Joyas arquitectónicas sumergidas en el olvido
La sequía hace que se puedan ver los restos de varios pueblos que quedaron debajo del pantano de Aguilar " El puente de Villanueva del Río está en buen estado de conservación
Si hay en Europa, y por ende en el mundo, una comarca que pueda llevar el apellido de románica esa es sin ninguna duda la de Aguilar de Campoo. Miles de personas acuden hasta el norte de la provincia en busca de un serie de construcciones románicas que están repartidas por toda la Montaña Palentina, joyas de la arquitectura medieval que siglos después siguen despertando una gran admiración entre vecinos y visitantes.
Sin embargo, a muchos se les olvida que hay otras joyas arquitectónicas que no podemos ver habitualmente. Hace más de cuarenta años el pantano de Aguilar de Campoo hizo que los pueblos de Cenera, Villanueva del Río, Quintanilla de la Berzosa y Frontada desaparecieran entre sus aguas. Sus habitantes, que se trasladaron en su mayoría a Aguilar, sí recuerdan sus orígenes y siempre que las aguas se lo permiten vuelven a visitar lo que queda de aquellas localidades.
El puente de Villanueva del Río es quizás la construcción que más llama la atención. Cuando en septiembre las aguas del embalse aguilarense lo permiten, el puente queda totalmente al descubierto y los que lo visitan se maravillan al verlo. Y no es para menos, puente medieval que se realizó entre los siglos XIII y XIV la construcción está muy bien conservada.
Muchos expertos que han estudiado la construcción afirman que es hermano del Puente Mayor de Aguilar, ya que la antigua edificación de la infraestructura aguilarense era casi idéntica a la de Villanueva.
Según afirma el aguilarense Luis González, «el traslado y posterior reconstrucción es muy difícil porque supone un alto presupuesto y sería una obra de mucha envergadura. Habría que realizar un plano completo del puente de sus estructuras y luego saber dónde ubicarlo». Idea que desde el Consistorio de Aguilar de Campoo se ha analizado en diversas ocasiones y que está a la espera de ser concretada. Aunque es un placer para la vista que el puente y todas las construcciones queden al descubierto, cuando no hay agua, también es un atractivo más para los saqueadores.
Recuerda González que «los mojones que había a la entrada del puente desaparecieron hace dos años, además de las hiladas inferiores del presbiterio y del ábside de la iglesia y las piedras de la ermita de Santiago que se utilizaron para hacer una tapia en una casa de Barrio de San Pedro».
Una de las afirmaciones que hace el aguilarense es que «el puente podía formar parte del Camino Francés de Santiago que venía de Cervatos y continuaba por Guardo. Es curioso que existían cuatro puentes medievales en las cercanías: Aguilar, Villanueva, Salinas y Cervera. Era una forma de atraer el turismo de masas de la época».
Pero además del puente de Villanueva, la torre de la iglesia de Cenera también se puede observar en la actualidad desde el embalse de Aguilar, al igual que la Virgen de Llano antigua, sobre la que muchos opinan que «su traslado a la nueva ermita fue erróneo y en él se perdieron de forma increíble muchas cosas».
SALVADOS. Aunque sí se salvaron de quedar sepultados bajo las aguas del embalse de Aguilar de Campoo la ermita de San Andrés de Frontada, pequeña construcción que recientemente ha sido reconstruida, y la iglesia románica de San Juan Bautista de Villanueva, que se trasladó a la capital palentina y se puede ver actualmente en la Huerta de Guadián, además de la portada de la iglesia de Cenera que se instaló en el Castillo de Monzón.
Impresionantes construcciones medievales que no son conocidas por la mayoría, pero que sin embargo son visitadas todos los años, en mayor o medida según el agua permita, por cientos de personas que recuerdan sus orígenes y que no quieren que esas joyas queden sumergidas en el olvido.
MARTA REDONDO / AGUILAR DE C.
domingo, 02 de octubre de 2005 a las 0:00
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la iglesia de Villanueva del Río
Recuerdos viejos- 19 de enero de 1980
Ocho año llevaba la iglesia de Villanueva del Río a medio levantar en el parque de la Huerta de Guadián. Había sido salvada de las aguas del pantano de Aguilar en 1963 y desmontada piedra a piedra, pero esas piedras tuvieron que aguardar casi diez años a que se volvieran a acordar de ellas para intentar reconstruir el bello y pequeño templo dedicado a San Juan. En 1972 se inició la reconstrucción, pero se quedó a medias. Ahora, la Dirección General de Arquitectura concedía una subvención de siete millones para llevar a cabo el remate de la reconstrucción de la iglesia.DP
miércoles, 26 de enero de 2005 a las 0:00
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