la Academia Verinense, maestro autor del libro "Nuestra Señora de los Remedios", editado en los talleres tipográficos del "Faro de Vigo", diario del que pedagogo era Corresponsal en la Comarca. El libro de Pereda podía adquirirse en la Sacristía de la Parroquia, donde el Abad Jorge Sueiro, nos facilitó un ejemplar, por haber el que nos había dedicado nuestro pariente. En el Santuario asistimos a diversas ceremonias, entre las recordadas de bautizos de la familia Balsa de Caldeliñas, enlaces de la familia Pérez-Castro, de la consagración, y besamanos el del clérigo de Abedes, José Guerra, popularmente conocido como "Padre Xe", que regentó la parroquia de Souteliño da Raya en tierra portuguesa. El 10 de octubre, se van a cumplir 69 años, fue nuestra última asistencia a una extraordinaria ceremonia presidida por el recién nombrado Obispo de la Diócesis, Monseñor Temiño Saez, con la participación de todas las pedanías de la Comarca con sus cruces parroquiales y pendones, inolvidable aquel día otoñal del lejano año 1954. Hay actos en la Campa de los Remedios, reseñados por el investigador e Historiador verinense Jesús Taboada Chivite en su libro "Folklore de Verin, las creencias y el sabor popular", libro prologado por Vicente Risco. (Pag. 44 y sig.). Taboada, solía felicitar las Navdades con una postal del Retablo de la Natividad del Señor del Santuario". Entre los actos lúdicos en la pradera, no faltaba la carrera de caballos, en las que participaba el popular jinete, Luis Domínguez, quien, desde Cerdedelo se desplazaba a la Villa como caballista. Recodamos, de niño, asistir a la celebración de una Eucaristía, oficiada por el ilustre Prelado de Astorga, Monseñor Vicente Alonso Salado, nacido en Queirugas, sobre cuya figura escribimos un libro. Confiamos aprovechar una ocasión propicia, cuando se van a cumplir los setenta años de ausencia y compartir almuerzo en un chiringuito, cuyas fotos suele conseguir Fernández-Barja de la Casa del Perú, quien suele acudir a una reunión de amigos en un establecimiento de Gondulfes, pedanía de Castrelo, donde nuestra abuela paterna Asunción Borjas Prieto, nos dejó unas tierras en el paraje de "El Reventón". La romería de los Remedios forma parte de las costumbres y tradiciones que nos legaron nuestros mayores y se mantienen vivas en el recuerdo de años de niñez y juventud, que compartíamos con aquella pandilla, muchos de los amigos ya no entre nosotros. Dejamos las anécdotas para acudir al manuscrito que se conservaba en el despacho de la Casa Rectoral, al lado de los Libros Parroquiales. Estando y leyendas en su ganado un pastorcillo de Caldeliñas, llamado Alvaro del Reguero, se le apareció la Santísima Virgen en el Campo de Remole, que, después, se llamó del "Humilladeiro", y le mandó que dijera en el pueblo que se levantase una iglesia, donde existía una ermita, que se llamaba Nuestra Señora de Parafita en el mismo lugar donde hoy se encuentra el Santuario, así como las procesiones solemnes que se hicieron, algunas con danas muy curiosas con soldadesca de arcabuceros. Había, también, gentes disfrazadas con máscaras y caballos y esgrima de montantes de fuego, con cohetería de pólvora, de manera que en muchos pueblos de Portugal y Castilla, tuvieron noticia de tan espectacular y solemne procesión. Para pedir agua era habitual en la Comarca, las rogativas a la Virgen "Todas las veces que nuestra tierra hay necesidad de agua de lluvia y de sol, en los temporales, vienen procesiones a esta Santa ermita de muchos lugares y los de la Villa de Verin llevan a la venerada Imagen en procesión y tienenla allá durante nueve días y luego consiguen lo que piden..." Se ha considerado esto, en su origen, como ceremonia mágica de castigo, que consistió en el cambio de lugar. Otra procesión famosa se celebró el año de 1615, para pedir la lluvia en rogativa, asistiendo "una soldadesca de arcabuceros, disparando muy a menudo. Acompañaban una danza de máscaras y música de chirimias, que vinieron de la ciudad lusa de Villlarreal".
Con estos datos, recogidos de aquellos viejos manuscritos diocesanos nos permitimos en esta señalada fecha hacer nuestra aportación a las costumbres, leyendas y tradiciones populares, haciéndonos eco de una sugerencia que, desde Ferrol, nos indicaba en conversación telefónica, se organizase en Verin una mesa redonda coloquial y participativa, al estilo de aquellos fiadeiros que se solían hacer en largas noches invernales en las "lareiras" de las cocinas, "o calor da lume", a la luz de un candil de gas y farol de aceite, charlando los hombres, mientras las mujeres tejían "filaban"el lino, de ahí el nombre popular de "fiadeiros", costumbre que conocimos a nuestra llegada a León con el nombre de "filandones", las hiladoras de lana. Dejamos aquí esta sugerencia de ese ferrolano, amigo de viejas tradiciones costumbristas del folclore gallego, esperando la oportunidad, si se presenta la ocasión, de compartir un "fiadeiro" coloquial, al estilo de los de nuestros abuelos, rememorando una tradición que se fue perdiendo al paso de los años.
