DIDICADO A MI MADRE
Mi madre hace ya unos cuantos años murió. Pero he aquí que la muerte no nos roba los seres queridos. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos la quitan muchas veces. Un beso mamá y esta flor.
viernes, 16 de noviembre de 2012 a las 16:15
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Tengamos en cuenta
La muerte no nos roba los seres queridos. Al contrario nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos la roba muchas veces y definitivamente. Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba, engánchalos a tu alma con ganchos de acero Cuando todos los días resultan iguales es porque el hombre ha dejado de percibir las cosas buenas que surgen en la vida, cada vez que el sol cruza el cielo. Cuando mi corazón calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando, escúchalo.
jueves, 15 de noviembre de 2012 a las 23:03
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UNA ROSA TE MANDA LA HIJA, LA QUE TU CRIASTE CON AMOR
Madre mía, ¡en las noches el sol no se ve!, pero sigues madre mía latiendo en mi corazón, solo estoy de espaldas, pronto estaré a tu lado, solo las dos sabemos lo que sufrimos en esta vida. Y doy gracias a Dios por haberte cuidado, TÚ MAMÁ merecías todos los cuidados que te di. Ahora solo puedo enviarte esta rosa
miércoles, 07 de noviembre de 2012 a las 18:52
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Mi amigo José Lolo habla de aquellos tiempos
Yo tengo que recordarlos por muchos motivos con tristeza, no tenía libertad ninguna y ahora estoy sufriendo aquellas consecuencias de mi mala juventud, la veo como lejana pero que la recuerdo como reciente y me causa muchas lágrimas, no soy capaz de olvidar el pasado y para colmo el presente lo tengo muy duro. Mi mala salud quizas venga encadenada al sufrimiento continuo de una vida. Dios mío, cuanto recuerdo a mi madre que tenía tantísimo dolor al final de estar en el pueblo y no tenía confianza ni con su marido ni hijos, ni un hombro en quien apoyarse para llorar. Todo eso lo recuerdo y lo lloro yo ahora. ¿Cuántos secretos se van a la tumba? Solo quisiera tener una hija como la que tuvo mi madre.
miércoles, 07 de noviembre de 2012 a las 18:25
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CONTANDO MIS DESEOS
Cuando yo me vaya, no quiero que lloren, quedaros en silencio, sin decir palabras, y vivir recuerdos que reconforten vuestra alma. Cuando yo me duerma, respetar mi sueño, fue muy deseado; por algo me he ido.
Si sentís mi ausencia, no pronuncies nada, y casi en el aire, con paso muy fino, búscame en mi casa, búscame en mis libros, búscame en mis cartas, y entre los papeles que he escrito apurada.
Podeis hacer ya lo que os dé la gana que ya no me entero, (creo). No quiero lástima ahora.
Si me extrañáis mucho, buscarme en el sitio donde yo me ocultaba en solitario. No pronunciéis nunca la palabra muerte. A veces es más triste vivir olvidado que morir mil veces y ser recordado.
Cuando yo me duerma, no me llevéis flores a una tumba amarga, gritar con fuerza que el mundo está vivo y seguir vuestra marcha.
La llama encendida no se va a apagar por el simple hecho de que no esté más.
Este poema es de Carlos Alberto, pero va con mi ideal. (Oliva)
sábado, 20 de octubre de 2012 a las 13:02
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