EL ESCLAVO DEL SEÑOR NO TIENE NECESIDAD DE PELEAR.
"El esclavo del señor no tiene necesidad de pelear, sino de ser amable para con todos". (2ª Timoteo 2:24) Los enemigos de la paz y del orden mundial, capitaneados por Satanás y sus secuaces tratan de perturbar la paz del mundo cristiano. Como saben que las divisiones internas son destructivas, se dedican a sembrar discordia y desorden por todas partes. (Mat. 12:25) Por eso la 2º carta a Timoteo, en sus versículos 24 y 25 nos previene: El siervo de Dios no tiene necesidad de pelear, sino ser amable para con todos, manteniéndose reprimido bajo lo malo, instruyendo con apacibilidad a los que están favorablemente dispuestos, ya que Dios quizás les de arrepentimiento que conduzca a un conocimiento exacto de la verdad. Si queremos combatir su malévola influencia, debemos seguir el consejo de Pablo citado arriba. Recordemos que nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra [...] fuerzas espirituales inicuas. Para vencer, siempre hemos de usar la armadura espiritual, la cual incluye el equipo de las buenas nuevas de la paz (Efe. 6:12-18). Desde fuera, los enemigos lanzan feroces ataques contra el pacífico pueblo de Jehová. Algunos nos agreden físicamente, y otros nos calumnian en la prensa y los tribunales. Es tal como Jesús advirtió que sucedería (Mat. 5:11, 12). Ahora bien, ¿cómo debemos responder? No [devolviendo] mal por mal, ni de palabra ni de obra (Romanos 12:17; 1 Pedro. 3:16). Lo cierto es que no todo el mundo reacciona igual ante situaciones difíciles, Quizá seas tu, amable lector, estás expuesto a esta vivencia por la influencia de tu entorno. Si es así, está en ti controlar esa fuerza, de modo que plantéate lo siguiente: ¿Prefieres más controlar tus emociones o prefieres dejar que ella te controle a ti? Hay quienes han aprendido a dominarse, y tu también, mi buen amigo, puedes hacerlo. La Biblia dice: Que se quiten toda amargura maliciosa, cólera, ira, griterío y habla injuriosa junto a toda maldad (Efesios 4:31) Evidentemente, los cristianos estamos unidos porque amamos a Dios y eso nos mueve a tratarnos con amor. Como reconocemos de corazón la bondad divina, aspiramos llevar a cabo el consejo bíblico: Que su habla sea edificante para que se imparta lo que constituya edificante para los oyentes.
domingo, 09 de septiembre de 2012 a las 14:23
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NO ESTÉN CONTRISTANDO AL ESPÍRITU SANTO (Efesios 4:30)
Los cristianos estamos unidos porque amamos a nuestro Padre celestial, y eso nos mueve a tratarnos con amor y con obras excelentes. Como agradecemos de corazón la bondad divina, queremos hacer todo lo posible por seguir este consejo: [Hablen lo] que sea bueno para edificación de todos según haya necesidad y para que [se] imparta lo que sea favorable a los oyentes [...;] háganse bondadosos unos con otros, tiernamente compasivos, y perdónense liberalmente unos a otros, así como Dios también por Cristo liberalmente los perdonó a ustedes (Efe. 4:29, 32). Con misericordia, Dios tiene en cuenta que somos imperfectos y nos perdona. ¿No deberíamos hacer lo mismo nosotros con el prójimo? Cuando menciona nuestro prójimo significa que, así como nosotros nos cuidamos, nos guardamos, nos protegemos y nos amamos, así justamente hemos de considerar y amar a cualquier ser humano de nuestro alrededor. El mandamiento que Dios dejó escrito hace miles de años, hoy es normal que en medio de tanto egoísmo y depravación en que nos movemos el amar al prójimo se entienda como obsoleto y ridículo, y lo normal es que todos nos amemos y que nadie hiciese mal al prójimo. La unidad que reina entre nosotros glorifica a Jehová. El espíritu santo nos impulsa a estrechar nuestros lazos de diversas formas. Y no queremos resistir su guía, pues nuestra unión cristiana es un tesoro que vale la pena proteger. No solo nos hace felices a nosotros, sino que honra a nuestro Padre cuyo nombre es Jehová.
