SALVAGUARDANDO TU CORAZÓN. (Proverbios 4: 23)
En el cambiante y complejo mundo en el que vivimos tenemos que tomar muchas decisiones. ¿Qué debemos hacer para estar seguros de que nuestras decisiones están en conformidad con la voluntad expresada por Dios en las Sagradas Escrituras? Dios nos ha hecho un precioso regalo que nos ayuda muchísimo a obedecerlo. Nos referimos a la conciencia, que resulta ser la capacidad que tenemos todos de auto examinarnos; es como un juez de nuestras propias acciones. Por un lado nos ayuda a analizar las opciones que tenemos a la hora de tomar una decisión, y por el otro, evalúa las cosas que ya hemos hecho y determina si son buenas o malas, justas o injustas (Romanos 2. 14, 15)
Sin embargo, la conciencia tiene sus límitaciones. Por ejemplo, si nosotros nos dejáramos controlar por los deseos egoístas del corazón, estos distorsionarían el funcionamiento de nuestra conciencia (Jeremías 17: 9) Si no recurriéramos a la infalible orientación de la Biblia, de poco nos serviría tener una conciencia. (Salmos 119: 105)
lunes, 07 de febrero de 2011 a las 19:55
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LA FIDELIDAD DEL PATRIARCA JOB (2)
Los tenaces amigos de Job persisten en sostener que es culpable y que sus faltas son la causa de los males que le abruman. Dios que había presenciado la contienda se dignó intervenir, y haciendo resonar su voz desde un torbellino, dirige a su siervo Job una caritativa amonestación por la indiscreción de ciertas palabras, y le hace conocer con una porción de preguntas, que no comprendiendo el hombre el orden de la naturaleza, no debe sondear sino adorar los profundos misterios de la gracia; pero en el fondo le adjudica la victoria y aprueba de lleno sus sabias respuestas.
Consignada la heroica resignación de Job y su acrisolada inocencia le devolvió Dios la salud, dióle el mismo número de hijos, llegando a conocer a sus nietos hasta su cuarta generación y duplicó las grandes riquezas de que se vio privado. Logró una larga y tranquila vejez, imagen de aquella vida eternamente feliz que aguardaba.
El relato señala que Job resultó sin culpa y recto y que fue un hombre temeroso de Dios y apartado del mal Fue un devoto de Dios, no sus riquezas ni su influencia, lo que lo convirtió en el blanco de los ataques del Diablo (Job 1: 1; 29: 7-16; 31: 1) Satanás afirmó que Job adoraba a Dios por puro egoísmo no por verdadera adoración. Aseguró que solo le sería leal a Jehová mientras recibiera su bendición y protección. A fin de responder a la acusación, Dios dejó que el maligno atacara al fiel patriarca.. Como consecuencia, el ganado de Job cayó en manos de salteadores, la mayoría de sus siervos fueron asesinados y sus diez hijos murieron, todo en un solo día (Job 1: 13-19). ¿Reaccionó Job como esperaba el Diablo?. Todo lo contrario, pués dijo: Jehová mismo ha dado, y Jehová mismo a quitado. Continúe siendo bendito su nombre
Sin duda, Job nos dejó un gran ejemplo que debemos imitar. Si lo hacemos, podremos decir con la misma convicción que el rey David: En cuanto a mí, andaré en mi integridad. Job, permaneció leal a Dios a pesar de las terribles pruebas que atravesó. De hecho, hay quienes calificarían de heroica su resistencia. Es cierto que nuestros problemas no son como los suyos. Sin embargo, también debemos ser fieles a Dios, tanto en las cosas pequeñas como en las de más grandes. Así se nos conocerá como personas íntegras que defienden la soberanía de nuestro Todopoderoso Dios Jehová
domingo, 06 de febrero de 2011 a las 11:25
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LA FIDELIDAD DEL PATRIARCA JOB (1)
Por la historia de la humanidad he llegado a conocer hombres fieles que guardaron integridad a Dios. El patriarca Job fue uno de ellos. Descendente de Esaú, vivía en la Idumea antes de entrar los israelitas en la tierra prometida. Favorecido por Dios tenía tres hijas y siete hijos, 7.000 ovejas, 3.000 camellos, 500 pares de bueyes, 500 asnas, y un número proporcionados de criados, lo que en aquella época le daba la consideración de ser uno de los hombres más opulentos del país.
Cierto día en que el hijo mayor de Job recibía a sus hermanos en su casa, como acostumbraba hacer, cuatro mensajeros le anuncian a Job noticias cada una de ellas más conflictiva: Los sabeos, dijo el primero, han arrebatado vuestro bueyes y asnas, y han pasado a filo de espada a vuestros criados; yo solo me he salvado. Sobre la marcha se presenta otro segundo, y le repite: Un fuego bajado del cielo ha consumido vuestras ovejas y pastores; solo yo me he escapado del incendio.Otro tercero continuó: Los caldeos han cargado sobre vuestros camellos y se los han llevado, degollando antes a los mozos; yo solo me he librado. En esto expresó el cuarto: Un furioso huracán ha destruido la casa que cobijaba en su acostumbrado festín a vuestros hijos y han muerto todos sepultados bajo sus escombros; a mi no me ha alcanzado la desgracia.
