Estamos renovando MisPueblos.es
En las próximas semanas tendremos una versión completamente renovada,
mientras tanto no publicaremos actualizaciones.
Disculpen las molestias.

Fuentes de Carbajal

León - Castilla y León

NOTICIAS

Si quieres mantenerte informado de lo que ocurre en FUENTES DE CARBAJAL, esta es tu página, puedes añadirla a tu sección de "Favoritos". No sólo encontrarás noticias de Fuentes de Carbajal, también te informamos de las localidades mas cercanas donde se vayan generando datos de interés.

Si quieres enviar NOTICIAS relacionadas con Fuentes de Carbajal puedes hacerlo. Recuerda que puedes complementar la información con una fotografía.

 

Restaurantes en Fuentes de Carbajal

Fuentes de Carbajal > Noticias

Canciones, poesías ... de Fuentes de Carbajal por Juliana González

Canciones, poesías ... de Fuentes de Carbajal por Juliana González

CANCIONES, POESÍAS, ROMANCES, ETC...

Esto lo aprendí de mi madre, siempre por navidad, si tenía humor lo cantaba para que lo aprendiéramos dice así.

Camina la Virgen Pura
camina la Virgen Pura
por el riego de ribera
con la barriga en la boca
con la barriga en la boca
preñada del verbo eterno
la acompaña San José
la acompaña San José
que la sirve de consuelo
Señora si vas cansada
señora si van cansada
pronto llegamos al pueblo
al pueblo ya hemos llegado
al pueblo ya hemos llegado
no está en casa el mesonero
preguntan si había posada
para la reina del cielo
para tan alta señora
para tan alta señora
no hay en mi casa aposento
sólo si hay un portalillo
sólo si hay un portalillo
donde da el agua y el viento
a eso de la medianoche
a eso de la medianoche
toda la gente en silencio
cantaban los pajaritos
cantaban los pajaritos
que ha nacido el verbo eterno
reclinado en un pesebre
reclinado en un pesebre
entre unas pajas envuelto
donde la mula le da coces
donde la mula le da coces
la vaca le daba aliento
¡OH! maldita seas mula
¡OH! maldita seas mula
de ti no veré provecho
¡OH! bendita seas vaca
¡OH! bendita seas vaca
de ti ternero y ternera.

Este villancico lo aprendí de mi abuelo Julián, cantaba mal pero yo le mandaba que me lo cantara para aprenderlos.
Yo soy un pobre gitano
que vengo de
y al niño de Dios le traigo
un gallo quiriqui.

Y al niño Jesús
vamos a ofrecer
oro, incienso y mirra
que le estará bien.

Yo soy un pobre gallego
que vengo de mi Galicia
y al niño de Dios le traigo
lienzo para una camisa.

Y al niño Jesús
vamos a ofrecer
oro, incienso y mirra
que le estará bien.

Estas poesías las aprendí en la escuela con Feli de la Fuente que fue una gran maestra de la que guardo un grato recuerdo.

¿Quieres Cándida saber
quién es la niña mejor?
pues medita con amor
lo que ahora vas a leer.
La que es dócil y obediente,
la que reza con fe ciega,
la que canta, la que juega
con abandono inocente,
la que aprende con anhelo
como se borda un pañuelo,
como se escribe una carta,
la que no sabe bailar
y sí rezar el rosario
lleva en el cuello un escapulario
en vez de un collar,
la que llena de candor
canta y ríe con nobleza,
trabaja, obedece y reza
esa es la niña mejor
¿quieres saber Candidita?
tu que aspiras al cielo
cual es el perfecto modelo
de cristiana jovencita,
la que a Dios se va acercando
y sabe que no es desdoro
después de bordar en oro
ponerse hacer la cena.

ROMANCE DE ROSALINDA

A las puertas del palacio
de una señora de bien,
llega un lindo caballero
corriendo a todo correr.
Como el oro es su cabello,
como la nieve su tez,
sus ojos como dos soles
y su voz como la miel.
Qué Dios os guarde señora,
caballero a vos también,
ofrecerme un vaso de agua
que vengo muerto de sed,
tan fresca como la nieve
caballero os la daré
que la trajeron mis hijas
a punto de amanecer
¿Son hermosas vuestras hijas?
como un sol de Dios las tres,
decidme como se llaman,
si en ello gusto tenéis.
La mayor se llama Elena,
la segunda Isabel
y la más pequeña de ellas
Rosalinda la nombre.
Decid a las tres que salgan
que las quiero conocer,
la mayor y la mediana
a punto aquí las tenéis,
Rosalinda, caballero,
ruega vos la perdonéis
por vergüenza y cobardía
no quiere dejarse ver.
Lindas son las dos que veo,
lindas como un clavel
pero más linda será
la que no se deja ver.
A las puertas del palacio
de la señora de bien
llegan siete caballeros,
siete semanas después.
Preguntadme caballeros
que yo sabré responder,
tres hijas como tres rosas
nos han dicho que tenéis
y la más pequeña de ellas
sin temor nos la entreguéis
que a los palacios reales va
a casarse con el rey.

