IX.- GASTRONOMÍA
En Fermoselle, se pueden degustar exquisitos platos propios de la zona, elaborados con recetas centenarias, que siguen guardando la esencia de la buena cocina fermosellana. Entre otros podemos destacar: El cabrito asado, plato especialmente cocinado en fechas determinadas, como Navidad. Trozos de carne o de costillas asados a la parrilla, a fuego lento hecho con manojos de vid, y rociados con un moje denominado ajilimójili chirri (vinagre, aceite, orégano, ajo y guindilla). Hornazo, sabrosa empanada hecha con harina sin levadura, manteca, aceite, chorizo, tocino de jamón, huevo cocido y brillo de clara de huevo. Aceitunas sabrosas (verdes o negras). Requieren un sarjado y el sabroseo propio durante cierto tiempo. Chochos, cocidos a fuego lento y colocado en algún arroyo hasta quedar listos para su degustación. presas de ternera, bacalao a la "tranca" o a lo "tío", lechazo, cabrito, chuletillas de cordero, arroz a la zamorana, rabo de toro estofado, Mollejas a la zamorana y Chuletón de ternera, queso de cabra o de oveja... Sin olvidarnos de la matanza, donde se sacrifica al cerdo, que es donde se saca la materia prima para la elaboración de los buenísimos embutidos caseros, los cuales son cien por cien naturales, donde no se le pone nada de conservantes ni colorantes, y se puede disfrutar de un embutido natural, (chorizos, salchichones, lomos embuchados, patas de jamón, morcillas...) Los postres: el melocotón y peras de don guindo asados, la leche frita, el tocinillo de cielo, la tarta de hojaldre, almendras de Fermoselle garapiñadas, licor café (aguardiente de Fermoselle con café y azúcar) Periquillos, dulces típicos... El vino El muy conocido vino de Fermoselle, y los vinos caseros artesanales que los Fermosellanos crían en sus bodegas particulares, son elementos esenciales que pueden acompañar estas viandas.
lunes, 09 de abril de 2012 a las 18:27
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VIII.- PATRIMONIO ARTÍSTICO
Como pintoresco lo es su contorno cual el de muy pocos pueblos. Un pueblecito cuyas casas parecen sembradas a voleo entre peñascales, a los que se agarran para no caer (donde se puede ver una pequeña "Cuenca" de las casas colgantes), en medio de una paisaje de berruecos, tormos y peñascos, en que donde quiera se resquebraja el suelo mostrando sus entrañas rocosas. Y a este paisaje pedernoso de entrañas rocosas a flor de tierra, vegetación que medra allí a sus anchas, merced al calor que se incuba en la zona de los Arribes. Su casco urbano, declarado Conjunto Histórico-Artístico, desprende un tipismo singular con construcciones de pequeña planta, fachadas en granito blanco, calles empinadas, calzadas para salvar los desniveles. El pueblo se dispone siguiendo el relieve sobre el que se asienta, con una sucesión de calles adaptadas a estas pendientes. Son manzanas cerradas, con muros de piedra y balcones en vuelo sobre ménsulas de piedra. Como calles típicas y curiosas podemos citar la "calle del guapo" donde lo estrecho es su denominador común y nos adentra desde el centro del pueblo a el Torojón, (también conocido como Torrejón, es el lugar constituido por varias grandes peñascos, desde donde se divisa todo el pueblo, sus campos y Portugal) y es una de las partes más altas que la villa nos ofrece, y que junto al castillo nos ofrece las mejores vistas. Además de poder contemplar la provincia salmantina y tierras portuguesas, la villa se extiende bajo el mirador facilitando la observación de las construcciones más emblemáticas, así como la distribución del pueblo Podemos destacar: "La Cuesta del Seco", que nos une la Plaza Vieja con el Barrio de las Eras. "Calle La Nogal": situada muy cerca de la Plaza vieja, es una típica calle de la villa, característica por su elevada pendiente, fachadas construidas en granito, y 2 arcos de medio punto que indican la entrada a las bodegas. A destacar también en este punto son las casas que se alzan al final de la calle, en las que resulta claramente visible el aprovechamiento de los grandes bloque granítico como cimientos y parte de la pared de dichas casas Calle Montón de Tierra": Su empedrado típico de otro tiempo, unido a su desnivel y al entramado de bodegas hacen de ella una visita obligada. Sus calles que discurren por todo el pueblo asentándose sobre el terreno, donde se puede apreciar desde un mismo punto, donde una calle baja y otra sube, y una estrechita casa hace de linde entre ambas, donde esta calle es la que une la Plaza de Santa Colomba con la calle del Arco.) Otro elemento típico de Fermoselle son sus bodegas subterráneas que recorren las entrañas del pueblo, y donde forman un autentico "metro" en el interior del pueblo, donde dichas bodegas están unidas unas con otras, formando auténticos laberintos, las cuales están excavadas en la roca con arcos de medio punto.