viernes, 07 de septiembre de 2012 a las 23:59
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SIGAN CONSOLÁNDOSE UNOS A OTROS
"Sigan consolándose unos a otros y edificándose unos a otros", (1 Tes 5:11) Aunque ser cristiano, en principio no nos proporciona más dinero ni mejor o peor carácter ni se nos garantiza el éxito profesional, deportivo o familiar, obviamente vivir como Dios nos pide a través de la Escrituras, ser parte del cristianismo verdadero nos aporta muchísimos otros beneficios. Para empezar, disfrutamos de una hermosa relación con Jehová. Y, como nos guiamos por la Palabra de Dios, nos ahorramos todos los sufrimientos que ocasiona una vida contraria a los principios bíblicos. Además, gozamos de la compañía de verdaderos amigos que quieren vernos felices. ¡Cuántas bendiciones! No obstante, la mayoría de los hermanos lidian con diversos problemas, desde la dificultad para entender las verdades bíblicas más profundas hasta las enfermedades, la depresión o las consecuencias de una mala decisión. Y todos sufrimos la presión de este mundo alejado de Dios. A nadie le gusta ver a un hermano en la fe angustiado por sus luchas y sufrimientos. Dicen que así como hay épocas de vacas gordas, es decir, de éxitos y abundancia, también hay épocas de vacas flacas en la que sentimos que nada nos va bien . De modo que el hecho de pasar una mana racha no solo afecta a quien la padece directamente., sino a quienes están a su alrededor. Como bien dijo Pablo, la congregación es un cuerpo, de modo que si un miembro sufre, todos los demás miembros sufren con él. Corintios. 12:12, 26) A nadie le gusta ver a u hermano en la fe angustiado por sus luchas y sufrimientos motivo por el cual tenemos que darle nuestro total apoyo.
jueves, 06 de septiembre de 2012 a las 17:58
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QUE CADA UNO AME A SU ESPOSA COMO ASÍ MISMO
"Que cada uno de ustedes individualmente ame a su esposa tal como se ama sí mismo" (Efesios 5:33) Una pregunta que muchos esposos deberían hacerse es la siguiente:¿Hasta dónde debe llegar el cariño de los esposos hacia sus esposas? La respuesta del apóstol Pablo la tenemos cuando dice: Continúen amando a sus esposas, tal como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por ella (Efe. 5:25). Tal como Cristo dio su vida por muchos, el cristiano debe estar dispuesto a dar la vida por su mujer. Si él la trata con ternura, consideración y altruismo, a ella se le hará más fácil aceptar su autoridad. ¿Es pedirle demasiado al hombre que honre de tal manera a su esposa? No. Jehová nunca le mandaría nada que superara sus capacidades. Además, el siervo de Jehová cuenta con el respaldo de la fuerza más poderosa del universo: el espíritu santo. Igual que con todo lo que merece la pena, el matrimonio precisa esfuerzo y perseverancia. Quienes no reconocen el matrimonio como sagrado se rinden fácilmente, o si no, tal vez, se resignen a vivir una unión desdichada, Por otra parte, quienes valoran la santidad de tal unión saben que Dios espera que permanezcan juntos (Génesis 3:24) En todo caso, ambos pueden contar con la ayuda del espíritu santo para que los ayude a perseverar y esforzarse para que el matrimonio funcione.
lunes, 03 de septiembre de 2012 a las 17:09
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ATAN PESADAS CARGAS Y LAS PONEN SOBRE LOS HOMBROS DE LOS HOMBRES
Pensemos en la actitud que se tiene hacia el nombre divino. Cuando Jesús les dio a sus discípulos un modelo de oración, la primera petición que incluyó fue: Santificado sea tu nombre (Mat. 6:9). Pero ¿qué están haciendo hoy día algunos líderes religiosos y, en particular, los que predican el cristianismo? En vez de enseñar a sus feligreses a dirigirse a Dios por nombre y a tratarlo como santo, distorsionan la imagen del Creador con doctrinas equivocadas. En cuanto al celibato, Cristo confió el ministerio a hombres casados y también a hombres solteros y los apóstoles, a su vez, hicieron lo mismo El resultado es que la gente piensa en Dios como alguien misterioso e incomprensible, o cruel. Además, con su conducta escandalosa e hipócrita, deshonran el nombre divino (Romanos. 2:21-24). Asimismo, hacen todo lo posible por ocultarlo, quitándolo incluso de sus traducciones de la Biblia, con lo que dificulta que las personas se acerquen a Dios cuyo nombre es Jehová, disfruten del conocimiento de su palabra y amistad (Sant. 4:7, 8) Es evidente que tanto los escribas como los fariseos son culpables de buscar la gloria para sí mismos y que en realidad solo pertenece a Dios. Como decía al principio, "Ellos atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los hombres".(Mateo 23:4)
sábado, 01 de septiembre de 2012 a las 13:55
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