EL ESPÍRITU ESCUDRIÑA TODAS LAS COSAS...
"El espíritu escudriña todas las cosas, hasta las cosas profundas de Dios" (1ª Corintios 2:10).
Con las palabras del texto de hoy, el apóstol Pablo señala una importantísima función que desempeña el espíritu santo. Dios, usa su fuerza activa para sacar a la luz verdades espirituales profundas. Después de todo, ¿hasta qué punto comprenderíamos los propósitos divinos si no contáramos con esa ayuda? (1 Cor. 2:9-12.) Jesús habló de dos formas en las que actuaría la fuerza activa de Dios. Poco antes de morir, les aseguró a sus apóstoles: "El ayudante, el espíritu santo, que el Padre enviará en mi nombre, ese les enseñará todas las cosas y les hará recordar todas las cosas que les he dicho" (Juan 14:26). Primero, el espíritu serviría como maestro para los cristianos, pues les permitiría comprender verdades que antes no entendían, y segundo, les ayudaría a recordar y aplicar correctamente las enseñanzas recibidas.
jueves, 12 de enero de 2012 a las 21:55
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EL ESPÍRITU DE LA VERDAD (...) LOS GUIARÁ A TODA LA VERDAD (Juan 16:13)
"El espíritu de la verdad" llegó en el Pentecostés del año 33, al ser derramado sobre unos ciento veinte cristianos reunidos en Jerusalén. Aquel suceso vino acompañado de pruebas que se podían ver y oír (Hech. 1:4, 5, 15; 2:1-4). Los discípulos empezaron entonces a hablar en diversos idiomas "acerca de las cosas magníficas de Dios" (Hech. 2:5-11). En el pasado, Joel había predicho que Jehová derramaría su fuerza activa (Joel 2:28-32). Y ahora la gente estaba observando cómo se cumplía esa profecía de una forma que nadie se había imaginado. El apóstol Pedro, sirviendo de portavoz, aclaró el significado de lo ocurrido (Hech. 2:14-18). ¿Cómo logró dar esa explicación? Gracias al espíritu santo, que actuó como maestro y le permitió comprender que aquel suceso cumplía las palabras de Joel. Además, el espíritu le ayudó a recordar, pues Pedro no solo pudo citar de esa profecía, sino también de dos salmos de David (Sal. 16:8-11; 110:1; Hech. 2:25-28, 34, 35). Lo que vieron y oyeron aquellas personas realmente formaba parte de las cosas profundas de Dios.
miércoles, 11 de enero de 2012 a las 14:47
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SALVE (EL) A LOS HIJOS DEL POBRE (Salmos 72:4)
Salve [él] a los hijos del pobre (Sal. 72:4).
Bajo la dirección de Dios, Cristo "[juzgará] a los afligidos del pueblo" y "[salvará] a los hijos del pobre". Su dominio se caracterizará por la paz y la justicia (Sal. 72:1-4). De hecho, lo que él hizo cuando estuvo en la Tierra nos permite formarnos una idea de todo lo que logrará el Reino de Mil Años (Rev. 20:4). Fijémonos en algunas obras de Jesús que nos ofrecen una muestra de lo que él hará por la humanidad en cumplimiento del Salmo 72. Sin duda, nos impresiona la compasión que demostró con quienes sufrían (Mat. 9:35, 36; 15:29-31). En cierta ocasión, un leproso le rogó: "Si tan solo quieres, puedes limpiarme". Y él le respondió: "Quiero. Sé limpio". ¡Qué maravilla! El hombre quedó completamente curado (Mar. 1:40-42). Más tarde, cuando se encontró con una viuda que había perdido a su hijo único, Cristo "se enterneció por ella" y dijo al joven: "¡Levántate!". Y así fue: ¡volvió a vivir! (Luc. 7:11-15.)
martes, 10 de enero de 2012 a las 14:23
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"SALIÓ VENCIENDO Y PARA COMPLETAR SU VICTORIA ..." (Revelación 6:2)
El Hijo del hombre, Jesucristo, profetizó: "Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono. Y todas las naciones serán reunidas delante de él, y separará a la gente unos de otros, así como el pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha, pero las cabras a su izquierda" (Mat. 25:31-33). Estas palabras muestran que Cristo vendrá como Juez para separar a las personas de "todas las naciones" en dos grupos. Por un lado están "las ovejas, que ayudan a los hermanos espirituales del Rey que quedan en la Tierra", y por otro, "las cabras", que "no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús" (2 Tes. 1:7, 8). Las ovejas, a quienes se llama también "los justos", recibirán "vida eterna" en la Tierra, mientras que las cabras "partirán al cortamiento eterno", la destrucción definitiva (Mat. 25:34, 40, 41, 45, 46)
domingo, 08 de enero de 2012 a las 13:52
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¿ES CORRECTA LA HISTORIA QUE SE CUENTA DE LOS TRES REYES MAGOS?