EL NIÑO Y LA NORIA

Si no aprendes bien la lección,
le dijo a un niño su abuela,
te sacaré de la escuela
para tirar de una noria.
No sé sí atendió a la riña
pero al domingo siguiente,
paseando el inocente
por una fértil campiña,
vio por una valla o puerta
un burro tirando de una noria
que sacaba el riego para una huerta,
quedase con atención
viendo el rudo trabajo
y se dijo por lo bajo
ese no ha sabido la lección.

LA ABUELA Y EL NIÑO

Por oírle contar una historia
con su abuelita acostábase Eduardito.
Hoy te voy a contar, dijo la abuela,
la historia de dos tiernos pajarillos
y a no interrumpirme; cuando acabe
un beso te daré sí estás dormido.
Dos hermosos jilgueros,
una tarde deliciosa de abril, con dulces trinos...
¿qué son trinos abuelita?
son los cantos con que se hablan
de amor los pajarillos
¿también se aman los pajarillos?
no hay duda.
Qué allá en lo oculto de su blando nido...
¿y qué es nido abuelita?
es un palacio que los pajarillos forman
con aliño de pajitas y lana
¡Ah! ¿qué me dices?
que ya lo verás
¿Cuándo?
el domingo, cuando vayamos de paseo al huerto
que, en las ramas bajitas de un espino
mecido por el viento, se que hay un nido
donde tu puedes alcanzar con la mano
hay que gusto y ¿es grande? he de cogerlo
no Eduardito, no
que es la cama del pájaro
y no debes robarlo que después se muere de frío
mas... volvamos al curso de la historia
y no me hagas perder de nuevo el hilo.
¿cuál hilo abuela? di
ya de ninguno
que otra vez nos volvemos
a los trinos de la tarde de abril...
ahora recuerdo,
les hablaban de amor,
eso ya estaba dicho
pues bien,
de la floresta, en un sombrío,
entre ramas les hablaban de amor a sus hijitos
¿hijos tienen los pájaros?
¡Ah! dime ¿cómo son? ¿dónde están?
no los he visto.
Pero podrás callar,
ya he callado;
no sabes con hablar lo que te pierdes
era un cuento de pájaros lindísimo
pero tu a cada paso me interrumpes.
No quiero contarlo, he concluido.
No abuelita no, dime ya que hacían.
Dormir, con su canción a sus hijitos,
duerme hijo mío,
duerme en mis brazos.
Al poco rato,
durmieron los dos, abuela y niño
y el cuento se quedó para otra noche
y yo haciendo propósito de oírlo.

ELEJIA

No fue una reina
de las Españas
fue la alegría
de una majada
trece años cumple
para la Pascua
la cabrerilla
de casa blanca
su pobre made
sola la manda
todas las tardes
a la majada.
Lleva ropillas
lleva viandas
y trae jugosa
leche de cabra
vuelve de noche
porque es muy larga
porque es muy dura
la caminata
para un asnillo
que apenas anda
que miedo lleva
pero lo espanta
con el sonido
de sus tonadas
canta de miedo
con miedo canta
son tan profundas
las ondonadas
y tan espesas
todas las matas
son tan horribles
las noches largas
cuando
aullando vayan
lobas paridas
por las cañadas
con unos ojos
como las brasas
pero aún despierto
zagal de cabras
que cumple trece
para la pascua
no se, con ella
lo que le pasa
que algunas veces
al contemplarla
se queda trémula
su cara pálida
y entre sus párpados
tiemblan dos lágrimas
cuando ella viene
con la vianda
le da más gusto
le da más ansia
le da más pena
cuando se marcha
que llorando queda
sobre la manta
sin que lo sepan
los de la majada.
Nadie ha sabido
que la regala
dijes y cruces
de alcarabaca
de bien pulido
cuerno de cabra
¿Quién nunca
había visto
desdicha tanta?
la cabrerilla
de casa blanca
por fieros lobos,
¡Ay! devorada,
sangre en las peñas
sangre en las matas
la Virgencita destrozada
rota en mechones
y ensangrentada,
los zapatitos,
las pobres sayas
todas revueltas
y desgarradas
la caballera
presa en las matas
¡Ay! Virgencita
de casa blanca
¡Ay! cabrerillo
de la majada
loca la madre
que miedo daba
de oír los rayos
de sus miradas
de oír los timbres,
de sus palabras.
Ya vienen hombres
con unas andas
con unos paños
con unas sábanas
los despojitos
en ella guardan
y se lo llevan
al Campo Santo
de casa blanca
y el cabrerillo
nadie lo llama
pero camina
tras de las andas
mirando a todos
con la mirada
de herido pájaro
que en torno vaga.
Su padre silva
su padre llama
porque el muchacho
deja las cabras
junto a las siembras
abandonadas
y en los jarales
ocultas pasa,
tardes enteras
largas mañanas
¿Qué es lo que hace?
¿Porqué se guarda?
pues es que a solas
las horas pasa,
pule que pule
taja que taja
llora que llora,
ciego de rabia,
que dos
finas prepara
de bien pulido
cuerno de cabra
porque una noche
quiere llevarlas
al Campo Santo
de casa blanca
EL AMO Y LA CRIADA

Hizo comprar Don Andrés
tres libras de carne a Inés
y como faltaron dos
exclamó: bueno por Dios.
Ella echó la culpa al gato
y él por ver si era comida,
en una balanza puso el gato
y el ingrato sólo pesó libra y media
moraleja:
al amo listo, avisado
nunca le engañó un criado.

