Más cerca del paraíso
La semana pasada estuve visitando el Caurel.Soy un enamorado de esa zona, sus castaños, sus pueblos, rios, iglesias y sobre todo su gente. Buscando en internet encontré una casa semirestaurada en O Mazo y en cuanto tenga tiempo iré a vera para comprarla.La tranquilidad y la belleza no tiene precio.Creo que patearé todos sus pueblos y bosques, estoy seguro de esto.Un saludo
lunes, 06 de julio de 2009 a las 20:51
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FERRAMULIN, QUIEN TE HA VISTO Y QUIEN TE VE
 Desde hace casi treinta años ,soy un visitante asiduo enamorado del Caurel y de sus pueblos, donde tengo muchos y buenos amigos.
Mi primera relación con Ferramulín, fue alla por 1980 cuando un amigo, entonces médico en Caurel,y gran aficionado como yo a la pesca , me llevó allí para pescar truchas en el rio Selmo.
Me quedé extasiado ante toda aquella belleza salvaje. Además aquello era el paraiso del pescador. No me lo podía creer, la cantidad de truchas y la belleza del río eran de ensueño.
Elpueblo tenía entonces muchos habitantes, gente de trato excepcional por cierto y las orillas del Selmo eran prados muy bien cuidados, con canales y puentes para cruzar el agua en los sitios difíciles y presas que se limpiaban y cuidaban para mantener la producción de hierba . Era posible caminar y pescar por la orilla del río y las presas entre ferramulín y Villarrubín sin ningún tropiezo.
Pero de unos quince años para aquí todo cambió. El envejecimiento de la población, ya de por si muy mayor, el abandono de la agricultura tradicional (de subsistencia) y el éxodo poblacional, cambiaron ese paisaje por completo. Las orillas del río, entonces como un jardín dieron paso a las zarzas y arbustos de tal forma que hoy algunas zonas son impracticables y cuesta reconocerlas. Las truchas también desaparecieron de forma paralela al paisaje. Hoy es muy difícil pescarlas , hay pocas y son pequeñas, ya que el sol apenas entra en el río. Las construcciones de piedra como presas, chapacuñas, canales y puentes para el agua, hechas en tiempos inmemoriales y mantenidas hasta ahora, se derrumban y deterioran sin que nadie lo remedie. Ya no son necesarias ni el motor de la economía como antaño. Para colmo de males medio ambiente no permite cortar ni una rama a la orilla del río, en medio de una politica obsesivamente absurda y dañina para la pesca.
Otras pueblos vecinos como la Seara fueron restaurados con ayuda de la Xunta pero Ferramulín y sus escasisimos vecinos no participaron del proyecto y las casas deshabitadas pronto comenzarán a deteriorarse si no se pone remedio.
Incluso algunas huertas del pueblo estan transformandose ya en campos de ortigas.
En fin,el progreso trae consigo la pérdida de algunas cosas y en este caso la pérdida de un modo de vida basado en la agricultuura tradicional y milenaria, que se acabó para siempre. Yo me considero en cierto modo afortunado de haber visto este cambio ,aunque da pena. El pueblo existe y es hermoso , y merece la pena abandonar por un momento nuestra prisa y la rutina diaria para sentarse y contemplar.Si sabemos mirar sus piedras y su paisaje nos contarán todavía muchas historias de un tiempo que se fue.
sábado, 12 de julio de 2008 a las 8:23
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Ferramulin se nos muere
 Vivo en Barcelona, aquí naci, porque mis padres tuvieron que inmigrar por falta de recursos y para que sus hijos no tuvieran que pasar las penurias que pasaron ellos.
Había pocas tierras para todos, ganadas al monte a fuerza de cavar con sus manos y una azada, por mis bisabuelos, abuelos y después por mis padres, para poder mantener un buen rebaño de vacas, ovejas y cabras.
Las vacas eran todo, tiraban de los carros de ruedas ronroneantes, donde nos subíamos los críos agarrados a los estadullos para no caernos cuando iban de subida y vacios, hasta llegar al prado para recoger la hierba que se guadañaba a mano y se extendía al sol para que se secara y tuvieran alimento los animales en los fríos inviernos que azotan esta región.
Pero lo mejor!ir a pescar truchas cuando era la temporada,todo el pueblo participaba, se cantaba, se bailaba... Y qué decir de las ferias de cada domingo primero de mes, las pulpeiras, los feriantes&&
Y ahora qué? Nada, solo 8 o 9 habitantes, que se resisten a perder algo que si no se pone remedio esta ya casi perdido.
Si amigos, la noticia es que Ferramulin se nos muere, poco a poco, entre sus vetustos castaños y sus prados verdes inundados de aguas cristalinas, que vuelven a ser monte, quizás porque nada es para siempre y la naturaleza sigue su curso&.
Aunque estoy lejos, tengo mucha morriña y no me gusta, ni quiero pensar, que mi pueblo desaparece y con el tantos recuerdos&
Con cariño una catalnogalega o un galegacatalana.
viernes, 13 de junio de 2008 a las 0:40
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