En 1901 el poeta murciano Eduardo Flores escribió estos versos dedicados a su amigo el poeta viveriense Alfredo García Dóriga.
---- VIVERO ----
Tiene Vivero calles estrechas, medio morunas, medio gallegas; sus edificios al cielo cierran... Pero otros cielos lucen en ellas.
Si al azar tomo la carretera y hacia Cillero subo la cuesta, aquel paisaje a mi alma lleva gratas caricias de poesía tierna: el sol, las nubes, la mar inmensa, montes fecundos que al cielo llegan, trinar de aves, flores, esencias y ecos del canto de las aldeas...
Cuando a Vivero torno de vuelta, y voy cruzando calles estrechas si en los balcones y galerías las vivarienses lucen espléndidas, se me parecen por su belleza, soles y cielos, flores y esencias; y de sus ojos, que centellean, la luz divina a mi alma llega... El panorama que antes trajera, gratas caricias de poesía tierna, todo se esfuma de mi memoria y admiro solo los rostros de ellas!...
Tiene Vivero calles estrechas, medo morunas, medio gallegas; sus edificios el cielo cierran... ¡Pero mil cielos lucen en ellas!
--- FIN ---
NOTA: Dª Noni Flores Ruiz, que es mi madre, es la poseedora del libro de poemas de su abuelo Eduardo Flores. Su teléfono es el 968183352 y tanto ella como yo estaríamos encantadas de ofreceros más datos de este documento. Un saludo.
jueves, 22 de octubre de 2009 a las 20:39
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