Cuando llegué a Vallclara, por primera vez, se puede decir que me enamoré al momento de su encanto. No sabría decir que fue exactamente lo que me atrajo más, la paz que se respiraba, en sus dos (prácticamente)únicas calles, el tono de las piedras de ...
lunes, 20 de julio de 2009 a las 19:39
Enviado por anna
|