HACIÉNDOSE BONDADOSOS UNOS PARA CON OTROS
Háganse bondadosos unos con otros, tiernamente compasivos, y perdónense liberalmente unos a otros, así como Dios también por Cristo liberalmente los perdonó a ustedes (Efe. 4:32). Actuar así exige un gran esfuerzo, pues somos imperfectos. Si no controláramos nuestros pensamientos y acciones y nos llenáramos de amargura maliciosa y cólera e ira, contristaríamos el espíritu santo (Efesios 4:30, 31). Lo mismo pasaría si fuéramos rencorosos y lleváramos la cuenta de las ofensas que nos han hecho, o si nos negáramos a reconciliarnos con quienes las cometieron. Aun si alguien nos lastima, debemos perdonar tal como lo hace Dios (Lucas. 11:4). Imagínese que un hermano ha hablado mal de usted. A fin de arreglar las cosas, usted decide abordarlo, y él se siente mal por lo sucedido y le pide una disculpa sincera. ¿Basta con perdonarlo? No. Hay algo más que hacer, como dice Levítico 19:18: No debes tomar venganza ni tener rencor contra los hijos de tu pueblo; y tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy Jehová. Pero como anotábamos al principio, del enunciado y a pesar de todos los consejos de nuestro Padre celestial algunos de los que se tienen por cristianos verdaderos, que suelen haber, dejando a un lado el significado bíblico de Un mandamiento nuevo os doy. Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros (Juan 13:34) dejan a su antojo el amor que identifica a los auténticos y verdaderos cristianos. Es notorio que la situación caótica que estamos experimentando últimamente está afectando a la mayor parte de la humanidad y no nos viene de sorpresa que hermanos que se tienen por cristianos, en nuestro alrededor, parecen haber perdido el sentido de lo que es correcto e incorrecto, y que evidencian avanzar en una deslizante pendiente, hacia su perdición, con su teoría de que lo que hacen está bien, que es lo correcto. Se da el caso de que en alguna parte algún hermano se cruza con otro evitándose el consiguiente y elemental saludo, por poner un ejemplo. O que durante una reunión, en lugar de estar atentos y pendientes del discursante, molestan a los demás conversando con su pareja y en otros casos masticando chicles Efectivamente nuestra creencia firme en Dios nos debe llevar a estar alerta sobre ciertas cosas que le agradan, y las que le desagradan porque, viéndolo de este punto de vista, todo lo que vale la pena, lo podemos ganar y nada de verdadero valor perder. Por todo ello, deseamos que nuestro proceder cristiano refleje siempre una buena moralidad educativa, ,unos buenos modales, y una dignidad que alabe a Dios.
sábado, 28 de abril de 2012 a las 15:58
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EN CUANTO A MOSTRARSE HONRA UNOS A OTROS, LLEVEN LA DELANTERA (Rom.12:10)
Pablo no se limitó a decir a sus hermanos de Roma que se mostraran honra unos a otros; les especificó que llevaran la delantera, es decir, que tomaran la iniciativa, en mostrarse honra. ¿Por qué es importante este detalle? Veamos un ejemplo. ¿Animaría un profesor a sus alumnos a que aprendieran a leer si ya supieran hacerlo? Claro que no. Su interés se centraría más bien en ayudarlos a leer mejor. De igual modo, el que nos amemos unos a otros, y por ende, nos mostremos honra, ya es una característica que distingue a los cristianos verdaderos (Juan 13:35). Pero tal como los estudiantes pueden seguir progresando si mejoran en la lectura, los cristianos también podemos seguir progresando si tomamos la iniciativa en mostrarnos honra (1 Tes. 4:9, 10). Todos y cada uno de nosotros debemos tomar la iniciativa en honrar a los demás miembros. ¿Lo estamos haciendo? Tampoco debemos olvidar que el valor de los demás es una verdadera manera de ganar respeto a la sociedad. Por esto debemos respetar, honrar, y si es falible el amar en sentido cristiano a nuestros semejantes. En definitiva debemos hacernos amables para poder ser amados y que es esta manera el principio bíblico de amarse los unos a los otros pueda cumplirse plenamente en nuestra práctica diaria.