En países de todo el mundo, desde Sudamérica hasta Asia, pasando por Europa oriental, son habituales las representaciones del nacimiento de Jesús. Allí se ve al recién nacido envuelto en sus pañales y a tres reyes ofreciéndole valiosos regalos. Pero ¿son exactas estas representaciones navideñas.
El nacimiento de Jesús solamente se narra en los Evangelios de Mateo y Lucas. Ambos relatos coinciden en que los únicos que visitaron a Jesús poco después de nacer fueron unos humildes pastores que se encontraban cerca. En ningún momento mencionan que tres reyes fueran a visitarlo mientras estaba en un pesebre. Lo que sí indican es que un número indeterminado de magos, o astrólogos lo visitaron cuando ya era un niño de más edad y vivía con sus padres en una casa. También cuentan que esta visita puso en peligro la vida de Jesús.
Leamos detenidamente el relato de Lucas: había en aquella misma zona pastores que vivían a campo raso y guardaban las vigilias de la noche sobre sus rebaños. Y de repente el ángel de Yavé estuvo de pie junto a ellos, y les dijo: "No teman, (&) hallarán un niño envuelto en bandas de tela y acostado en un pesebre. (&) Y fueron apresuradamente y hallaron a María así como a José y al niño acostado en el pesebre". (Lucas 2:8.16). Según este pasaje, los únicos que estaban con el recién nacido eran José, María y los pastores. No se menciona a nadie más.
Examinemos ahora el relato de Mateo tal como lo vierte la Biblia de Jerusalén Latino americana: "Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían de Oriente se presentaron en Jerusalén". Después siguieron hacia Belén, donde "entraron en la casa" y "vieron al niño con María su madre". (Mateo 2:1-11)
Este relato aporta datos muy interesantes. Por un lado se habla de "unos magos": nunca se los llama reyes ni se especifica que fueran tres. Además, se menciona que viajaron desde Oriente y que primero se dirigieron a Jerusalén, y no a Belén, la ciudad donde había nacido Jesús. Para cuando finalmente llegaron a Belén, Jesús ya no era un niño recién nacido, sino un niño de más edad, que vivía en una casa en vez de un establo.
Asimismo, vemos que no eran sencillamente "unos sabios". Como dicen algunas versiones de la Biblia. Sino "magos" o "astrólogos" (Evangelios, de j. f. Mira; Biblia del nuevo milenio) El Diccionario exegético del Nuevo Testamento explica que el término griego original "se deriva del nombre de una tribu (&) que en la región persa desempeñaba funciones sacerdotales (&) y se ocupaba del estudio de la astronomía o la astrología". Es más, según otra obra muy respetada, esa misma palabra puede designar a un "brujo, hechicero, (que) pretendía tener poderes mágicos, practicante de la brujería". (Diccionario de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento exhaustivo, de W.E. Vine).
Y por muy populares que sean la astrología y la magia en la actualidad, lo cierto es que la Biblia no aprueba estas prácticas (Isaías 47:13-15). De hecho Jehová Dios detesta cualquier forma de ocultismo (Deuteronomio 18:10-12). Por eso, jamás les anunciaría el nacimiento de su hijo a unos astrólogos. Lo que sí hizo, para salvar la vida de Jesús, fue advertirles mediante un sueño que no regresaran al palacio del malvado rey Herodes por lo que ellos "se retiraron a su país por otro camino". (Mateo 2:11-16)
En vista de lo anterior, ¿deberían los cristianos verdaderos mantener una tradición que distorsiona la historia del nacimiento de Jesús? Es obvio que no.
(Fuente: La Atalaya 2009)
viernes, 06 de enero de 2012 a las 12:00
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