Depredadores humanos
En septiembre de 2007, aprovechando el retorno de aquellos que pasaban sus vacaciones de verano en Valdanzuelo, alguien hizo de esta circunstancia el momento propicio para disparar a un zorro que merodeaba buscando comida por el pueblo. Se había convertido en costumbre popular dejarle comida a la puerta de casa y esperar a verle aparecer para comérsela. Servía de entretenimiento pero también de encuentro y motivo de conversación entre los habitantes de Valdanzuelo. Al parecer, algún cazador lo tomó como una suerte de rival para la caza y lo abatió a pocos metros del pueblo. Habría que recordar que estos animales estaban allí antes que las escopetas y que ni coto, ni cazador, ni ninguna otra razón justifican asesinar a un animal que simplemente hace aquello para lo que ha nacido que es comer para alimentarse, mientras que el escopetero de turno solo persigue lucrarse a costa de la naturaleza.
martes, 04 de marzo de 2008 a las 10:00
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