Una familia
Mi abuela era Dolores Casal Novo, mi abuelo Humberto Miguez rúa. Allá por el 189... no sé exactamente el año se conocieron en alguna de la ferias de Santiago y ambos quedaron prendados... Él un seminarista, músico en la Catedral, ella una niña mimada de sus padres y cuidada como una princesa... El joven pide a un amigo cura los case en secreto y así ambos quedan enlazados en un amor eterno. Luego de tener su segundo hijo, Humberto se dirige a América por un contrato artístico, llevando su orquesta y dejando a Lola, embarazada y con dos niños. Más cuando la fortuna le billa, Humberto escribe a España y manda buscar a su flia. Corría el año 1906 -más o menos- y Lola era apenas una niña-madre... Sus padres le niegan el permiso para salir de su tierra, más ella corre a escondidas y con sus tres niños y unas pocas prendas corre tras amado Humberto... Luego de varios de viaje en barco (entre 16 y 20 días) llega al puerto de Buenos Aires y Humberto no está... "A dónde ir???"..., más sin desesperar y rezándole a la Santa Madrecita de Dios espera sentadiña en su baúl mientras los chiquillos juegan a su alrededor... Manolo, Santiago y Pepe (que aún no nacía...) Cuánta alegría al ver llegar a ese hombre alto rubio y de ojos claros, vestido de levita y galera, jugando nerviosamente con un bastón de cabeza de bronce..., ella, la morena jovencita, vestida de aldeana, cabeza cubierta, pies hinchados y protegida por una pañoleta amplia tejida en casa... en la hermosa "casa nova" allá en Castrofeito. Los años pasaron, las giras artísticas y llegaron niños y niñas para alegrar la casa... Once, seis mujeres y 5 varones... Más la alegría no iba a durar mucho, pues a los 6 años de Humbertiño -el más joven de los Miguez Casal-, Humberto padre enferma gravemente y, rodeado de todos sus instrumentos musicales incluyendo el armonio tan querido y sólo con 56 años, fallece. Y Lola se queda sola con sus 11 niños...luchadora, trabajadora incansable , con una ciega fe en su Señor Jesús y su Madre Santísima saca adelante su familia, no sin desfallecer muchas veces y volviéndose a levantar otras tantas... Yo soy nieta, hija de Ana María, la más peque de laas mujeres, tal vez la más mimada por padre y madre... tal vez por ser la más parecida a Humberto: alta, rubia, de ojos claros..., la morena muchacha de Castrofeito (Dolores) miraba a esta niña con ternura especial, tal vez porque los recuerdos de mi madre, hicieron que la imagen de Dolores, Lola o doña Lola fueran vivos desde siempre y para siempre.
martes, 16 de abril de 2013 a las 15:09
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