CUIDADO CON LOS PROGRAMAS DE LA TV
La televisión puede ser un valiosos instrumento de entretenimiento y conocimiento didáctico a la vez que un pasatiempo que nos permite conocer todo cuanto acontece en derredor de nuestro mundo, como países, gentes, animales, plantas, y un sin fin de cosas de las que nunca podríamos imaginar. Pero mucha de la programación que la televisión nos ofrece no es ni sana ni educativa en cierto modo, sino más bien todo lo contrario
A juzgar por un estudio realizado en USA, de casi dos de cada tres personas consultadas señalan que las programaciones televisivas contienen excesos de violencia y sexo. Los programas de contenido sexual y de violencia tienen mucha demanda en todo el mundo como se puede apreciar también en las producciones cinematográficas donde las peleas y las matanzas superan la ficción y mantienen la atención del espectador.
Algunas personas se quejan, lamentan y opinan que el sexo y la violencia televisiva así como otros espectáculos públicos generan agresividad de modo que hace que la gente sea menos compasiva con las víctimas de los actos violentos. No es de extrañar, pues, que existan opiniones encontradas, pero el hecho es que no cabe la menor duda de que cuanta más violencia se ve en la televisión, más se toleran las actitudes agresivas y más agresividad se manifiesta a nivel mundial.
Las Sagradas Escrituras son muy diferentes, porque a pesar de contener relatos de actos violentos, siempre anima a la gente a vivir en paz, a no ser negativos y a zanjar los problemas pacíficamente. Además siempre promueve la moralidad sexual y las buenas costumbres. Y esos no son, precisamente los valores que se fomentan en muchos programas de televisión y en las producciones cinematográficas. (Isaías 2: 2-4; 1º Corintios 13: 4-8: Efesios 4: 32
La televisión es un invento extraordinario que nos permite entretenimiento en nuestra sala de estar con hechos y personas a las cuales no dejaría entrar en casa.-
viernes, 11 de marzo de 2011 a las 16:20
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HONREMOS A NUESTROS MAYORES
En las costas de California se encuentra uno de los árboles más fotografiados del mundo: el Ciprés Solitario. Dicen que tiene más de 250 años. Este resistente y hermoso ejemplar ha sido el blanco de muchas atenciones, entre ellas la colocación de cables de apoyo y de un muro de piedra en la base.
El Ciprés Solitario tal vez nos recuerde a nuestros hermanos de edad avanzada que tenemos en el pueblo de Dios, quienes se caracterizan por su extraordinaria perseverancia, particularmente en dar a conocer la palabra de Dios. El profeta Joel predijo que habría "viejos" que declararían públicamente el mensaje de la Biblia (Joel 2:28-32; Hech. 2:16-21). Y así ha sido. Baste con señalar el gran número de horas que dedican estos celosos proclamadores a difundir las "buenas nuevas del reino" (Mat. 24:14). Algunos han soportado por años persecución y otras dificultades. Si la resistencia de un simple ciprés basta para que reciba alabanzas y se lo cuide reforzándolo con piedras y cables, ¡con cuánta más razón la fidelidad de nuestros hermanos mayores justifica que les demos reconocimiento y respeto, y los tratemos con dignidad!.-
jueves, 10 de marzo de 2011 a las 11:08
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LA BONDAD INMERECIDA QUE DIOS NOS DA
La enseñanzas que trajo Jesucristo vino a nosotros en forma de conversaciones de Jesús con sus discípulos y otras personas, llamadas a su Padre Celestial y las narraciones de sus hechos y milagros. No obstante, la Palabra de Dios nos revela que para la salvación se requiere más que el solo profesar creer en Jesús. Decir solamente que uno cree y no cumple con sus requisitos no es lo correcto. ¿Qué requisitos hemos de cumplir para recibir la educación divina? Uno muy importante es ser dóciles y dejarnos enseñar. El salmista David escribió: "[Jehová] enseñará a los mansos Su camino" (Sal. 25:8, 9). Además, Jesús dijo: "Has escondido cuidadosamente estas cosas de los sabios e intelectuales y las has revelado a los pequeñuelos" (Luc. 10:21). ¿Fue por mérito propio que encontramos la verdad, que nos dimos cuenta de que este era el camino que debíamos seguir? No; jamás habríamos conocido a Dios por nuestros propios medios. Jesús dijo: "Nadie puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió, lo atraiga" (Juan 6:44). Así es, Dios nuestro Padre Celestial, atrae a "las cosas deseables de todas las naciones", es decir, a las personas mansas como ovejas, y lo hace mediante la predicación de las buenas nuevas y su espíritu santo (Ageo 2:7). ¿No se siente usted agradecido por ser una de las personas a quienes Dios ha atraído hacia su Hijo? (Jer. 9:23, 24.)
miércoles, 09 de marzo de 2011 a las 11:09
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LA VALENTÍA DE JESÚS
El tema de la valentía de Jesús, dispueto a cargar con el terrible dolor, pena y sufrimiento para entregar su vida en favor de la humanidad debió ser tremendo e inimaginable A lo largo de su ministerio, Jesús demostró que era un hombre muy valiente. Con la autoridad que le daba el hecho de ser el Hijo de Dios, "entró en el templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas y los bancos de los que vendían palomas" (Mat. 21:12). La noche antes de morir, cuando un grupo de soldados vino a arrestarlo, se interpuso entre ellos y sus discípulos y dijo las palabras del texto de hoy. Y momentos después, cuando Pedro sacó su espada, le dijo que la guardara, demostrando así que no confiaba en el poder de las armas, sino en el de Jehová (Juan 18:11). Jesús denunció sin temor la maldad y las mentiras de los maestros religiosos (Mat. 23:13, 23, 25). Los discípulos de Jesús necesitarían tener ese mismo valor, pues en el futuro los líderes religiosos los perseguirían e incluso matarían a algunos de ellos (Mat. 23:34; 24:9).-
martes, 08 de marzo de 2011 a las 12:14
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LA PAZ, PROMESA DE DIOS
Al contempar la tierna escena representada en esta fotografía ¿que siente usted? ¿No ansía su corazón la paz, felicidad y la amistad que se aprecia aquí?
Las duras realidades de los tiempos que vivimos son: revoluciones, guerras, delitos, enfermedades, hambres, etc. ¿Que le está ocurriiendo a los hombres que no se entiende entre si?
Las Sagradas Escrituras predicen un cambio drástico de toda la humanidad, promesa de Dios que no puede fallar.-
lunes, 07 de marzo de 2011 a las 18:22
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