MI VAQUERILLO

He dormido esta noche en el monte
con el niño que cuida mis vacas
y en el valle tendió para ambos
el rapaz, su raquítica manta
y se quiso quitar, pobrecillo,
su blusilla y hacerme una almohada,
una noche solemne de junio
una noche de junio muy clara.
Los valles, dormían
los bueyes, cantaban
sonaba un cencerro
rumiaban las vacas
una luna de luz amorosa
profanando la atmósfera diáfana
que inundaban los cielos tranquilos
de dulzuras sedantes y cálidos
que noches, que horas, que auroras,
para hacerse de acero los cuerpos,
para hacerse de oro las almas,
pero el niño, qué solo dormía
me daba una lástima...
recordar que en los campos desiertos
¡tan solo pasaba
las noches de junio!
rutilantes, medrosas, calladas
y las noches de turbio febrero,
tan negras, tan
con lobos y carabios
con vientos y aguas
recordar que dormido
pudieran pisarlo las vacas
morderlo los lobos
comerlo las águilas.
Vaquerito mío,
cuán amargo era el pan que te daba,
yo tenía un hijito pequeño,
hijo de mi alma,
que jamás no tendía mi mano
sin cogerle su cara
al rayar el alba, le dije:
despierta mi mozo
que ya viene el alba
y hay que hacer una lumbre muy grande
y un almuerzo muy rico
y a la noche dejas las vacas
y vas para tu casa
San Antonio bendito las guarde
y al otro día
te pasas por casa,
porque ya eres grande,
y te quiero aumentar la soldada.








EL NIÑO Y EL GATO

Un chiquillo
nada pillo
merendando
se recreaba
saboreando
su tajada
de salchicha
y blanco pan
un gatucho
algo ducho
presintiendo
que bien huele
va corriendo
junto al nene
y le sigue
con afán
se menea
de mil modos
se arquea
y alza el lomo
de amistad
y de más
qué gatito tan bonito
que cariño
por mi tiene
dice el nene
y le ofrece
la salchicha
al perillán
sin meneos,
sin rodeos
nuestro gato
corre y salta
y el ingrato
sin dar gracias
va corriendo
hasta el desván
¡Ah! gran pillo
el chiquillo
le grita
mi salchicha
y no yo
te atrae
a mi lado
con afán


LA NIÑA Y SUS PADRES

Un pescador, vecino de Bilbao
cogió, yo no se dónde, un bacalao
¿Qué vas hacer conmigo?
el pez le preguntó con voz llorosa,
te llevaré a mi esposa
y ella con pulcritud y ligereza
te cortará del cuerpo la cabeza
luego, consultaré con un amigo
y si me da por ti maravedíes
te iras con él a recorrer países
¡sin cabeza hay de mi!
dijo el pescado
y repuso discreto el vascongado
¿Por esa pequeñez te desazonas?
pues hoy viajan así muchas personas.
(esto lo aprendí en la escuela)

LAS MIRADAS DEL NIÑO JESUS

No se que tienes tus ojos
¡OH! Jesús mi tierno infante
que al verlos en este instante
siento arder mi corazón
mírame niño querido
con tus ojitos tan bellos
¡Ah! si me miras en ellos
¿Cómo consolarme yo?
Dónde pones los ojitos
me han dicho que nacen flores

¡OH! si me miras en ellos
¿Cómo consolarme yo?
Dónde pones los ojitos
me han dicho que nacen flores

¡OH! niño de mis amores
ponlos y ponlos en mí
y con las flores que nazcan
formaré yo un aceitito
para ti, Jesús bendito
niño amado, para ti.

Lo siguiente es una copla, que así lo llamábamos cuando sucedía algo como por ejemplo, este relato.
Soy una pobre mujer
abandonada y perdida,
no tengo padre ni madre
soy una paria de la vida.

Con dos gemelos en brazos,
que tengo que mantener,
mendigo de puerta en puerta,
para darles de comer.

Por el mundo voy, errante,
sin rumbo, ni dirección,
pregonando la desgracia
de mi triste perdición.

Válgame, el cielo divino
que desgraciada nací,
cuando tenía cinco años
mi pobre madre perdí.

Sirviendo de casa en casa
mi juventud la pasé,
hasta que a un hombre ingrato
mi corazón le entregué.

Con promesas y caricias
el canalla me engañó
y cuando iba a ser madre
el traidor, me abandonó.

