LA CARTA DEL APÓSTOL PARA SALVACIÓN
La segunda carta del apóstol Juan es sumamente corta pero sin embargo es de un indudable valor y significado amor cristiano. Es una carta escrita con cierto tacto porque si bien va dirigida a una cierta señora en realidad es un signo sinónimo de congregación., que bien pudo ser redactada para lograr confundir a cualquier contrario a las enseñanzas del apóstol Juan. Con todo, multitud de gente acudía de todos los pueblos de los alrededores a oir la Palabra de Dios de labios de Juan que ponía de relieve los pecados de la humanidad e instándolos a recibir el bautismo por arrepentimiento. La carta en cuestión, insta a la Congregación a caminar en la verdad por medio de obedecer los mandamientos emanados de Dios a través de Jesucristo y se les anima a mostrarse genuino amor los unos a los otros. Pero el rasgo peculiar de la epístola de Juan es el peligro que amenaza a la Congregación como ocurre en los tiempos que estamos por parte de ciertos inconformes que no se contentaban con quejarse de las enseñanzas llanas y sencillas de Cristo, .querían algo más para satisfacer su ego algo que les ensalzara a una posición superior.2ª Juan 2: 1-13) Si, evidentemente en los tiempos de Cristo había ciertos hombres de la Congregación que estaban quejumbrosos y disconformes con respecto a las enseñanzas del apóstol, así también nosotros en la actualidad debemos permanecer sumamente atentos a fin de evitar contagiarnos con algunos que considerándose hermanos pueden estar dispuestos a dividir a la Congregación con el fin de lograr miras sumamente egoístas nada en línea con las enseñanzas del Cristo que descansan en el amor y en la enseñanza correcta de Jehová De este modo estaremos disfrutando de la verdadera asociación cristiana reuniéndonos cada vez que se pueda y esparciendo por doquier las verdades de la Biblia mientras llega el tan fausto y esperado gran día de la salvación. Nicanor Molina
lunes, 28 de enero de 2013 a las 10:39
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GLORIA A DIOS EN LA ALTURAS
Gloria en las alturas a Dios, y sobre la tierra paz entre los hombres de buena voluntad (Luc. 2:14).
Ha caído la noche. Los pastores se encuentran a campo raso, vigilando sus rebaños. De repente, se sobresaltan al ver que aparece a su lado el ángel de Jehová y que los envuelve la luz de la gloria divina. Escuchemos el emocionante anuncio que les hace este mensajero celestial: No teman, porque, ¡miren!, les declaro buenas nuevas de un gran gozo que todo el pueblo tendrá, porque les ha nacido hoy un Salvador, que es Cristo el Señor (Lucas. 2:8-14). También había pastores en ese mismo país que vivían a campo raso y guardaban las vigilias de la noche sobre sus campos y de repente el ángel se les presentó junto a ellos, y la gloria de Dios los envolvió y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No teman, porque, miren; le declaro buenas nuevas de gran gozo que todo el pueblo tendrá, porque les nació hoy un Salvador, que e Cristo el Señor en la ciudad de David. Y esto les servirá de señal; hallaran un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre (Lucas 2: 8-14)
Efectivamente, había nacido un niño que llegaría a ser el Mesías. Y podían encontrarlo en un establo de un pueblo cercano, acostado en un pesebre. De súbito se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial que alabaron a Dios con las palabras del texto de hoy. Ahora bien, ¿cómo podrían los pastores aprender más sobre el Mesías y convencer a otras personas de que aquel niño era el elegido para serlo, tal como señaló el ángel? Examinando las profecías de las Escrituras Hebreas.
jueves, 24 de enero de 2013 a las 14:11
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DIOS ESTÁ GUARDANDO TODOS LOS HUESOS DE AQUEL...
[Jehová] está guardando todos los huesos de aquél; ni siquiera uno de ellos ha sido quebrado (Sal. 34:20). Y ciertamente derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén el espíritu de favor y súplica, y ciertamente mirarán a Aquel a quien traspasaron, y ciertamente plañirán por Él como en el plañir por un hijo único, y habrá una lamentación amarga por él como cuando hay amarga lamentación por el primogénito. (Zacarías 12:10)
Se había profetizado que al Mesías lo herirían con una lanza, pero que no le romperían ningún hueso. En Zacarías 12:10 se anunció: Los habitantes de Jerusalén [...] mirarán a Aquel a quien traspasaron. Un testigo ocular, el apóstol Juan, confirma que así le sucedió a Jesús: Uno de los soldados le punzó el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. Y el que lo ha visto [es decir, Juan mismo] ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero [...]. De hecho, estas cosas sucedieron para que se cumpliera la escritura: Ni un hueso de él será quebrantado. Y, de nuevo, una escritura diferente dice: Mirarán a Aquel a quien traspasaron (Juan 19:33-37).
lunes, 21 de enero de 2013 a las 23:32
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EL DÍA DEL SEÑOR VENDRÁ COMO LADRÓN EN LA NOCHE
La Biblia nos anuncia que el Señor regresaría a la tierra como ladrón en la noche, que significa que una persona puede pasar desapercibida debido a la oscuridad de la noche, motivo por el cual se debemos tener sumo cuidado para evitar nos sorprenda pues es la noche cuando todo está oscuro y es difícil distinguir la sombra de alguien.. Por eso, teniendo en cuenta como está la tierra, la miremos por donde la miremos, veremos que por todas partes prevalece la violencia, enfermedades, muertes, suicidios, hambre, guerras y discordias que las Sagradas Escrituras ya nos pone sobre aviso.