Además cuenta con interesantes monumentos entre los que figuran: La antigua muralla, de la que tan solo se conserva una puerta de arco agudo con corredor cubierto, conocida como El Arco, que daba entrada a la Villa. Aneja a ella se encuentra una de las casas más antiguas de la villa, posiblemente medieval, con dos arcos de medio punto y corredor cubierto. Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción: La Iglesia Parroquial, edificio con planta de cruz latina y torre del siglo XVI, se levantó entre los siglos XII y XIII; de este templo, inicialmente románico, apenas quedan dos portadas y poco más de la construcción original. Con posterioridad ha sufrido diversas modificaciones: la principal en tiempos de los Reyes Católicos que introdujo nuevos elementos góticos y renacentistas. Rehecha en el siglo XIV y siguientes (en el siglo XVI, la nave y en el XVIII, la cabecera) es románica de transición, aunque la cúpula y el ábside son ya renacentistas. En ella se habilito un Museo Parroquial, tiende 799 m2, con interesantes esculturas y ornamentos sagrados. De su primitiva construcción se conservan su muro sur y el hastial, de granito, en los que se abren sendas portadas de arcos apuntados decorados con molduras, hojas, cabezas, rosetas, etc. A principios del siglo XVI se añadió un bello atrio a la puerta sur con bóveda de crucería, al tiempo que se realizaron los arcos góticos que atraviesan la nave central, y se añadió un cuerpo a la torre, completándose así los cinco que muestra en la actualidad. En su interior guarda varios retablos barrocos, diversas esculturas de los siglos XIV y XVI, piezas de orfebrería y ornamentos sagrados. Dignos de mención son un Cristo yacente (de la Agonía) realizado por el escultor José de Robles en el siglo XVII y La Imagen de la Asunción, tallada a comienzos del siglo XVIII. Cuenta con un magnífico órgano del XVIII, atribuido a un maestro afinador de la capilla real de Carlos III. Iglesia de Santa Colomba, en la zona alta de la Villa. Típica de estilo románico, con su base en forma de cruz latina y arcos de medio punto fue construida en el siglo XII. Su campanario es una pequeña espadaña de donde cuelga una única campana. En su interior destaca la figura del Cristo del Humilladero, talla en madera románica del siglo XI. Ermita de Santa Cruz, con ventana visigoda y estelas romanas. Convento de San Francisco, construido en el año 1730 sobre los restos de una antigua iglesia románica del siglo XII, de la que se conservan los muros de sillería, modillones muy rudos y una ventana ajimezada; tiene un sencillo claustro. Presenta planta cruciforme con el presbiterio cuadrado y liso. El campanario es una sencilla espadaña con un ventanuco. En el exterior se puede contemplar un sencillo claustro, hoy Santuario de Nuestra Señora Virgen de la Bandera, patrona de la Villa. El convento, fundado en 1730 sobre las ruinas de una iglesia del XII. Además de la arquitectura, conserva la imagen más venerada de Fermoselle: El Cristo de Santa Colomba, del siglo IX, según unos, y del XIII, según otros. Ermita de la Soledad (cementerio), ABIERTA entrada libre,de estilo románico del siglo XIII, luce una puerta contigua a su capilla en la que los modillones representan cabezas humanas. La ermita de la Soledad es románica del siglo XIII. Una puerta contigua a la capilla, con modillones de cabezas humanas, se mantiene de su primera construcción. Ermita de San Albín, probablemente del a/no 1553, con muros de mampostería. Es desde esta ermita, donde se produce el inicio de los encierros de Fermoselle, que va desde esta hasta la plaza mayor. El Castillo,(PROPIEDAD PRIVADA, hoy cerrado al visitante) Situado en las cercanías de la Plaza Mayor, constituye un mirador único hacia el Duero y tierras lusitanas. Conocido popularmente como de doña Urraca, antigua fortaleza del obispo Antonio de Acuña, fue refugio de los comuneros durante la sublevación contra Carlos I. El primitivo castillo, conocido como de Doña Urraca, fue fortificado por el obispo Acuña, que lo convirtió en refugio de los Comuneros, sublevados contra el poder real de Carlos I; y terminada la contienda a favor real fue destruido y apenas quedan algunos cubos y linzos de muralla, y también se pueden observar restos de lo que debieron ser la torre del homenaje, la plaza de armas y demás dependencias. Después en los Siglos XVIII y XIX fue sede de una compañía de soldados, mutilados de guerra, en una supuesta e inútil guarda de frontera.