Se marchó para su pueblo
diciendo que iba a arreglar,
los papeles y los trajes
para podernos casar.

Mil duros que yo tenía
con arte me lo llevado
y a cuenta de ese dinero
con otra se ha casado.

Al saber que era casado,
vengar mi honra juré
y en busca de se hombre
por el mundo me marché.

Al cabo de quince días
al pueblo pude llegar
dónde, aquel hombre canalla
se acaba de casar.

A la salida del cine
una noche le encontré
y con los niños en brazos
a sus plantas me arrojé.

Detente, grite llorando,
y no te duelas de mi
duélete de estos tus hijos
que le avergüenzan de ti.

Yo a ti no te conozco,
le contestaba el infame,
ni tampoco a esos dos niños
quítate pronto de delante.

Policía, por favor,
detengan a este mujer
porque dicen que está loca
y me quiere comprometer.

Llena de ira y coraje
sobre él se abalanzó
y una navaja albaceteña
en el pecho se la clavo.

Al suelo cayo herido
y agonizando exclamó:
te perdono pues comprendo
que yo fui tu perdición.

Jueces y tribunales
perdonad a esta mujer
estos niños son mis hijos
pues, yo fui quién la engañé.

No me importan tus palabras
ni tu mezquino perdón
lo que importa en la vida
es la traición de un amor.

Yo, a la justicia me entrego
para que de mi dispongan
pues he matado a un hombre
que se burló de mi honra.

Aquí mocitas solteras
que esto os sirva de ejemplo,
no hagáis caso de los hombres
que todos son embusteros
no creáis en sus promesas,
ni en sus falsos juramentos
que la honra, si se pierde,
no se compra con dinero.

ORACIÓN

En el monte, murió Cristo
Dios y hombre verdadero
no murió por su pecados
que, murió por los ajenos
bien clavado está en la cruz
con grandes clavos de acero.
Padre mío de mi alma
¡OH! dulce manso cordero
yo soy este pecador
que tan ofendido os tengo
perdonadme, gran señor
que vuestras ofensas merezco
porque Dios es infinito
y el santísimo sacramento
y en la hostia consagrada
se celebra vuestro cuerpo
y a vos, Virgen Soberana,
este rosario os ofrezco
para que descanse y goce
en el reino de los cielos. Amén.

ORACIÓN

El día de jueves santo
salió Cristo de ronda
con una hebilla blanca
y pañuelo de mil colores.
Llamó a la puerta del alba
y el alba no le responde,
responde querida mía,
querida de mis pasiones,
que por ti, subí a los cielos
y por ti, me hice hombre
y por ti, he de pasar
las tinieblas de esta noche.
En el medio de la iglesia
hay un monumento armado
en el medio el monumento
hay un pendón encarnado
la sangre que de él caía,
caía en un cáliz dorado,
el hombre que la bebiera
sería bienaventurado,
en este mundo sería rey
y en el otro coronado.
El que la sabe y no la dice
Jesucristo le maldice.
El que la oye y no la aprende
Jesucristo le reprende.
Recuerdos por Juliana González

martes, 29 de septiembre de 2009 a las 17:34

 

La vida en Fuentes de Carbajal por Juliana González

La vida en Fuentes de Carbajal por Juliana González

LOS CARNAVALES EN FUENTES DE CARBAJAL.

En los carnavales la gete hacía carnaval aunque estaba prohibido, pero en los pueblos nadie decía nada y esos días por la tarde fiesta.
El lunes de carnaval sacaban los torreznos los quintos que se tallaban aquel año y luego invitaban a las mozas y tenían merienda; los niños y niñas nos vestíamos de carnaval con lo que pillábamos en casa y a pedir por las casas. Llamábamos y luego cantábamos y salían los de casa. La canción decía así:

Aquí está la estudiantina
de Fuentes de Carbajal
sacando los torreznos
el lunes de carnaval.
Vivan y revivan
los amos de casa
y también los niños
que los torreznos sacan.

Si nos daban decíamos:

estas puertas son de pino
aquí vive un buen vecino

Y si no nos daban, lo contrario:

estas puertas son de palo
aquí vive un gran marrano.

Nos daban patatas, chorizos, huevos, cada cual lo que tenía. Los mayores de la cuadrilla hacían la tortilla, llevábamos de casa el plato, pan y cubierto y a comer; lo pasábamos bien.
Las mozas se disfrazaban de carnaval con rodaos de estameña, amarillos o rojos y pañuelo de Manila y otras de neveras con vestido negro y cosían motas de algodón en rama; algunas veces hacían hasta boda, recuerdo un año que la novia Primi y el novio Máximo, hermano de José del Río, que es alto y ella bajita , les llevaban en un carro, tiraban de él tres o cuatros burros, corrían todas las calles del pueblo.
Y cantaban así esto versos.