lunes, 23 de abril de 2012 a las 12:23
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HA ABIERTO LA BOCA CON SABIDURIA, Y LA LEY DE CLEMENCIA Y BONDAD AMOROSA ESTÁ EN SU LENGUA (Proverbios 31:26)
Este es el versículo en este pasaje de la Biblia que se refiere a la lengua de la mujer virtuosa y de las palabras que salen de su boca. Jesús enseñó que de la abundancia del corazón habla la boca.(Mateo 12:34) Lo que sale de la boca indica lo que hay en el corazón así como también nuestro hablar revela nuestro corazón, y de un corazón sabio proceden palabras sabias, amables y cariñosas. Como una duna de arena del desierto es a los pies de un anciano, así resulta ser la mujer parlanchina para un hombre tranquilo, pero la mujer virtuosa no molesta a su marido ni a otro hombre con su hablar. Ella ha aprendido ese silencio y esa sujeción que el apóstol Pablo recomienda a las mujeres. Ella no aprisiona sus labios en un hosco silencio, y cuando habla es un deleite escucharla, porque abre su boca con sabiduría. Además de todas las labores ya mencionadas, ella se levanta de mañana y encuentra tiempo para leer la Biblia y otros libros instructivos; ella medita y reflexiona y recibe instrucción de lo que oye y ora al Padre del conocimiento y crece diariamente en conocimiento y prudencia, y cuando abre su boca ella dice solamente lo que vale la pena ser oído. En la antigüedad, el rey Lemuel recibió un importante mensaje donde su madre mencionaba estas características de una buena esposa. Claro, no solo es deseable que hablen con bondad amorosa las mujeres sabias, sino cualquier persona que quiera agradar a Jehová (Pro. 19:22). Ciertamente, debería actuar así todo cristiano que se precie de serlo. Como indica su propio nombre, la clemencia y la bondad amorosa combina las características de la bondad y del amor. Es bondad, pues nos lleva a interesarnos por los demás y a ayudarlos con acciones y palabras consideradas. Y es amorosa, pues esa preocupación por su bienestar se debe a que los queremos. Implica, además, la voluntad de apegarse lealmente a una persona y perseverar hasta lograr lo que se quiere para ella.
miércoles, 18 de abril de 2012 a las 17:56
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TODAS LA COSAS QUE QUIEREN QUE LOS HOMBRES LES HAGAN, TAMBIÉN USTEDES DE IGUAL MANERA TIENEN QUE HACÉRSELAS A ELLOS.
En su célebre Sermón del Monte, Jesús enseñó un principio fundamental para tener buenas relaciones con nuestro prójimo. Ël dijo lo siguiente: Todas las cosas que quieran que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos (Mateo 7:12) A esta forma de conducta se la conoce habitualmente como la Regla de Oro. Si seguimos este principio en todo momento de nuestra vida obtendremos beneficios que nos harán felices. Aparte de la Regla de Oro, Jesús también ofreció consejos que pueden ayudarnos a tomar decisiones acertadas cuando dice: Tienes que amar a Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente Si hablamos con amabilidad a todos nuestros semejantes, les aliviaremos de cargas y problemas, mientras que si los criticamos implacablemente, se las haremos más pesadas. Tal vez hasta los llevemos a pensar que han perdido el favor de Dios. Queremos animarlos con palabras sinceras y decirles solo lo que sea bueno para [su] edificación según haya necesidad. Nuestro deseo es [impartirles] lo que sea favorable (Efe. 4:29). Los cristianos, en particular, han de ser amables y tiernos con los demás (1 Tes. 2:7, 8). Tienen que tratar con apacibilidad [incluso] a los que no están favorablemente dispuestos a escuchar los consejos de la Palabra de Dios. (2 Tim. 2:24, 25). También deben demostrar cortesía y consideración al comunicarse por escrito. Es necesario que se expresen con bondad y tacto, según el principio expuesto en el texto del enunciado de hoy.
martes, 17 de abril de 2012 a las 12:39
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!MIREN! AHORA ES EL TIEMPO ESPECIALMENTE ACEPTO
¡Miren! Ahora es el tiempo especialmente acepto. ¡Miren! Ahora es el día de salvación (2 Cor. 6:2).
"El año acepto de Dios", que está descrito por Jesús en el libro de Lucas dice: El dijo que vino a la tierra a predicar el Evangelio del Reino a los pobres, para sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos. El fue el que tanto proclamaba y llevar a cabo la verdadera realización de El año acepto a Jehová el profeta Isaías habló de esto cuando dijo a los prisioneros: ¡Salgan! a los que estén en oscuridad:!Revelense!. Al lado de los caminos pacerán, y en todas las sendas trilladas se realizará el apacentamiento de ellos. No padecerán hambre, ni padecerán sed, ni los herirá calor abrasador ni sol. Porque Aquel que tiene piedad de ellos los guiará, y junto a los manantiales de agua los conducirá. ¿A qué se refería el apóstol Pablo con esta cita? Cuando se rebelaron en el jardín de Edén, los seres humanos se apartaron de Jehová (Romanos. 3:10, 23). Y al alejarse de su luz espiritual, quedaron condenados al sufrimiento y la muerte. Como bien dijo Pablo: Sabemos que toda la creación sigue gimiendo juntamente y estando en dolor juntamente hasta ahora (Romanos. 8:22). Sin embargo, Dios decidió invitar a las personas incluso con ruegos a que volvieran a su lado y se reconciliaran con él (2 Corintios. 5:20). Esa era la comisión que tenían en el siglo primero Pablo y los demás cristianos ungidos. Aquel tiempo especialmente acepto sería un día de salvación para todo el que pusiera fe en Jesús. En la actualidad, los ungidos y sus compañeros de las otras ovejas siguen invitando a las personas a aprovechar el tiempo especialmente acepto en el que vivimos (Juan 10:16).
sábado, 14 de abril de 2012 a las 11:46
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