Cuando bajaban al lavadero
El rincón más visitado de Amayuelas, el conjunto de la fuente, el pilón y el lavadero, será reformado. El Norte. SORAYA DE LAS SÍAS
Dicen que sus primitivos moradores procedían de la ciudad burgalesa de Amaya, hoy convertida en Peña Amaya. Aseguran que dejaron su impronta en la forma de vida y en algunas costumbres de los vecinos, además del propio nombre de la localidad: Amayuelas de Arriba. El propio alojamiento de turismo rural y la peña de los jóvenes en los festejos de Santa Lucía se denominan 'Las Amayas' en recuerdo de sus antepasados.
De estas costumbres o de estas especulaciones que se acabaron convirtiendo en leyendas de Amayuelas, quizás se acuerde la vecina más longeva: Martina Ibáñez García, que cumplió 101 años el pasado día 11 de febrero. El Ayuntamiento y los vecinos le rindieron un sentido homenaje el año pasado al alcanzar el siglo. Hoy la salud de Martina está más delicada y familiares y amigos la miman entre cuidados y atenciones, resguardándole del frío y de la nieve caÍda los últimos días.
Es posible que al calor Martina rememore otros episodios de su vida en Amayuelas, como cuando trabajaba en el campo, cuidaba el ganado o asumía las labores domésticas, entre las que se encontraba lavar a mano la ropa en el lavadero. Han pasado muchos años desde entonces, pero las viejas pilas de piedra permanecen intactas junto a la fuente y al pilón en el que bebían las mulas. A escasos pasos se encuentra además un lavadero cubierto de años posteriores, que hoy en día siguen utilizando algunas amayuelanas, como demuestra la presencia del balde, de las pinzas y del tendal de ropa.
Es el rincón en el que el tiempo parece haberse detenido. Sin embargo, el Ayuntamiento intenta revitalizarlo, ya que el alcalde, Basilio Tarrero Gutiérrez, tiene previsto acondicionar la cubierta del lavadero, reordenar, limpiar y exponer las pilas y cercar el terreno para mayor seguridad. Todo con el anhelo de que éste sea el rincón de Amayuelas en el que el tiempo no se detiene, sino que va avanzando poco a poco, dejando la huella de los hábitos y costumbres de antaño a los nuevos pobladores, como Lucía Álvarez, una niña de dos años. Para que en un futuro pueda seguir contando las historias y leyendas de las Amayas.
sábado, 01 de abril de 2006 a las 0:00
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Pasado y futuro se dan la mano en Amayuelas de Arriba
Martina Ibáñez celebró ayer su 100 cumpleaños compartiendo entrañables momentos con Lucía Álvarez, la última niña empadronada en el pueblo desde 1979
Cien años. Uno detrás de otro. Es es la diferencia que separa a Martina Ibáñez y Lucía Álvarez. Un largo siglo en el que tienen cabida un sinfín de aconteceres imposible de recoger en unas cuantas líneas.
domingo, 13 de febrero de 2005 a las 0:00
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