UN SACERDOTE DE SAQN MAMÉS DE CAMPOS EVACUADO DE NUEVA ORLEANS
El sacerdote palentino visitará su pueblo
EL NORTE/PALENCIA
El sacerdote palentino evacuado de Nueva Orleans, Eutiquiano Miguel, descansa ya en al residencia de los franciscanos capuchinos en Madrid y está previsto que después del fin de semana se traslade a su localidad natral, San Mamés de Campos, para pasar unas semanas junto a su familia.
Eutiquiano Miguel llegó el jueves a Madrid, después de que fuera evacuado de su domicilio en el estado americano, y tiene previsto pasar una temporada en España.
sábado, 10 de septiembre de 2005 a las 0:00
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EUTIQUIANO MIGUEL | PÁRROCO PALENTINO DE UN TEMPLO DE NUEVA ORLEANS
EUTIQUIANO MIGUEL | PÁRROCO PALENTINO DE UN TEMPLO DE NUEVA ORLEANS
«La ciudad está muerta, pero estaré aquí cuando resucite»
Participó en la evacuación del hospital Charity, donde presenció el tiroteo de varios vecinos contra los helicópteros
Texto de/Olga Luna (Efe). Fotografía de John Riley (Efe).
«La ciudad está muerta, pero estaré aquí cuando resucite»
El padre Eutiquiano Miguel muestra con un gesto el tamaño de las raciones de comida que recibió durante cinco días. / MELANIE BURFORD-AP
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EL sacerdote español Eutiquiano Miguel de la iglesia Santa Teresa de Avila de Nueva Orleans dio el «último sacramento» a la ciudad cuando la abandonó hace poco más de 24 horas, pero dice que volverá para presenciar su «resurrección».s
«Nueva Orleans está muerta, pero estaré aquí cuando resucite aunque algunos se han empeñado en que eso no suceda», dijo Miguel desde la ciudad tejana de Houston, a donde llegó el domingo.
De esos siete días en la ciudad anegada por las aguas, el capuchino franciscano originario de Palencia pasó cuatro días en el hospital Charity, donde ejercía como capellán, participando en la evacuación de los enfermos, y tres en su parroquia, cuyo titular es otro español, el sacerdote Teodoro Agudo.
En ese peregrinar de un lugar a otro, Miguel, quien ha dado 40 años de su vida a la ciudad de Nueva Orleans como sacerdote, aseguró que nunca tuvo miedo, «aunque sí mucho cansancio y calor por no tener luz y por toda la peste que hay en la ciudad».
Pese a que el presbítero aseguró que no temió por su vida, sus razones tenía para hacerlo tras relatar que presenció los tiros que efectuaron varios vecinos de la ciudad contra helicópteros que trasladaban a los enfermos del Charity en los primeros días de las operaciones de rescate.
Sin embargo, quiso quitar hierro a las críticas que vertieron las autoridades contra los saqueadores y delincuentes que sembraron el pánico en la ciudad en los días posteriores al paso del ciclón.
Los medios «exageraron mucho, ha habido algo pero no es para tanto, pero de eso no hay nada ya, la ciudad está muerta, quedan pocos afectados ya pero está tomada por la guardia nacional y militares y helicópteros que hacen mucho ruido», dice. «Los tiroteos han sido por drogas más que por las razones que daban las autoridades», remarcó.
Miguel se manifestó «dolido» con las autoridades por la demora de cuatro días para trasladarlo del hospital hasta la parroquia y luego para sacarlo de la ciudad.
«Los que prometieron ayuda no hicieron nada para ir a recogernos. Teníamos duda de que dejaran pasar (a Nueva Orleans) a las autoridades consulares españolas», denunció el sacerdote palentino.
Una vez abandonó el hospital, donde dice que pasó hambre porque les daban «tres cucharadas de atún y un melocotón de lata con dos botellas de agua», en una lancha motora fue trasladado a su parroquia el jueves, donde permaneció hasta el domingo pasado junto al padre Agudo, un capuchino franciscano, que permanece en la ciudad.
«A la parroquia, que no recibió ni una gota de agua en el huracán que sólo tiró un ventanal muy bonito, sí nos llevaron víveres al otro padre y a mi, que permanecimos solos en los últimos días», señaló.
A partir del jueves, cuando ya se encontraba en Santa Teresa de Avila, Miguel pudo constatar que la llegada de alimentos y ayuda comenzaba a fluir porque, a su juicio, la gobernadora de Luisiana, Kathleen Blanco, «por fin» dio autorización para la entrada de refuerzos del Gobierno Federal en la ciudad.
miércoles, 07 de septiembre de 2005 a las 0:00
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NADIE ES DE SAN MAMES
Me resulta muy triste comprobar como donde reposan mis abuelos y tantas personas queridas, sea tan olvidado. Es facil ver el Monasterio de San Zoilo en la televisión, es facil ver Carrión, su Rio, su románico. Pero .... ¿y San Mames?. ¿No hay testimonios, nadie vive ni ha vivido? ¿Tan mal lo pasaron alli que nadie lo recuerda. Por favor hablemos de San Mames. Por no aparecer no aparecen ni los gentilicios. Yo tampoco lo sé pero si recuerdo que mi abuela Luisa tenia un pajaro y le llamaba Mamesin. A falta de respuestas este será el gentilicio, pues nadie lo contradice, que sabia eres Luisa. ¡Para ir a la guerra a morir si les llamaban a los mamesinos, o para pasar penas haciendo la mili en Africa parece ser que si se acordaban de ellos. Yo aunque solo sea un recuerdo en un dia como hoy. Aunque ningun mamesin lo lea me atrevo a decir Viva San Mames... de Campos. Buscaré fotos de San Mames.
miércoles, 31 de diciembre de 2003 a las 0:00
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