Es extraordinariamente espeluznante y dantesco leer el texto bíblico de 2ª de Pedro 3:10 cuando dice: Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Interpretando literalmente el pasaje descrito, da a entender que se refiere a los elementos de la creación, es decir el cielo y las estrellas físicas. Pero con el fuego literal, para fundir estos materiales son imposibles que el sol y la tierra con fuego literal sean fundidos o disuelvan o se reduzcan a la nada científicamente. La estrellas del firmamento de ningún modo serán destruidos, sino que cuando una estrella se enfría se produce una explosión que provoca un agujero negro o una estrella enana. Es decir que la creación nunca se destruye, sino que ella misma se transmuta o cambia en otras nuevas estrellas o galaxias, por lo que entonces deducimos que no pueden ser reducidos a la nada que es lo que realmente significa la palabra Disolver . El Espíritu Santo que es la energía, el poder y la fuerza que sí puede reducir a la nada cualquier cosa visible e invisible es el poder y la fuerza de Dios y de Cristo De modo que tanto la vida o el espíritu de vida o las energías o las fuerzas invisibles de la misma creación como todo lo que es invisible al hombre; el aire, el viento, la electricidad estática o las fuerzas magnéticas que el fuego literal jamás puede reducir la nada. Estos seres humanos que desobedecen y rechazan la Ley de Dios y sus armas o constituciones que ellos usan para rechazar a Dios y a sus Leyes, estos son los elementos simbólicos que serán disueltos o reducidos a la nada, no por el fuego literal sino por el poder y la fuerza espiritual que Dios usa para destruir o reducir a la nada cualquier cosa que sea física o invisible
. Los elementos humanos lo componen la política y la religión inventada y manipulada por el hombre a su propio beneficio. También los líderes religiosos que rechazan las leyes de Dios y a toda la feligresía y súbditos de las naciones que tampoco crean en Dios, son también estos elementos simbólicos y espirituales que serán reducidos a la nada. (2 ª Pedro 3:10) Si todo ello fuera en sentido literal, tanto la tierra y el cielo literal junto con todo lo que hay en ella como plantas, árboles, animales y humanos como hombres, mujeres y niños serán destruidos por el fuego.
¿Acaso no son todas estas cosas seres inocentes?. Si no rechazan a Dios no pueden ser destruidos. Dios no puede hacer que estas personas inocentes sean reducidas a la nada, y tampoco a los que nunca han tenido ningún conocimiento exacto de la Palabra de Dios, de sus leyes ni del fuego literal. Jehová es un Dios sumamente perfecto y no debemos olvidar que su misericordia es infinita y sobreabunda en el perdón. Las obra de Jehová, nos manifiestan esa gran perfección divina de todo lo creado.
domingo, 20 de enero de 2013 a las 16:23
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EL DÍA DEL SEÑOR VENDRÁ COMO LADRÓN EN LA NOCHE
Es extraordinariamente espeluznante y dantesco leer el texto bíblico de 2ª de Pedro 3:10 cuando dice: Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Interpretando literalmente el pasaje descrito, da a entender que se refiere a los elementos de la creación, es decir el cielo y las estrellas físicas. Pero con el fuego literal, para fundir estos materiales son imposibles que el sol y la tierra con fuego literal sean fundidos o disuelvan o se reduzcan a la nada científicamente. La estrellas del firmamento de ningún modo serán destruidos, sino que cuando una estrella se enfría se produce una explosión que provoca un agujero negro o una estrella enana. Es decir que la creación nunca se destruye, sino que ella misma se transmuta o cambia en otras nuevas estrellas o galaxias, por lo que entonces deducimos que no pueden ser reducidos a la nada que es lo que realmente significa la palabra Disolver. El Espíritu Santo que es la energía, el poder y la fuerza que sí puede reducir a la nada cualquier cosa visible e invisible es el poder y la fuerza de Dios y de Cristo De modo que tanto la vida o el espíritu de vida o las energías o las fuerzas invisibles de la misma creación como todo lo que es invisible al hombre; el aire, el viento, la electricidad estática o las fuerzas magnéticas que el fuego literal jamás puede reducir a la nada. Estos seres humanos que desobedecen y rechazan la Ley de Dios y sus armas o constituciones que ellos usan para rechazar a Dios y a sus Leyes, estos son los elementos simbólicos que serán disueltos o reducidos a la nada, no por el fuego literal sino por el poder y la fuerza espiritual que Dios usa para destruir o reducir a la nada cualquier cosa que sea física o invisible. Los elementos humanos lo componen la política y la religión inventada y manipulada por el hombre a su propio beneficio. También los líderes religiosos que rechazan las leyes de Dios y a toda la feligresía y súbditos de las naciones que tampoco crean en Dios, son también estos elementos simbólicos y espirituales que serán reducidos a la nada. (2 ª Pedro 3:10) Si todo ello fuera en sentido literal, tanto la tierra y el cielo literal junto con todo lo que hay en ella como plantas, árboles, animales y humanos como hombres, mujeres y niños serán destruidos por el fuego. ¿Acaso no son todas estas cosas seres inocentes?. Si no rechazan a Dios no pueden ser destruidos. Dios no puede hacer que estas personas inocentes sean reducidas a la nada, y tampoco a los que nunca han tenido ningún conocimiento exacto de la Palabra de Dios, de sus leyes ni del fuego literal.
sábado, 19 de enero de 2013 a las 21:59
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