Al final del valle, donde nace el arroyo

Población 2004: 229 habitantes.
Superficie: 58,13 kilómetros cuadrados.
Comarca: Cerrato.
Actividades principales: Agricultura, ganadería y elaboración de yesos.
Distancia de la capital: 17 kilómetros.
Fiestas: San Francisco de Jesús (último fin de semana de agosto) y Santa Columba (31 de diciembre).
Lugares de interés: Iglesia de Santa Columba. Ermita de la Virgen de los Esclavos. Chozos.
Ahora, en esta época del año, llegas a Villamediana por una carretera con cenefa de amapolas. Salen a tu encuentro un par de peculiares chozos con base cuadrangular, y el pueblo te recibe desde el amplio y arbolado paseo que lo cruza de arriba a abajo. Se asienta la localidad casi al final de uno de los valles cerrateños, donde convergen los montes, donde nace el arroyo Los Pastores, que tiene mucho que ver con ese paseo que abre el espacio entre los dos lados que divide. Ocurrió un día de agosto. Una tormenta anegó el arroyo con el agua que llegaba del valle e inundó la parte baja del pueblo. La tromba se llevó las casas y la vida de varios vecinos. Desde entonces, la fisonomía de Villamediana cambió. El arroyo quedó cubierto y convertido en ese paseo sembrado de árboles que deja sitio a una plaza ajardinada junto al ayuntamiento, a los cuidados con mérito del alguacil.
La localidad basa su economía en la agricultura, donde los cultivos más importantes tienen que ver con el cereal, la remolacha, la patata y algo de horticultura. Sin embargo, cabe reseñar que el nombre del pueblo se ha dado a conocer desde hace años en los sacos que salen a diario de la fábrica de Yesos Maté que funciona en su término, y que extrae la materia prima de las propias minas de Villamediana, así como de las existentes en el cercano término de Valdeolmillos.
Por otro lado, tienen importancia para las arcas municipales los ingresos que provienen del aprovechamiento de la zona de monte que pertenece a la localidad, parte de la cual está arrendada a los agricultores, y parte destinada a coto de caza menor y mayor. Cuenta asimismo este coto con un refugio para cazadores, situado junto a una frecuentada zona de recreo.
En cuanto a su población, disminuye lentamente, a pesar de las mejoras que se han producido en estos últimos años en diversas dotaciones y servicios. El auge de habitantes se produce durante la segunda quincena de agosto, cuando el pueblo multiplica considerablemente su población.
Al margen de los meses de buen tiempo, en el que se reabren las muy bien cuidadas casas que se cierran durante el resto del año, el actual alcalde, Luis Felipe García Estépar, considera que la situación de Villamediana sería muy distinta «si todos aquellos que trabajan en el pueblo viviesen aquí con sus familias, y no fuera».
Por lo que se refiere al patrimonio artístico, cabe destacar que buena parte de sus tesoros se pueden contemplar en el Museo Diocesano, donde fueron trasladados tras un par de expolios. Aún así, merece la pena visitar su impresionante iglesia, tan llamativa como el pueblo en sí, que estos días además luce algo distinto tras la puesta en marcha de su recién terminada instalación de alumbrado público. Norte, José Luis de Román González

martes, 07 de junio de 2005 a las 0:00