SIGAN, PUES, BUSCANDO PRIMERO EL REINO Y LA JUSTICIA DE DIOS (Mateo 6:33)
 ¿Qué significa buscar primero la justicia de Dios? En pocas palabras, hacer la voluntad de Jehová a fin de obtener su favor. Implica esforzarnos por vivir en armonía con sus normas y valores perfectos en vez de guiarnos por los nuestros (Romanos. 12:2). Esta manera de vivir está estrechamente ligada a nuestra relación con Dios. De hecho, obedecemos sus leyes por el amor que le tenemos, no por temor al castigo. Ese cariño nos motiva a hacer todo lo posible por complacerlo siguiendo sus pautas, no las nuestras. Estamos convencidos de que eso es lo justo, el mismísimo objetivo para el que fuimos creados. Tal como Jesús, el Rey del Reino de Dios, debemos amar la justicia (Hebreos. 1:8, 9). Es más, la Biblia nos dice que debemos respetar los gobiernos humanos y sus elecciones, pero nosotros en lo personal nos mantenemos completamente neutrales, nos sometemos cuando ya un gobierno ha sido elegido por la ciudadanía, respetamos las leyes que se establecen, por ejemplo pagamos nuestros impuestos y nos sometemos al mantenimiento del orden. Pero de antemano agachamos nuestras cabezas ante las normas de nuestro Creador. Si buscamos primero la justicia de Dios, tendremos una buena relación con él y podremos obtener la salvación (Romanos. 3:23, 24).
domingo, 01 de julio de 2012 a las 12:01
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YO MISMO HE LLEGADO A ESTAR LLENO DE PODER...
 Yo mismo he llegado a estar lleno de poder, con el espíritu de Jehová (Miqueas. 3:8).
¿Para qué va a utilizar Jehová su fuerza activa en el nuevo mundo que se avecina? Entre otras cosas, para producir los nuevos rollos que se abrirán entonces (Rev. 20:12). ¿Qué contendrán esos libros? Por lo visto, las leyes de Jehová que estarán vigentes durante el Reinado de Mil Años. Esperamos con impaciencia el día en que podamos examinarlos y disfrutar de las demás bendiciones del Paraíso. No olvidemos jamás que el propósito divino tiene garantizado su cumplimiento, pues Dios utiliza su espíritu santo, la fuerza más poderosa del universo, para llevarlo a cabo. Dado que ese propósito nos incluye a nosotros, pidámosle siempre a Jehová su espíritu y dejemos que este nos guíe (Lucas. 11:13). De este modo podremos conseguir lo que Dios siempre ha querido para la humanidad: la vida eterna en el Paraíso en la Tierra. Pero. ¿Cómo será en el futuro la vida en la tierra?. Nuestro Padre Jehová, tiene un maravilloso propósito para la tierra que es llenarla de personas que sean felices y disfruten de buena salud. Obviamente, esa promesa aún no se ha cumplido, los seres humanos se enferman y mueren; es más, luchan entre si y se matan. Jesús prometió que cuando llegue el nuevo mundo, Dios proveerá de un magnífico regalo a las personas que aprueba: la vida eterna. La maldad, las guerras, el delito y la violencia ya no existirán. Cuando llegue este momento, el justo brotará y habrá abundancia de todo para siempre.
sábado, 30 de junio de 2012 a las 12:19
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DIOS ES BONDADOSO PARA CON LOS INGRATOS E INÍCUOS. (Lucas 6:35)
 Antes de abrazar la verdad, nos beneficiábamos de la bondad que Jehová demuestra a todos los seres humanos (Mateo. 5:45). Pero cuando nos hicimos siervos suyos, llegamos a disfrutar de su amor leal, su infalible bondad amorosa (Isaías. 54:10). ¡Qué agradecidos estamos! Y este sentimiento es un gran incentivo para seguir reflejando esta cualidad divina en nuestras conversaciones y demás actividades cotidianas. La oración es una ayuda extraordinaria para cultivar la bondad amorosa. La Biblia dice que Dios está cerca de todos los que lo invocan en apego a la verdad y que él cumplirá el deseo de los que le temen piadosamente, y oirá su clamor por ayuda.(Salmo 145:18,19) Recordemos que la bondad y el amor elementos esenciales de esta cualidad forman parte del fruto del espíritu santo (Gálatas 5:22). Por eso, si nos sometemos a la influencia de esta fuerza divina, la bondad amorosa echará raíces en nuestro corazón. ¿Cómo obtenemos el espíritu santo? La forma más directa es pidiéndoselo a Jehová (Lucas. 11:13). ¡Qué necesario es que le solicitemos vez tras vez su espíritu santo y que nos dejemos guiar por él. Nuestro creador y poderoso Padre Jehová está cerca de nosotros y, y repito: nos oirá si lo invocamos con apego a la verdad, es decir, con fidelidad. De modo que como la oración nos acerca a Dios debemos hacerlo con fe, humildad y sinceridad. Nuestro Padre celestial contesta las oraciones mediante los seres humanos que le sirven, su espíritu santo y su palabra (Salmos 65:2.- Santiago 5:1 al 20) .