Joaquín NIEVES (en OPINION - GALICIA DIGITAL)
martes, 03 de septiembre de 2013 a las 21:40
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PASEO ROMANTICO
La peatonalizacion de la calle de Amaro Refojo en el casco viejo verinense, nos permite haer un recorrido romantico a lo largo y ancho de la que conocimos como alle de las Puertas de Madrid, despues rotulada Amaro Refojo, que, en su incio desde las de la Cruz, Pozo y Merced, antaño al comienzo, parada obligatoria para responsorios de cortejos fúnebres, con otra parada al final y el último responso a la puerta del Camposanto, donde se despedía el duelo.
Las primeras numeraciones correspondían en una esquina o la casa de doña Petra Estevez, madre de los militares Ignacio y Manolo, el primero, padre político de los ilustres políticos, Manuel Fraga Iribarne y Carlos Robles Piquer y la hermana de ambos Carmmiña Esteves Estevez, maestra de Venes.
En la esquina opuesta, estaba la tienda de las Clementinas, una de ellas madre de Carlos Rivas, quien regentó el café cantante "La Peña", donde vimos las primeras sesiones de cine mudo y café que fue sede del Racing Club de Fútbol. Rivas murió asesinado un día miércoles de ceniza de un corte que le segó la yugular en 1932.
Seguimos el recorrido y nos encontramos con una casa blasonada donde nació el escolapio P. Cerdeiriña Pérez, filósofo, matemático, que escribía "páginas calasancias" y fue profesor del Colegio San Fernando y tuvo como alumno al ilustre filántropo verinense don Laureano Peláez Canellas.
En los bajos de una casa enfrente de la de Cerdeiria estaba un hojalatero, primo carnal del ministro de Educación de Cuba con Batista y nos facilitó fotografías y el perfil de su pariente que publicamos en "Faro de Vigo".
En el portal contiguo estaba la frutera Ubalda y, enfrente la casa de nuestra familia paterna y la de Feilas, cuyo bajo era estudio de un pintor de marinas y bodegones, hermano de la Bella Otero. De aquel artista conservamos una pintoresca anécdota suscitada por unos vecinos de la Rasela, que en 1930 deseaban policromar la imagen de San Blas, ya que aquel año la Eucaristía y homilía sería a cargo de quien había sido obispo de Astorga, Monseñor Vicente Alonso Salgado, nacido en Queirugas. Como los feligreses ofertaban una pequeña cantidad de dinero, Otero rechazó la idea. Pero a las pocas horas el artista sufrió una afección gripal, unas viejas le aconsejaron que acudiese a la Rasela ya que el santo abogado de procesos de garganta.
La rápida curación hizo reflexionar al paciente quien contactó con los vecinos y policromó la imagen de forma gratuita y, además, hizo entrega de un donativo.
Vecino fue un militar retirado y su hijo Victor, Jefe de los requetés y las margaritas.
Siendo alcalde Manolo Otero, en el pozo de agua potable de la pequeña plazoleta instaló una bomba para mayor comodidad de los usuarios.
Siguiendo nuestra andadura calle arriba, estaban los profesores de música Pepito Arol y Eulalia Casal diplomada por el Real Conservatorio, quien daba clase de musica y canto a futuros maestros que en la Normal examinaba la ilustre valdeorresa doña Araceli Ancochea. Como vecinas estaban las hermanas Pichilos, que regentaban un estanco en la plazuela, la taberna de Manolilo, donde en días de feria solíamos adquirir "postas" de cabrito asado al horno y la tienda de comesibles de su hermano Antonio.
En una casa con patio interior vivía el mítico jugador de fútbol Angel Cabido, el popular "Callao", que los estudiantes de veterinaria Lito, Sola Castro y Vicente Conde Barrio llevaron a prueba a la Cultural y Deportiva Leonesa, entrenamiento que presenciaba el internacional del Real Oviedo Herrerita quien lo llevó para el equipo asturiano, donde a los pocos días de incorporarse al equipo carbayón se convirtió en destacada figura, que recogíamos para la prensa deportiva.
Teníamos como vecino al patriarca de los Chitas, el alguacil y areleiro Castor Prieto, padre de los funcionarios Pepe "Puchas" y Tom Prieto Costela, y el cartero Castoriño.
Al final de la calle estaba el herrero Gerardo y su sobrino Luis y el tratante en jamones y astas Martin.
En la casona que hace esquina a la calle de la Muralla, compartían piso: el Herrador Antonio con sus hijos Gerardo y Toño, la tía Carolina ,del Salgueiro, con sus hijos Agustín, ebanista, y Rodolfo, sastre.
En una de las casas de la calle vivió el inquieto Celso Baladrón Sanz, emigrante en Cuba donde colaboró en el "Diario de la Marina" de La Habana y al regresar a Verin fundó y dirigió el semanario humorístico "El Cencerro", buen versificador, casado don nuestra tía Carnal Luisa, y, al fallecer ésta, se dedicó a rotular murales con la firma "Carlampio" y falleció al sufrir una caída mortal en su domicilio.