domingo, 08 de abril de 2012 a las 19:49
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VII.- ECONOMÍA
Agricultura: vid, olivos, algo de cereal, frutales y hortalizas son los cultivos en un terreno no demasiado rico. Ganadería ovina y caprina. Producción industrial de quesos de excelente calidad. Estupendos vinos elaborados en la Cooperativa Virgen de la Bandera, "Vino Borbón" y en las múltiples bodegas privadas que hay en la propia villa, donde los Fermosellanos elaboran su propio vino para consumo propio, y siempre dispuesto a venderte un cántaro de vino. La vid ocupa casi la mitad del término, situada sobre las laderas que han excavado el Tormes y el Duero. - Es y ha sido tal la importancia del vino que en las Ordenanzas de Toledo de 1.489, donde se fijan y defienden las prerrogativas y mercados; en lo relacionado con el mercado del vino, el Consistorio de Zamora admite que, a partir de Sogo, los habitantes de la zona pueden abastecerse de los vinos de Fermoselle, perdiendo así Zamora los portazgos e impuestos que por este motivo mantenía.- Turismo, propiciado por la posibilidad de practicar deportes náuticos o pesca deportiva en el río Tormes; y por poder disfrutar durante idas de lo hermoso de sus paisajes, gente, gastronomía y fiestas que se dan en este emblemático paraje. Mención también recibe el Aceite de oliva virgen. Es un aceite de los Arribes del Duero conocido en la época Romana, es la base de este aceite, que conserva todas sus propiedades naturales y su método tradicional de elaboración en las almazaras. Concretamente a 1785, la sociedad "amigos del país" tuvo la iniciativa de plantar 50.000 olivos, número que se está multiplicando después de 200 años.
domingo, 08 de abril de 2012 a las 19:46
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VI.- FLORA Y FAUNA
Fermoselle se encuentra enclavado dentro de los Arribes del Duero, por lo que participa de las características propias del arribe: grandes riscos y paredes verticales que caen hacia el Duero, vegetación de encinas, matorral y pastos, de los que se alimentan rebaños de ovejas y cabras, y fauna que subsiste gracias a la inaccesibilidad del terreno. También se practica la caza, y se realizan batidas para la caza del jabalí, en la zona entre el pueblo y la frontera con Portugal. Las diferencias entre los cortados y la penillanura provoca acusadas desigualdades desde un punto de vista botánico. Junto a los diversos tipos de frutales, olivos, almendro y vid que encuentran en el clima benigno su mejor aliado, se desarrollan también otras especies como zarzas, rosales silvestres, escobas o piornos, así como en las zonas con suelos más degradados, lavandas y tomillos. El enebro, diferenciable claramente por sus hojas puntiagudas con sus dos bandas blanquecinas en el haz superior, ocupa substratos pobres y pedregosos. Encinas, alcornoques y rebollos son otras especies que ocupan parte de la penillanura. La cornicabra, arbusto grande de hoja caduca, localizada en los suelos más pobres y poco profundos, pone la nota colorista en otoño con sus tonos rojizos. Con una extensión más uniforme, las escobas blanca y amarilla y las jaras forman masas de una gran vistosidad en su época de floración. Bellas formaciones de hiedra apoderándose de las paredes o de algún tronco seco y formaciones de helechos en zonas umbrías nos recuerdan que cualquier rincón puede esconder una sorpresa. Así, aunque la formación dominante en las laderas es el matorral, en los márgenes de arroyos y cursos de agua se desarrollan "bosques galería", destacando las formaciones de alisos, chopos, sauces y fresnos. También podemos encontrar en los arroyos, la "maruja" que se da en determinadas épocas y que tan rica sabe de acompañamiento en las comidas, ensaladas, etc. * FAUNA Respecto a la Fauna, alrededor de 200 especies de vertebrados, perteneciendo aproximadamente la mitad al grupo de las aves, están representados en los arribes. El área de incalculable valor, congrega a especies protegidas, algunas en peligro de extinción. La Cigüeña negra, quizá la más emblemática, con un censo aproximado de 18 parejas. La presión a la que