El martes de carnaval
de gitana me vestí
y en un gran salón de baile
a mi novio perseguí
gitana mía, gitana
gitana mía por Dios
dime la buena ventura
las suerte que tengo yo.
Tengo dos comprometidas,
comprometidas las dos,
la una es alta y morena
la otra rubia como el sol.
No te cases con la rubia
que serás un desgraciao
cásate con la morena
y serás afortunao.

Se reunía la gente en el juego pelota, hoy plaza del pueblo, allí se hacía de todo, pasábamos la tarde fenomenal hasta que no había sol.
Después de cenar había baile y un señor hacía de usarapa se vestía con una sábana blanca llevaba dos luces en la frente, los ojos pintados de rojo, llevaba arrastrando unas cadenas, arrastrando por el suelo unas uñas largas y negras y al entrar en el salón apagaban las luces y vaya miedo que pasábamos; gusta verlo pero imponía y el paisano metía mano a la que pillaba así, se pasaban los carnavales.
Recuerdo una hazaña que hicieron mi hermana Pili, que Dios tenga en la gloria, y chencha, entraron en casa de la madre de Eleuteria, no había nadie en casa, la cogieron el puchero del cocido que tenía a la lumbre, lo sacaron a las eras y las dos bailaban alrededor de los garbanzos al momento, llegó ella y aumentó la fiesta. Se puso a bailar con ellas, la gustaba mucho la juerga, lo celebró mucho no la pareció mal, los garbanzos no se como estarían a la hora de comer porque, un poco si que le cortaron la ebullición, seguro que no paso nada los comerían como fuera y suerte que tuvo que no la sacaron el chorizo, si lo tenía, porque entonces estaban contados para los días de fiesta como comer fideo, porque si te ponías ropa nueva luego era muy corriente decirte ¡amigo hoy tienes ropa de comer fideo! porque el resto de los días era de miga de pan, pero por esto nos poníamos fuertes y resistíamos bien para enredar; porque gracias a Dios bien que nos explotaron, entonces éramos todos por igual así que, mal de muchos consuelo de tontos y tan contentos.

Otra costumbre en Carnaval:
Cuando una pareja de novios se casaban en época de carnaval o en fechas próximas, los llevaban en palio; lo hacían con un colcha de la cama, ya usada, la ponían cuatro palos a los extremos y ya esta el palio, se metían los novios debajo y los padrinos lo llevaban. Las mujeres casadas se vestían con mantos de estameña de colores y un pañuelo del ramo bordado preciso; contrataba a un señor de Carbajal, Pepe Solo, que tocaba el tambor y la pipa y al son de la música bailaban. Mi madre era una del grupo. También hacían el árbol, era un palo un poco grueso, alto, le ponían unas cintas de colores y al son de la música bailaban y a la vez lo iban trenzando hasta el final, era bonito, luego los de la boda los invitaban a unos dulces. Así que, ese día fiesta para todos, se cantaban los pajarcitos, eso ya se acabó, los chavales íbamos a la ventana a escuchar, nos conformábamos con el olor. Entonces si el novio era forastero, de otro pueblo, tenía que pagar el piso, daba a los mozos vino y tabaco y eso era porque les llevaba una moza del pueblo.


LA CUARESMA

En cuaresma no había baile los domingos porqué entonces era pecado pero, sí que había vía crucis todos los días y rosario y cuando tocaba la campana todos a la iglesia; pero cuando fuimos un poco mayores rompimos la tradición, era aburrido, y ya teníamos baile toda la cuaresma sólo, hasta el domingo Lázaro o domingo tortillero. Se cerraba el salón hasta Pascua y ese día había dos sesiones una antes de cenar y otra después.
El domingo tornillero íbamos a correr la tortilla al campo, cuando éramos chavales todos juntos. Si hacía bueno íbamos a la fuente San Miguel, una pradera que tiene una fuente y luego un charco grande que recoge el agua del manantial, yo casi siempre juntaba los huevos con mi amiga Visita, nos lo hacía su madre para las dos; llevábamos tortilla, de postre naranja, orejas, flan (los menos) lo pasábamos bien.
Las mozas y mozos también se reunían y preparaban merienda lo metían en cestos grandes y se iban al campo a comerlo y después a divertirse, al final alguno se ponía alegre con el vino y todo eran cánticos y voces por el pueblo. Pero pronto se fue perdiendo la costumbre, el pueblo mermo, muchas familias se marcharon y todo se fue acabando, los que quedamos nos reuníamos y lo hacíamos en una casa y lo pasábamos bien pero, no era igual ya no queda nada de todo aquello, lo bonito que era, ya no queda más que el recuerdo.
El día de Pascua los amigos comíamos el aleluya unos en casa de los otros, por la mañana el día de pascua lo primero, ir a misa. Había encuentro o sea, procesión, se sacaba la virgen con un manto negro vestida, la llevamos a hombros las mozas, íbamos por diferentes calles que los hombres, que llevaban el corazón de Jesús, nos reuníamos en el ayuntamiento luego cantábamos el encuentro. Formábamos dos grupos de cuatro, unas al lado del la virgen y las otras del lado contrario, posábamos los santos en el suelo y a cantar decía así.

