USTEDES, TAMBIÉN, ENSÁNCHENSE (2ªCorintios 6:13)
En el transcurso de su predicación, el apóstol Pablo al dirigirse a las muchedumbres rehusño siempre emplar palabras grandilocuenttes, sino más bien empleño mmensajes persuasivos en aras del conocimiento de Crito y su obra redentora en favor de la umanidad obeciente que en definitiva constituye el fundamento de todas las bendiciones de Nuestro Padre celestial.
¿Por qué les pidió Pablo a los cristianos de Corinto que ensancharan su corazón? Recordemos cómo nació la congregación de aquella ciudad. Pablo llegó a Corinto a finales del año 50, y aunque al principio se enfrentó a dificultades, no se dio por vencido. En poco tiempo, muchas personas aceptaron las buenas nuevas. El apóstol pasó allí "un año y seis meses", y durante ese tiempo se esforzó en gran manera por enseñar y fortalecer a la joven congregación. Es obvio que sentía un profundo cariño por aquellos cristianos (Hech. 18:5, 6, 9-11). Y ellos tenían razones de sobra para corresponderle. Sin embargo, hubo quienes se resintieron con él, quizás porque no les gustaba que los aconsejara con tanta franqueza (1 Cor. 5:1-5; 6:1-10). O quizás porque creyeron las calumnias de los "apóstoles superfinos" (2 Cor. 11:5, 6). Fuera como fuera, Pablo quería sentir el amor de sus hermanos. Por eso les suplicó que ensancharan su corazón y que estrecharan su relación con él y con los demás cristianos.-
martes, 14 de junio de 2011 a las 20:33
|
|
A CAUSA DEL DOLOR DEL CORAZÓN HAY UN ESPÍRITU HERIDO.
Poseer un corazón pesaroso, amargado o rencoroso es un virus mortal para la vida del cristiano. Las emociones no repuestas, las heridas del pasado, los abusos. las palabras hirientes y las traiciones constituyen la sombra que envuelve el mal de muchos que han quedado atrapados en un mar de depresión.
Algunos cristianos se descorazonan tanto que dejan de leer la Palabra de Dios y meditar en ella. Además, comienzan a orar mecánicamente y a aislarse de sus hermanos en la fe. Sin duda alguna, es peligroso caer en largos períodos de desaliento (Pro. 18:1, 14). Por otro lado, el optimismo nos ayuda a centrarnos en aspectos de la vida que pueden proporcionarnos satisfacción y gozo. De modo que cuando las cosas nos vayan mal, lo último que debemos hacer es descuidar las actividades espirituales, las cuales son un auténtico antídoto contra la infelicidad. Dios nos enseña que seremos verdaderamente dichosos si estudiamos con constancia su Palabra (Sal. 1:1, 2; Sant. 1:25). Al leer las Santas Escrituras y asistir a las reuniones cristianas, examinamos "dichos agradables" que nos alegran y animan (Pro. 12:25; 16:24).-
lunes, 13 de junio de 2011 a las 18:38
|
|
¡LA PROFUNDIDAD DE LAS RIQUEZAS Y DE LA SABIDURÍA!...
Para el verdadero cristiano no existe mayor privilegio que gozar de la amistad de Nuestro Padre celestial Jehová, el único Dios verdadero. Realmente es todo un honor llegar a ser conocido por Él". No solo porque se trata del Ser más grande del Universo, sino porque es el Protector de las personas a quienes le aman. Conocer a Dios implica familiarizarse, verlo como un amigo y descubrir lo que le agrada. También conlleva vivir de acuerdo con lo que aprendemos de las Sagradas Escrituras sobre su persona (1ªJuan 2:4) Es obvio que para conocerlo bien, debemos interesarnos en todos sus actos, examinando la forma en que los lleva a cabo y los motivos que huvo para hacerlos. Cuando mejor comprendamos sus propósitos, más nos maravillará "la profundidad (...) de la sabiduría divina. (Romanos 11:3)
¡Oh la profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán inescrutables son sus juicios e ininvestigables sus caminos! (Rom. 11:33.)
