La cabaña de Tierra de Campos,
El horizonte cercano y palpable de las modernas explotaciones. La economía de Manquillos se basa en la explotación de las choperas y en la cría de ganado ovino, con más de dos mil cabezas. SORAYA DE LAS SÍAS S. S./El Norte.
MANQUILLOS : Población 2005: 70 habitantes.
Superficie: 12,62 kilómetros cuadrados.
Comarca: Tierra de Campos.
Distancia de la capital: 26 kilómetros.
Gentilicio: Manquilleros
Actividades principales: Agricultura y ganadería.
Fiestas: San Blas (3 de febrero) y La Asunción (15 de agosto)
Lugares de interés: Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
Tradiciones: Antaño era costumbre jugar a las tabas en el buen tiempo y en las fiestas, como el segundo día de las celebraciones de San Blas, en febrero.
En los días de otoño al remanso, cuando las labores del campo daban un respiro, los ganaderos y agricultores aprovechaban las fiestas y romerías de antaño para dar paso y rienda suelta al ocio, con la práctica de juegos autóctonos, como la monterilla, la chana o morrillo, la tuta, la tanga, la rana o los bolos.
Manquillos seguía esta misma línea, pero con la salvedad y peculiaridad de que allí y en los alrededores la diversión reina y más popular eran las tabas. No en vano existía una canción en la que afloraba este detalle, y en la que se recordaba que el cura apostó y se jugó los calzoncillos con el de Perales a las tabas. «Siempre se ha dicho esto. Sin embargo, quién sabe si será verdad o no. Lo que sí es cierto es que siempre hubo mucha tradición por este juego, con gente pudiente que llegó a apostar cantidades ingentes de dinero en cada partida», resalta ahora el alcalde de Manquillos, José Martínez Gallardo.
Hoy en día nadie juega con esos pequeños huesos de los lechazos o de los corderos. El juego permanece tan solo en la memoria de las personas mayores, y los pocos niños que hay en el pueblo o los que llegan en el período estival prefieren otros divertimentos más actuales, centrados en las nuevas tecnologías.
No sería difícil, sin embargo, recuperar estos juegos y hábitos si grandes y pequeños pusieran un poco de su parte para enseñar y aprender las normas, teniendo en cuenta además que el principal elemento para jugar nunca podría desaparecer en un pueblo en la que una gran parte de los vecinos viven del ganado ovino.
Mientras en otras localidades la ganadería ha desaparecido por la avanzada edad de los profesionales y la escasa rentabilidad que les suponía cumplir los requisitos legales de modernizar sus explotaciones a pocos años para jubilarse, Manquillos se ha transformado en una de las mayores y principales cabañas de la comarca de Tierra de Campos, con más de dos mil ovejas, y con varios ganaderos que, tras muchos años de esfuerzo, han decidido dar el relevo a las nuevas generaciones, que apuestan por continuar con la actividad y modernizar el sector. Hay varios rebaños de ovejas, unos más grandes y otros más pequeños, unos de ovejas churras y otros de la raza assaf. Pases por donde pases, en Manquillos te encuentras con una nave ganadera y con aperos en sus exteriores.
Hay ganaderos que tienen las ovejas semiestabuladas. En invierno permanecen en las naves al resguardo del frío, y con la llegada del buen tiempo comienzan a salir a los pastizales vallados y a las fincas de regadío, de alfalfa generalmente.
Las explotaciones con más cabezas de ganado han apostado por las comodidades que supone el régimen estabulado. Eugenio Retuerto tiene 1.200 ovejas (800 assaf y 400 churras), que mantiene en una nave y explotación modernizada, con sala de ordeño automatizada, con tanques de refrigeración de la leche de gran capacidad, con máquinas mezcladoras para facilitar la alimentación del ganado. «La familia siempre ha tenido ganado. Antes teníamos un rebaño de medio millar de ovejas, ahora con la mejora de la alimentación y de los controles sanitarios y genéticos hemos conseguido aumentar el número de cabezas y la calidad de su leche», explica Jesús Ángel Retuerto, hijo del propietario de la explotación.
Junto a él está su hermana María Ángeles, que también ha apostado por ayudar a su padre y continuar con la actividad ganadera.
En estos momentos, las ovejas están pariendo y hay que realizar un control diario exhaustivo de las crías y de las madres. La etapa más dura comenzará en la primavera, en plena temporada de producción de leche, en los que se llegan a obtener hasta 1.300 litros diarios.
Ejemplos de nuevas explotaciones están consiguiendo que la actividad no desaparezca y que los jóvenes de los pueblos se queden en el medio rural y no emigren a los grandes núcleos urbanos
jueves, 02 de marzo de 2006 a las 0:00
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