Buenos días Virgen pura
madre del divino verbo
que haces aquí en esta calle
vestida de velo negro.

Voy en busca de mi hijo
al sepulcro donde muerto
le encerraron entre llantos
y suspiros y lamentos.

Pues tú Jesús, madre mía,
te harán cesar tus tormentos
que triunfante y muy glorioso
se apareció a Juan y a Pedro.

De las llagas de sus pies
de las llagas de sus manos
manan rayos de luz pura
y mil soles del costado.

De las garras de Satán
ya quedamos libertados
su resurrección gloriosa
alegremente cantamos.

quita ese manto María
cambia ya ese velo negro
en celeste azul y blanco
que está vivo tu cordero.

Deja de llorar paloma,
la angustiada del calvario,
torna señora tus ojos
que está Jesús a tu lado.

Tu alma se llenó de gozo
al ver al resucitado,
su triunfo, es triunfo tuyo
y de todos los cristianos.

Del sepulcro, ya glorioso
triunfador, Jesús salió,
ni los guardias lo impidieron
que su poder les venció.

Con admirable valor,
vida y muerte batallaron.
Venció la vida a la muerte
aunque estuvo sepultado.

Buenas pascuas, buenas pascuas
tengan todos los presentes
y el señor cura, el primero
porque muy bien las merece.

Y al ilustre ayuntamiento
también le felicitamos
que pasen felices pascuas
y a todo el orbe cristiano.

De rodillas nos postramos
con verdadero dolor
y pedimos a la Virgen
nos de su bendición.

Luego, a continuación, ya íbamos a misa todos en procesión, a la iglesia, a celebrar la misa; por la tarde, al rosario, luego a divertirnos cada uno como quería.


EL MES DE MAYO

En la primavera si hacía bueno, en mayo que los días eran grandes, los lunes íbamos a lavar a la fuente de san Miguel un charco que está a un kilómetro del pueblo. Llevábamos la ropa en la burra, atábamos con una cuerda la cesta de la ropa y la taja, luego montábamos en la burra, se iba bien, pasábamos el día allí, tendíamos la ropa en la pradera y hasta que el sol se ponía. Regresábamos a asa con la ropa limpia, la merienda la habíamos comido y tan felices y a la semana siguiente volvíamos; iban las de Carbajal a lavar nos juntábamos muchas ¡vaya juerga! qué bien lo pasábamos; yo pienso que éramos felices y teníamos alegría.
No teníamos una peseta, cuando había fiesta en Carbajal, Valdemora, que eran los que más cerca estaban , no llevábamos nada para gastar, no pensábamos más que en pasarlo bien; íbamos en el caballo de San Fernando, un rato a pie y otro andando, el baile era en la plaza o en las eras. De día se ponían puestos a vender chucherías, caramelos, avellanas y cacahuetes. Cuando fuimos niños, no se, yo al menos no tenía un duro y eso que nos daban los abuelos alguna vez. A mi hermano le daban más que a nosotras, sí a el le daban un duro a nosotras tres pesetas, imaginaros lo que podíamos comprar, todo costaba menos que hoy.
Cuando ya éramos mozas no llevábamos nada a las fiestas, siempre había algún mozo que te invitaba a algo y luego nos reíamos y nos divertíamos a cuenta de ellos;


Había costumbres muchas costumbres religiosas, como novenas a los santos, pero la de más fervor era el mes de mayo y junio; en mayo se hacía el altar a la Virgen de la Inmaculada, había cofradía que se llamaba de las hijas de maría, que eran sólo las jóvenes, la insignia que teníamos que llevar era, una cinta azul cielo con la medalla de la Inmaculada colgada del cuello; había presidenta, tesorera y camareras estas, tenían la obligación de arreglar el altar y lavar los paños del altar (una servidora lo hizo muchos años). En el mes de mayo estaba la iglesia preciosa, poníamos el pabellón que cubría el altar mayor, una tela blanca con estrellas azules y a la parte de arriba llevaba una corona, más o menos esta era su forma, y todos los días íbamos a las flores a la caída de la tarde antes de rezar el rosario se cantaban unos versos que decían así:

Venid y vamos todos
con flores a porfía,
con flores a María,
que madre nuestra es.

A ofrecerte venimos
flores del bajo suelo
con cuanto amor y anhelo
señora tu lo ves.

Por ellas te rogamos
si cándida te place
las que en la gloria nacen,
en cambio tu nos des.

Después rezaba el rosario el sacerdote y a continuación la novena a la Virgen, a la terminación había un grupo de cantoras que cada día contaban una canción diferente, subían al coro; también recitaban versos a la Virgen las niñas, sobre todo los domingos y días festivos, nos poníamos el mejor vestido que teníamos; a continuación voy a relatar el diálogo que una amiga recitó conmigo.