La sabiduría divina se basa en conocimiento bien fundado y en una comprensión clara de los asuntos (Sant. 3:17). Jehová es el ser más sabio que existe. Por eso estamos tan convencidos de que sus leyes promueven el mejor modo de vivir. Después de todo, él sabe mejor que nadie lo que necesitamos para ser felices (Pro. 3:5, 6). Al examinar las cosas que Dios ha hecho, podemos descubrir su sabiduría y sus otras cualidades incomparables (Rom. 1:20). Desde la más pequeña hasta la más grande, sus creaciones revelan ante nosotros diversos aspectos de su personalidad. Sea que miremos arriba a los cielos o abajo al suelo que pisamos, encontramos abundantes pruebas de que Dios es sabio y afectuoso. Como vemos, sus creaciones nos enseñan mucho sobre él (Sal. 19:1; Isa. 40:26).-
domingo, 12 de junio de 2011 a las 11:14
|
|
YO SOY EL CAMINO Y LA VERDAD Y LA VIDA (Juan 14:6)
Cuando alguien quiere de verdad a un semejante y lo ve metido en problemas, lo primero que le calmará será diciéndole: "No te preocupes amigo, yo te ayudaré" ¿Cuanta alegría sentirá el corazón desesperado de aquella persona al escuchar tales palabras? Esto es más o menos lo mismo que Jesús dijo a sus discípulos: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí" Es evidente que Cristo desea que le pidamos la gracia de la paz del alma, de la tranquilidad de la vida, de la sencillez como los niños. Las dificultades y problemas, obviamente se presentan a lo largo de la vida, pero si tenemos a Cristo que es la paz genuina será más fácil sobrellevar.
Jesús es "la verdad" porque siempre dijo la verdad y vivió conforme a ella, pero también porque cumplió las decenas de profecías que se escribieron acerca del Mesías. El apóstol Pablo lo expresó con las siguientes palabras: "No importa cuántas sean las promesas de Dios, han llegado a ser Sí mediante él" (2 Cor. 1:20). Además, la "sombra de las buenas cosas por venir", que se encuentra en la Ley mosaica, se convirtió en una realidad al llegar Jesús (Heb. 10:1; Col. 2:17). Todas las profecías apuntan a él, y todas ellas aclaran el papel central que desempeña en el cumplimiento del propósito divino (Rev. 19:10). Para presenciar el cumplimiento de dicho propósito, debemos seguir a Cristo. Jesús es "la vida" porque él compró a la humanidad con su sangre. Mediante "Cristo Jesús nuestro Señor", Jehová nos da el regalo de la vida eterna (Rom. 6:23).-
sábado, 11 de junio de 2011 a las 11:21
|
|
EL HIJO DEL HOMBRE VINO PARA DAR SU ALMA...
El Hijo del hombre [...] vino [...] para dar su alma en rescate en cambio por muchos (Mat. 20:28).
Al ser fiel hasta la muerte, Jesús resolvió un aspecto clave del "secreto sagrado" (Col. 1:26, 27). Probó de forma indiscutible que un hombre perfecto puede mostrar devoción a Dios y defender la soberanía divina a pesar de sufrir los peores ataques de Satanás (1 Tim. 3:16). Su vida fue el "rescate correspondiente" que se pagó para librarnos del pecado que hemos heredado de Adán. Además, nos permite tener vida eterna si lo aceptamos como el medio que Dios nos da para alcanzar la salvación (1 Tim. 2:5, 6). Cristo resucitó al tercer día y durante los siguientes cuarenta días se apareció a sus discípulos para demostrarles que estaba vivo y darles instrucciones adicionales (Hech. 1:3-5). Después ascendió al cielo a fin de presentar ante su Padre, Jehová el valor de su incomparable sacrificio. Y aunque luego tuvo que esperar a que comenzara su presencia como Rey Mesiánico, durante todo ese tiempo se mantuvo muy ocupado.
Cuando mmeditamos en todo lo que ha hecho Jesús, nos sentimos conmovidos y crece el cariño que le tenemos. Su amor por la humanidad nos obliga moralmente a exforzarnos por dar por terminada nuestra comisión antes que llegue el fin (2ª Corintios 5:14,15) No hay que olvidar que el amor constituye la fuerza que impulsa a Jesús a hacer realidad el propósito de Dios para el hombre. Y nosotros solo lograremos cumplir nuestro cometido dentro de dicho propósito si andamos tras las huellas del Maestro.-
viernes, 10 de junio de 2011 a las 12:07
|