Teniamos de vecinas a las hermanas Zanui, en cuya galeria nos daba lecciones de Latin,para examen de revalida, Angel Pallin, empleado del "Banco Pastor", casado con una tia carnal de nuestra poetisa Angelines del Rio. Y en los bajos de la vivienda de las Zanui, tenia su peluqueria de caballeros, el entrañable "Grolo"quien participaba en rondas nocturnas y buen parlanchin mientras nos rapaba y afeitaba, casado con Elvita, aquella rapaza de San Lazaro que aprendia costura en un taller de la misma calle de las Puertas, y,entonces, fue nuestro primer romance juvenil.
Acompañamos la fotografía de la que fue nuestra casa paterna, donde nació nuestro primogénito, doctor en medicina, edificio que había sido Plana Mayor del Batallón de Infantería destacado en Verin al finalizar la guerra.
Han pasado muchas decadas y, ahora, recreandonos en las añoranzas y en la memoria, echamos en falta los negrillos centenarios del camino del Cementerio, arbolada que daba sombra a un lavadero comunitario, a la casona en cuyo local Berney ensayaba en las anochecidas con la Banda Musical de Verin, el taller de ruedas de carreta de tatari de Pazos y la chabola de "Tia Maria" la barrendera que, a primeras horas del dia salia con su carretillo y escobon a limpiar calles y plazas ,depositando la basura en un vertedero del "Foxo",tambien lugar donde se arrojaban escombros.
En el lavadero veiamos a vecinas que aprovechaban la tarea para dar un "repaso" cotilleando de aquello que sucedia en un pueblo donde nos conociamos todos por nuestros nombres o apellido, o en muchos casos por el apodo.
En cierta ocasion, a raiz de un suceso del que fue vistima una vecina de la Calle, escuchamos, con atencion, un comentario sobre curanderos y hechiceras que curaban de mal de ojo. Eran brujos y brujas que, en aquellos tiempos era frecuente en la Galicia profunda,acudir a "especialistas" conocedores, por referencias, de males de amor y enfermedades, recetando brebajes y conxuros con las correspondientes letanias. Nuestras abuelas contaban cosas de brujas de Sevilla cabalgando en escoba, entrando en las casas por la chimenea.
Ahora a traves de una nota informativa, vemos que este asunto de curanderismo y brujeria fue motivo de unas jornadas que recuerdan fiadeiros nocturnos en cocinas de Abedes y Verin, mientras en la lareira se sacaban a colacion estas cosas.
Nuestra calle,entonces, cuando la radio estaba en los hogares, no se conocian transistores y la Tele tardaria años en aparecer como principal medio de informar y entretener.
Antaño existia una "corrala" en un patio con corredores y gallinero del tio "Mixete". Veiamos cruzar la calle con mujeres con el cantaro a la cabeza, cogiendo agua de pozo con bomba elevadora, en aquel Verin sin redes de saneamiento y de traida de agua a los domicilos, lo que con el tiempo marcaba un hito.
Vieja calle de las Puertas, actual de Amaro Refojo, el filantropo que da nombre al Colegio, donde antaño estuvo lo que iba ser Hospital Mumnicipal, con entrada por la calle de Mariano Carrero y paso a ser escuela con dos aulas de niños, local donde en años de hambruna estuvo un comedor escolar atendido por Casilda y el Plan Americano de ayuda surtido de bidones de leche en polvo y botes de queso y mantequilla- Escuelas donde aquel veterano maestro don Clemente preparo en Matematicas a alumnos del Instituto Politenico orensano antes de iniciar enseñanza como centro reconocido "Academia Verinense! en la Plazuela de La Merced. De aquellos alumnos de don Clemente, solamente quedamos dos veteranos.
Hoy ,en nuestro recorrido romantico por esta nuestra vieja calle, tiene su sede el verinense Roberto Verino modisto e industrial que pasea por todo el mundo su firma y productos y la denominacion de origen a vinos de la Comarca; Mariño, el verinense mas popular e internacional personaje que, en la calle de Amaro Refojo da prestigio a la misma, al lado del "Lugano", nuestro refugio habitual, donde Benjamin y su hijo Paco, cuentan con un cliente ilustre, el escritor y comentarista que presenta en television "Lagrimas en la lluvia", con su bella esposa Carmen Corcoba y el escritor suele recordar en sus escritos sus años de juventud, cazando mariposas por campos de la Comarca, y recorrido por parajes y la senda del Pozo do Demo.
Esto y mucho mas ofrece este rincon romantico de las Puertas de Madrid. aquellas Puertas, por las que desde mi balcon de la calleja de la Muralla veia entrar a las lecheras con sus cántaras al lomo de sus asnos, a los carboeiros de Monteveloso y las carretas chirriantes, cargadas de animales de cerda que llevaban a la feria de la Alameda.
QUINITO
viernes, 30 de agosto de 2013 a las 4:03
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