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INTERIOR CERTIFICA QUE CUATRO PUEBLOS OCULTAN INFORMACIÓN Los municipios que incumplen la ley son El Maderal, Villamayor de los Escuderos, Carbajales de Alba y Robleda-Cervantes
16.07.08 - RAQUEL HERNANZ| ZAMORA El procurador socialista por Zamora Manuel Fuentes anunció ayer que la Consejería de Interior y Justicia ha certificado que los municipios de El Maderal, Villamor de los Escuderos, Carbajales de Alba y Robleda-Cervantes, no sólo ocultan información a los concejales de la oposición, sino que en ninguno de los últimos cuatro años han enviado copia de la liquidación de los presupuestos a la Junta de Castilla y León, excepto el municipio de Carbajales de Alba, que lo cumplió únicamente en el año 2004. El partido socialista hizo un llamamiento «amistoso» a estos cuatro alcaldes del Partido Popular para que cumplieran la ley y para que enviaran a la Junta de Castilla y León las liquidaciones de sus presupuestos de estos últimos cuatro años y asimismo, «si no tienen nada que ocultar», les entreguen una copia a los concejales socialistas en la oposición. Fuentes anunció que seguirán ampliando «pruebas» para poder llevar a los tribunales a los municipios que sigan infringiendo la normativa. En este sentido, el procurador precisó que en alguno de estos ayuntamientos la situación ha cambiado sensiblemente, ya que facilitan «un poco más» la información requerida por los concejales en la oposición. «Ése es el camino», sentenció Fuentes. Por su parte, Rosa María Muñoz, portavoz del grupo socialista en la Diputación de Zamora, incidió en el caso de la alcaldesa de Villamor de los Escuderos, ya que según afirmó Muñoz, ésta además ha sido procuradora y es diputada provincial. «Está ocultando información, no solamente a la oposición, sino a las propias Cortes de Castilla y León, gobernadas por su propio partido», manifestó la diputada socialista, quien recalcó que las ilegalidades en las que incurre son «constantes y reiteradas».
Proceso
Fuentes recordó que a finales del mes de febrero del 2008 el PSOE criticó públicamente las formas «antidemocráticas e inusuales» que los alcaldes de los municipios de El Maderal, Villamor de los Escuderos, Carbajales de Alba y Robleda-Cervantes practicaban, ya que negaban información a los concejales socialistas de la oposición y «hacían y deshacían a su antojo». «La democracia no ha llegado aún a estos pueblos», denunció. Debido a esta situación, a principios de abril, los socialistas trasladaron la denuncia al Procurador del Común. Fuentes explicó que desde las Cortes instarán al delegado territorial de la Junta, Alberto Castro, a que exija a estos consistorios que le envíen la documentación presupuestaria pertinente. Asimismo, adelantó que esperarán una docena de días antes de emprender nuevas acciones. El Norte de Castilla 16/07/2008 LOS CONCEJALES DEL PSOE DE EL MADERAL IMPUGNAN UN PLENO POR FALTA DE DOCUMENTACIÓN El grupo podría emprender acciones legales por «vulnerar la Ley de Bases»
REDACCIÓN. El grupo socialista en el Ayuntamiento de El Maderal impugnó el pleno del pasado mes de diciembre por no tener en su poder los expedientes que conformaban el orden del día.
Según explica el portavoz del PSOE en la localidad Angel Campo «se impugnó el Pleno, pidiendo no se celebrara porque los expedientes no habían estado a su disposición ya que el Ayuntamiento permaneció cerrado en los días posteriores a la convocatoria y no se abrió hasta poco antes de la sesión plenaria, con lo cual un asunto tan importante como el del Pliego de Condiciones para el aprovechamiento de pastos 2008 y el informe del secretario que lo acompañaba no pudo ser consultado por los socialistas».
El PSOE denuncia, a través de un comunicado, que la alcaldesa del municipio «suele ignorar la legalidad y con mucha frecuencia niega información municipal a los socialistas», a la vez que advierte que el grupo podría emprender «acciones legales por la continua vulneración del ROF y la Ley de Bases».
viernes, 18 de julio de 2008 a las 1:37
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Restauración de la iglesia de Villamor de los escuderos
LA GUAREÑA: En busca del esplendor pe...