BLANCA Y PURA

Pura._ Cuanto, Blanca amiga mía,
celebro encontrarte aquí,
pues a buscarte venía.
Blanca._ ¿Pura buscándome a mi?
P._ Sí
B._ ¿y en qué te puedo servir yo?
P._ en ir a pasear conmigo.
B._ Lo siento pero te digo
que no puede ser, no.
P._ Dirás más bien, no quiero
la tarde está encantadora
sin calor y sin viento.
¿pero, tu de dónde vienes ahora
con ese ramillete lleno de flores
de mil colores?
B._ Pues hija, del campo vengo
del campo de coger flores.
P._ Qué olorosas y qué bellas son todas
blancas a cuál más,
sin duda las traerás
para adornarnos con ellas.
B._ ¡Ay! ka, ofrecidas están ya
y quién la palabra da.....
P._ ¿se puede saber a quién?
B._ Sí, no quiero que lo ignores
a la Virgen , a María.
P._ A la Virgen que tontería,
¿qué quiere la Virgen flores?
las del corazón prefiere.
B._ Verdad es pero no quita
también la virgen bendita,
las flores del campo quiere,
quiere que con devoción
hagamos de ellas ofrendas
porque estas flores son prendas
de aquellas del corazón.
P._ Pues siendo así amiga mía
dame tus flores por Dios
y vamos juntas las dos
a ofrecérselas a María.
B._ Aquí nos tienes María
mas, quién a llegar se atreve,
eres blanca, cual la nieve
pura, cual la luz del día,
venimos a darte flores,
mas con ellas bienhechora
recibe también señora,
la flor de mis amores
y pues eres blanca y pura
y en alas de tu hermosura
te ofrecemos la blancura
de nuestra infantil pureza.
Viva la Virgen

Al finalizar el mes de mayo el último domingo hacíamos fiesta grande, confesábamos todas las hijas de María, era misa solemne cantada, entonces no era como ahora se hacía en latín, se cantaba la misa de ángelus, estaba bonito; poníamos alfombras en dos filas y nos colocábamos con el reclinatorio en ellas; por la tare procesión con la Inmaculada que, llevábamos a hombros, sacábamos el estandarte de la Virgen, los mozos llevaban el pendón, francamente era muy emocionante.
Durante la novena hacíamos alguna fechoría desde el coro; una vez cogimos chinas pequeñas, antes de entrar en la iglesia, y cuando estábamos rezando el rosario se las tirábamos a los mozos, ellos miraban para arriba y nosotras como si no ocurría nada pero, cuando salimos de la iglesia nos dijo un mozo: muy gracioso niñas, no tiréis chinitas que hacéis daño a los que estamos debajo, para otro día tiráis caramelos que no hacen tanto daño al menos, son más sabrosos.
Este es otro verso a la Virgen siempre lo decía una amiga mía, todos los años, no sabía otro y dice así:

Virgen María,
esta mañana temprano
fui por flores para ti,
no las había lozanas
por eso, me entristecí
mas, después me he acordado
que todo el alma es jardín
por tanto, madre adorada
ven y escógelas en mi,
quisiera darte azucenas,
rosas, violetas, jazmín,
las quisiera grandes, buenas,
como te gustan a ti
¡mas... si el mundo las marchita
en su continuo vivir...!
riégalas tu madrecita
y así no podrán morir.
Viva la Virgen

Como soy tan pequeñita
y tengo tan poquita voz
nadie me gana a decir
¡Viva la Madre de Dios!
Como soy tan pequeñita
y no tengo vestido blanco
voy a decir a la Virgen
que me haga uno de su manto.
Viva la Virgen

Virgen santa, sí
Virgen santa, no
en casa lo sabía
y aquí no.
Viva la Virgen

DIALOGO ENTRE CARMEN E ISABEL

Carmen._ ¿No te parece Isabel
que las flores que traemos
son tan suaves y bonitas
que han de llenar de contento
a la purísima Virgen
aunque vea las del cielo?
Isa._ Estás en lo cierto Carmen.
Yo creo que en este suelo
hay también flores tan bellas
que parece que nacieron
en los divinos vergeles
de los jardines eternos.
Basta mirar nuestras flores
para convencernos de ello.
C._ Oye Isabel, ya que has dicho
que flores hay en el cielo
aquellos ángeles puros
que nos guardan en el sueño,
con que placer cogerán,
con que cuidado y esmero
las flores de tus campiñas.
¿Y la reina de los cielos,
con que celestial sonrisa
recibirá nuestro obsequio?
I._ Sí, pero recuerda amiga
que, mayo pasa muy presto
y que llegará el otoño
y después el frío invierno
y que morirán las flores
llevándoselas el viento
C._¿Y entonces, qué ramilletes
a nuestra madre traeremos?
I._ ¿Qué ramilletes? pues, oye,
en nuestras almas tenemos,
un jardín siempre perenne
que nunca se pone seco
a no ser, que siendo malas
su cuidado abandonemos
y aunque en su loca carrera
vayan pasando los tiempos
siempre fecundo estará
el jardín en nuestro pecho.
C._ Mira Isabel si más claro
no te expresas no te entiendo.
I._ Pues quiero, Carmen, decirte
que si ser buenas queremos
y vivimos una vida
según de Dios los deseos
tendremos siempre mil flores
que a María dé contento
y esas flores tan preciadas
de nuestra madre embeleso
son las virtudes y dones
que ofrecerá nuestro anhelo
esa es la rosa de amor
que hoy a la Virgen prometo
la azucena blanca y pura
de la pureza sin velo
la siempreviva galana
y la gratitud del pecho
y la dulce pasionaria
del amor y emblema tierno.
C._ Qué bien hablas Isabel
de santo gozo me lleno
al pensar que también yo
imitarte en eso puedo
no quiero que pase día
de mi vida en este suelo
sin que a mi madre yo ofrezca
las virtudes que apetezco.
I._ Así, Carmen hay que hablar
ya no me importa mi temor
que venga sobre las flores
haberlas puede aquí dentro
vamos pues a nuestra madre
y expongamos nuestro anhelo