Este inmensurable infortunio que privó a Job de sus riquezas y sus hijos, ni por un instante turba su corazón acendrado en la virtud, firma y resignado en el sentimiento de queja, se postra, adora a Dios, y con la más profunda humildad repite aquellas memorables palabras: Desnudo salí del seno de mi madre, desnudo volveré a las entrañas de la tierra. El Señor me lo había dado, el Señor me lo ha quitado, sea su nombre bendito.
Vencido Satanás por la firmeza de Job, tolera Dios le aflija por segunda vez pero preservando su vida. Al punto, cubrió al pacientísimo Job una llaga espantosa que se extendía desde la planta del pie a la cabeza; aislado del trato de los hombres se vio reducido a recostarse en un estercolero y a rascarse con un casco de teja la podredumbre que la úlcera le producía. Abandonado de todo el mundo en su desgracia, solo perseveraba su indiscreta mujer que insultándole le decía impía y burlona: ¿Todavía estás empeñado en tu simplicidad? bendice a Dios y muérete. Su inalterable esposo le contestó con severidad: Has hablado como una insensata : si recibimos los bienes de mano de Dios ¿por qué no hemos de recibir también los males?
Pero he aquí que tres imprudentes amigos se presentan para consolarle, y con argumentos muy mal aplicados tratan de hacerle vacilar de las ideas religiosas de Job. Sostienen que sin duda era reo de horribles crímenes secretos, de otro modo, decían, no era posible que Dios justo le afligiera con tanta severidad. Job, mucho más ilustrado por las cosas de Dios que sus competidores, les hace ver que al hombre no le es dado en la tierra penetrar en los designios del Altísimo, quien dueño soberano de sus beneficios puede concederlo a su voluntad. Que los buenos aquejados de trabajos revelan sus virtudes, acrecientan sus méritos y edifican al mundo con la humilde resignación con que lo soportan. Por el contrario el inicuo se ve en algún período de su vida en prosperidad, para no dejar sin recompensa las acciones equitativas que haya ejercido, y tratar de atraerle a su conversión por estos medios suaves de la divina gracia de Dios.-
sábado, 05 de febrero de 2011 a las 20:15
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PARA BIEN COMER: EL RESTAURANTE EL LLADONER
Nosotros, normalmente somos cuatro y la verdad es que uno de los restaurantes al que solemos ir de vez en cuando es uno que está muy cercano a la carretera 340. Creo que es el restaurante más escondido que yo conozco y muy popular para los habitantes de la zona de "El Lladoner" por que cuenta con un espacio para aparcar y para celebrar bodas de lujoso encanto. Nos gusta el sitio, su paradisíaca tranquilidad el espacio entre mesa y mesa y el adorno del comedor. Pero lo que más nos llama a acudir a comer es por supuesto, el plato de suculentos calamares a la plancha con complementos que solemos pedir y que nos resulta una maravilla al paladar. Y no digamos de las múltiples combinaciones que el chef de cocina suele ofrecer. También durante la semana, este restaurante sirve menús que no envidian los manjares de la carta. Evidentemente es muy recomendable tanto por la calidad del producto como el trato profesional de su personal.-
viernes, 04 de febrero de 2011 a las 17:35
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EVA LA MADRE DE TODOS LOS MALES
La mayoría de la gente está preocupada por la situación mundial, pero no comprende por qué estamos tan mal. Y no lo entiende por que niega la existencia de Satanás, el verdadero causante de los problemas. Cierto, gran parte de esos problemas también los ha provocado el ser humano.
Desde que nuestros primeros padres se independizaron del Creador, la humanidad ha ido cometiendo un error tras otro. Pero fue el Diablo quien engañó a Eva y la convenció de que se revelara contra Dios. Es él quien ha creado el sistema en el que vive nuestra imperfecta y decadente sociedad y es él quien lo controla
Adán y Eva en el paraíso, gozaban de libre albedrío cuando Satanás por medio de una serpiente le dijo a Eva que si comían la fruta del árbol no tendrían problemas y además que no morirían nunca, tentación que no pudieron resistir, de modo que como cada ser humano es dueño de sus decisiones y responsable de sus actos las consecuencia de su libre albedrío acarrearon que ambos fueran expulsados del paraíso.
Puesto que Satanás es el dios de este sistema de cosas, la sociedad humana tiene las mismas características que él: orgullo, discordia, envidia, avaricia, deshonestidad y rebeldía (2ª Corintios 4:4 ; 1ª Timoteo 3: 6 ; Santiago 3: 14,15) Tales características han generado conflictos políticos y religiosos, odio, corrupción y caos, lo que ha resultado en mucho dolor. -
viernes, 04 de febrero de 2011 a las 16:09
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