Restauración de la iglesia de Villamor de los escuderos
LA GUAREÑA: En busca del esplendor perdido
Patrimonio afronta la rehabilitación del templo de Nuestra Señora de la Asunción, declarado Monumento Nacional, que presentaba un notable deterioro debido a humedades y grietas
Irene Gómez
La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Villamor de los Escuderos empieza a recuperar el esplendor perdido. Después de años sometida a un imparable deterioro y condenada a un injusto declive, el templo, declarado Monumento Nacional y uno de los edificios emblemáticos del Gótico-Renacentista, se somete a una restauración que ya entra en su fase final. La obra, que dirige el arquitecto Pedro Lucas del Teso, pretende resolver los graves problemas de humedad, reparar grietas históricas y en definitiva restablecer la majestuosidad de la iglesia parroquial. Un trabajo que el vecindario de Villamor ansía ver concluido.
Villamor de los Escuderos.- El monumento ya fue objeto de otra intervención hace más de una década, cuando se consolidó la torre y se cambió la cubierta «devolviéndole al edificio la estabilidad perdida por el deterioro de la estructura de madera». En aquella obra quedó pendiente la no menos importante tarea de dar estabilidad general al edificio, tratamiento de humedades y adecuación del interior para «devolver a la Iglesia el esplendor perdido a base de reformas y dotarla de las condiciones de habitabilidad de las que carece actualmente para su uso religioso», apunta el arquitecto Pedro Lucas del Teso, redactor del proyecto de restauración de la Iglesia de Villamor de los Escuderos.
El templo, que comenzaron a construir a mediados del siglo XVI dos arquitectos de prestigio procedentes de la escuela salmantina, Juan Gil de Hontañón y Juan de Alava, y continuó el hijo del primero Rodrigo Gil de Hontañón, es uno de los edificios religiosos emblemáticos de la provincia y fue declarado Monumento Nacional en el año 1982. Ejemplo singular del Gótico-Renacentista, el monumento presentaba unas condiciones lamentables que requerían la intervención ahora emprendida, una obra reivindicada por vecinos y Ayuntamiento de Villamor desde hace años. Ellos eran los que día comprobaban el imparable deterioro del edificio, avalado por diversos informes que no venían más que a confirmar el declive de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
En el diagnóstico realizado para emprender la obra se destacan las carencias y defectos que presenta tanto el entorno como el monumento en sí. En lo que respecta a lo primero, el proyecto explica que existe un espacio libre en torno a la Iglesia que es «diáfano en sus caras norte y sur, dejando un paso angosto en su lado oeste y algo más desahogado en la cabecera por donde discurre la calle que da acceso al puente sobre el arroyo que comunica con la carretera a Fuentesaúco». Los espacios aparecen pavimentados con solera de hormigón, «sin aceras ni delimitaciones de aproximación o entrada al templo». Además existe un potro para herraje del ganado, en el rincón entre la cara oeste de la sacristía y la fachada sur de la Iglesia.
Respecto al pavimento interior de la Iglesia se comprobó que estaba saturado de humedad y presentaba grietas. Las humedades en realidad se han apreciado en todos los muros del templo, «que alcanzan la altura del zócalo de más de un metro». Las portadas norte y sur, labradas en piedra arenisca han sufrido las erosiones atmosféricas y otras producidas por el hombre «con el resultado de pérdida completa de los relieves en los zócalos y deterioros por hongos y heladas». En las cornisas de la torre se observó una destrucción parcial con roturas y desgaste, además del deterioro de la parte superior de los contrafuertes, que «ha facilitado la acumulación de humedad y la proliferación de hongos».
El diagnóstico del monumento más majestuoso de Villamor de los Escuderos ha revelado además la presencia de grietas en las crucerías de la nave y en los muros del crucero. También se han detectado grietas en la cara exterior de los muros, deterioro que se extiende al zócalo exterior del edificio con humedades y erosiones, acentuadas por la ausencia de canalones que aumentan la penetración del agua de lluvia.
En cuanto a la torre, después de la intervención de año 1985 , cuando se corrigieron algunas grietas, han aparecido nuevos resquebrajamientos, tanto en el remate como en los laterales, atribuidas a asientos del terreno. Las deficiencias del templo se extienden también a la piedra arenisca de Villamayor con la que está revestido el monumento, la cual, al tener una importante porosidad (32%), absorbe gran cantidad de agua. En las bóvedas y algunas zonas altas del interior de los muros aparecen desprendimientos y manchas de humedad.
Sobre la cubierta, el diagnóstico realizado por el arquitecto Pedro Lucas del Teso destaca que la madera está en buen estado de conservación y, aunque había tejas removidas y rotas, no se han apreciado goteras.
Asimismo, a solicitud del redactor del proyecto de restauración de la Iglesia de Villamor de los Escuderos, se realizó un estudio geotécnico para comprobar la estabilidad del terreno dada la existencia de grietas y deformaciones en la construcción. Los resultados llevaron a la necesidad de realizar catas de comprobación de la profundidad de la cimentación por si fuera necesario actuar sobre ella. Y además se han realizado ensayos petrológicos previos a los trabajos de restauración de las portadas.