se ve sometida en época de cría, el expolio de los nidos y la caza ilegal son algunos de los peligros de esta ave de hábitos solitarios. El Águila Real, cuya envergadura alar sobrepasa los dos metros, también sobrevuela la cuenca del Duero. Con un censo cercano a las 26 parejas, mantiene estable su población. El Alimoche, rapaz necrófaga de alas largas, blancas y negras, y cola blanca en forma de cuña, puede verse planear ascendiendo y descendiendo hasta el lugar que ocupa su nido. Una colonia numerosa de alrededor de 124 parejas asegura su continuidad en la zona. El Águila Perdicera, con un numera cercano a las 20 parejas, anida en las zonas más elevadas de los escarpes y compite con el águila real por los mejores territorios. Su bajo éxito reproductor representa serias dificultades para su expansión. El Buitre Leonado, es el carroñero más común de los cortados graníticos. Alrededor de 500 parejas surcan el cielo, habiéndose producido un gran incremento en los últimos años. Cumplen una labor sanitaria al eliminar los restos de animales que quedan en el campo. El Halcón Peregrino, destaca por su fortaleza en el vuelo, lo que le permite "picar" a más de 200 kilómetros por hora sobre sus presas. El Búho Real, con un escaso número de representantes, sorprende a sus presas con sus enormes garras, oculto tras la noche. Sus ojos naranjas y "orejas" prominentes, hacen de este enorme cazador nocturno una rapaz inconfundible. Junto a los anteriores una larga lista como el cuervo, la chova piquirroja, con su pico de intenso color rojo, el mirlo acuático, el mirlo común, la oropéndola, la abubilla, el vencejo..., y un largo etcétera completarían el extenso inventario de aves. En cuanto a los mamíferos podemos destacar al lobo, la nutria, que merodea por las cercanías del cauce de los ríos alimentándose de peces, la garduña oculta en algún hueco, la jineta y como no, los murciélagos, ocultos en grietas y cuevas, alimentándose de insectos. Mención aparte merece el jabalí, cuya población se ha visto incrementada de un modo considerable en los últimos años. El abandono de los cultivos cercanos al río, aumentando así la maleza en estas zonas ha favorecido la proliferación de esta especie. Por otro lado, especies como el lagarto ocelado, la lagartija colirroja, la culebra de escalera y la culebra bastarda, son también ocupantes de las grietas existentes en los berrocales que pueblan las laderas.
domingo, 08 de abril de 2012 a las 19:45
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V.- POBLACIÓN
Fermoselle, que tenía 4.624, según censo de 1900, casi 4.000 en 1950, en la actualidad apenas llega a los 2.000. Según los últimos datos censales, Fermoselle cuenta con 1.668 habitantes. Pero es en las fechas de vacacionales, Navidad, Semana Santa y Verano, cuando el pueblo aumenta considerablemente su población, pues muchos son los Fermosellanos, que en su ida dejaron el pueblo para ganarse buenamente la vida en otros lugares de España, los que regresan a sus orígenes; ya que una de las características de Fermoselle y los Fermosellanos, según Don Miguel de Unamuno, es que sus hijos salen a buscarse la vida corriendo mundo. Los Fermosellanos son gente andariega e industriosa. No pudiendo mantenerse en su término han sabido verterse por los colindantes trayendo y llevando mercaderías A la salida de Fermoselle, con dirección a Zamora, se puede observar el "Monumento al Emigrante" en homenaje al fermosellano que emigró para buscar un futuro mejor, pero sin olvidar sus raíces. Muchos de los Fermosellanos se encuentran repartidos por todo el territorio nacional, pero otra parte importante, tuvo que salir fuera de nuestras fronteras, como a Alemania, Suiza, Argentina, Chile, Estados Unidos... etc. Los Fermosellanos utilizan entre ellos apodos y motes para conocerse y saber de quién están hablando, y muchas veces para la persona que es de fuera, oír una conversación entre gentes del lugar puede resultar algo ininteligible por la cantidad de motes y apodos utilizados para determinar una persona.
domingo, 08 de abril de 2012 a las 19:43
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