jueves, 28 de junio de 2012 a las 14:14
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EL QUE TIENE REFRENADOS SUS LABIOS ESTÁ ACTUANDO DISCRETAMENTE (Proverbios 1:19)
 El tonto profiere muchas palabras por su boca. Hace salir burbujeando la tontedad (Proverbios 15:2) Esto no significa que toda persona que habla mucho sea tonta. No obstante, que fácil es que quien actúa de semejando manera se convierta en un conducto para esparcir chismes y rumores. En muchas ocasiones, el habla necia tiene como consecuencia repercusiones dañinas, sentimientos heridos, relaciones tensas y hasta daño físico. “El que mucho habla, mucho yerra”. (Proverbios 10:19) Además, es irritante estar en compañía de alguien que siempre tiene algo que decir sobre toda clase de asuntos. Que nuestras palabras no abunden en demasía porque quien refrena los labios no solo evita la falsedad, sino que actúa discretamente. Piensa antes de hablar. La buena comunicación no debe confundirse con decir siempre lo que opinamos y sentimos, sobre todo si estamos disgustados. Las Escrituras indican que perder los estribos es una muestra de debilidad, y no de fortaleza (Pro. 25:28; 29:11). “Moisés era con mucho el más manso de todos los hombres” de la época, pero en cierta ocasión no logró soportar la actitud rebelde de su nación. Por el contrario, se salió de sus casillas y no le dio a Jehová Dios la gloria que debía. Es cierto que expresó claramente sus sentimientos, pero Dios no quedó complacido. Por ello, aunque lo había tenido como caudillo de la nación por cuarenta años, no le permitió entrar junto con los israelitas en la Tierra Prometida (Números. 12:3; 20:10, 12; Salmos 106:32). Las Escrituras alaban a quienes hablan con discreción (Proverbios. 17:27). Pero ser discreto no exige quedarse callado. Más bien, requiere comunicarse “con gracia”, usando la lengua como bálsamo calmante, y no como un puñal (Colosenses. 4:6; Proverbios. 12:18; 18:21).
miércoles, 27 de junio de 2012 a las 15:36
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DIOS ESTÁ CERCA DE TODOS LOS QUE LO INVOQUEN (Salmos 145:18)
 Con respecto al inmenso universo, nuestro planeta tierra es muy pequeño. De hecho, para nuestro Padre celestial, el Hacedor del cielo y de la tierra , las naciones son como una diminuta gota de agua de un océano. Sin embargo, la Biblia dice que Jehová Dios está cerca de todos los que lo invocan, de todos los que invocan en apego a la verdad , y él cumplirá el deseo de los que le temen, y oirá su clamor por ayuda (Salmo 145:18,19) Piense, mi estimado lector, en el significado de estas palabras. El Creador todopoderoso está cerca de nosotros y nos oirá si lo invocamos en apego a la verdad , es decir, con fidelidad. ¡Que privilegio tenemos de poder orarle!. ¿Pero que es la oración? La oración es nuestra vía directa con nuestro Padre celestial, un proceso de comunicación que nos permite hablar con Dios. El desea que nosotros nos comuniquemos con El como una llamada telefónica de persona a persona. Jesús habló mucho con sus discípulos sobre la importancia de la oración y sobre todo a través de su hijo Jesucristo. De modo que la razón importante por la que debemos orar a Dios, siempre a través de su mediador Jesús es que él nos invita a hacerlo cuando dice: No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios, y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús (Filipenses 4:6,7) Definitivamente, las oraciones deben reflejar meditación. No es cuestión de orar por orar. Así pues, dile a Dios cómo te sientes. Hazle saber que lo amas y respetas con toda el alma y que confías plenamente en él. Él se acercará a ti y te dará fuerzas para resistir los ataques del Diablo y tomar buenas decisiones en tu vida (Santiago. 4:7, 8).
lunes, 25 de junio de 2012 a las 12:10
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