Los criterios generales de intervención se han basado en el objetivo de recuperar la esencia y la singularidad de un monumento que constituye un ejemplo de la presencia de artistas salmantinos en Zamora, sobre todo canteros. Como apunta el autor Antonio Casaseca Casaseca, Rodrigo Gil de Hontañón, es uno de los arquitectos salmantinos destacados del Siglo XVI y trabajó en la construcción del templo Gótico-Renacentista más importante de la provincia.
La restauración del monumento eclesiástico, largamente ansiada por los vecinos de Villamor de los Escuderos, empieza a alumbrar visos del esplendor mostrado durante siglos y corrige los defectos que durante años no han hecho más que agravar el estado del templo. Así, en el exterior se ha acondicionado una cámara bufa «para la aireación del terreno» que consiste en una zanja de un metro cuadrado que impide la penetración y transmisión de humedades.
Para limitar esa penetración de agua sobre el terreno se ha creado una pantalla de hormigón y se ha colocado una tubería de drenaje que evacua el agua por el alcantarillado. Y para eliminar el posible salpiqueo del agua, la superficie de la cámara se cubre con canto rodado de modo que se convierte en una base porosa y no accesible para el agua.
El zócalo de la cabecera y de la nave se repara con sillares de piedra; y las grietas del ábside se cosen con taladros, «introduciendo varilla roscada con resina fluida y reponiendo la fábrica rota o desaparecida con mampuestos similares de piedra de Villamayor».
En los revestimientos interiores la intervención consiste en decapar las capas de revocos y devolver a su estado original nervios, pilaretes y ménsulas, tanto en el presbiterio como en la nave. En los revocos dañados por la humedad «se aplica un chorro de arena para levantar las zonas deterioradas y en el resto se aplica para levantar las capas de pintura a la cal y posteriormente se pinta de nuevo con este tipo de pintura».
La carpintería de madera se recupera también con madera vista con un tratamiento de barniz antiparásitos.
En el interior de la nave y el presbiterio se preve una nueva pavimentación. El suelo se encontraba muy deteriorado y han aparecido enterramientos, propios de la tradición que llevaba a sepultar en los templos a los difuntos. A lo largo de la historia se han realizado varias obras aplicando pavimentos de cemento. En este aspecto se ha optado por desmontar la trama de enterramientos en la parte central y en los laterales se deja como muestra el pavimento.
El altar mayor se trasladará desde su ubicación original en el retablo para ubicarlo bajo el crucero, siguiendo las normas litúrgicas del Concilio Vaticano II. Además está previsto retirar algún altar lateral, que se ha ido incorporando al monumento original restándole esplendor.
La intervención incluye también un repaso de la cubierta para su conservación. El botaaguas que recorre las fachadas de la nave y la cabecera estaba muy deteriorado por el efecto de las heladas llegando incluso al peligro de desprendimiento, y todo ello se ha corregido.
La obra en las portadas requiere de un personal especializado en restauración para actuar con el criterio de recuperar la superficie pétrea original mediante una limpieza que conserve el envejecimiento natural de la piedra. El estudio realizado por el arquitecto considera innecesaria la reconstrucción de la portada por presentar «un suave desgaste superficial». Sin embargo el mal estado de los zócalos obliga a la colocación de nuevas piezas siguiendo el modelo de las portadas.
La restauración de la iglesia de Villamor de los Escuderos incluye también la instalación de calefacción, que se ha modificado respecto a lo previsto en el proyecto debido a la aparición de restos de una iglesia anterior, como han comprobado los arqueólogos del Servicio Territorial de Cultura. Esta circunstancia modificará el sistema, pues si estaba previsto que fuera de aire con las conducciones enterradas bajo el pavimento, desde Patrimonio se ha optado por otro tipo de calefacción no subterránea «para evitar la destrucción de las estructuras que han aparecido», puntualiza Pedro Lucas del Teso; «será una instalación menos destructiva». El monumento irá también equipado con una instalación eléctrica para dotar al edificio tanto de iluminación como de tomas de fuerza.
Las obras, que sufraga la Consejería de Cultura de la Junta, comenzaron el pasado mes de noviembre y tienen un periodo de ejecución de seis meses. Con un presupuesto de 358.360 euros, la empresa STOA S. L. es la encargada de la restauración del templo que los vecinos de Villamor esperan disfrutar en breve. Así lo ratifica la alcaldesa de la localidad, María Isabel Escribano, quien no descarta una inauguración acorde con lo que el monumento merec
jueves, 27 de marzo de 2003 a las 0:00
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