Las dos de rodillas._
Tomad Virgen purísima
las flores de este suelo
con este ramillete
a ti, Madre ofrecemos
de nuestros corazones
la vida por entero.
Queremos ser muy buenas
y así lo prometemos
las flores de virtudes
que brote en nuestro pecho
y en tanto tu, piadosa
emperatriz del cielo
adórnanos de gracias
que agraden siempre al cielo.
Viva la Virgen

El último día de mayo, a la terminación de las flores, se cantaba las despedida a la Virgen hasta el próximo año y nos daba un poco de nostalgia bueno, las despedidas en líneas generales no son agradables. Decía así:

Coro._
Madre divina
Madre de amor
adiós Señora
adiós a Dios.

Una sola._
Virgen hermosa
aunque me voy
contigo queda
mi corazón
contigo quiero
siempre vivir
y en un abrazo
tuyo morir
y en un abrazo
tuyo morir.

Tu, eres mi madre
tu, eres mi luz
tu, eres mi encanto
amparo tu eres
bajo tu manto
quiero vivir
y en un abrazo
tuyo morir
y en un abrazo
tuyo morir.

Coro._
Madre divina
Madre de amor
adiós Señora
adiós a Dios.

Una sola._
Cuando el silbido
dulce y fugaz
de los placeres
me incite al mal,
no me abandones
Madre de amor.
Conserva puro
mi corazón.
Conserva puro
mi corazón.

CANTICO A LA VIRGEN

Eres más pura que el sol más hermosa
que las perlas que ocultan los mares
ella sola entre tantos mortales
del pecado de Adán se libro

Salve, salve, cantaba María
que es más pura que tú sólo Dios
desde el cielo una voz repetía
más que tu sólo Dios, sólo Dios.

Eres más pura...........

con torrentes de luz que te inundad
los arcángeles besan tus pies
las estrellas tu manto circundad
y hasta Dios con orgullo te ve.

Eres más pura..........

Por tu nombre en Lepanto vencía
por tu fe vió el mundo Colón
y en Otumba, Granada y Pavía
e inmortal fue por ti su pendón.

Eres más pura........

Que al sentir de montaña en montaña
la tormenta de noche rugir
se te ve proteger a tu España
de la luna en el disco salir.

Eres más pura.........


LLEGA EL VERANO

Acabado el mes de mayo en el de junio, también había novena al Corazón de Jesús, había más cofrades porque, entraban hombres y mujeres y de todas las edades. Durante ese mes la iglesia la atendían las señoras que eran de la cofradía y el último domingo de mes también hacían fiesta. Esas tenían más fondos y traían un fraile para predicar en la misa, les llevaba las perras y quedábamos igual pero la fiesta parecía más solemne. Se tiraban cohetes en la procesión, era emocionante, al menos lo vivíamos con ilusión, te ponías la mejor ropa y fiesta.
Después de todo esto llegaba el verano y había que ir a coger la pepita ¡cómo currábamos todos! y había poco tiempo para ir de procesión, bastante la hacíamos por los caminos en la burra montados para ir a segar y demás labores, si se cogía poco trigo ese año no había trajes, ni zapatos (a pasar hasta la próxima cosecha) ¡qué duros eran los meses de julio y agosto! Teníamos que ir segar y después a acarrear con el carro de vacas, yo iba con mi hermano, toda la noche en el campo para traer la cebada y el trigo y al día siguiente a tender la trilla y a trillar. Así un día y otro hasta finalizar la tarea ¡Dios mío! que fatigas el mes de julio y agosto, que largos y que duros no se, como resistíamos. Cuando terminaba nos parecía mentira, después de tanto ajetreo estar a la sombra todo el día. Descansábamos hasta llegar la vendimia, esta era pocos días y más alegres, se pasaba mejor.
Recuerdos de mi vida por Juliana González






martes, 29 de septiembre de 2009 a las 17:29

 

Mes de mayo, por Juliana González

Mes de mayo, por Juliana González

El último día de mayo, a la terminación de las flores, se cantaba las despedida a la Virgen hasta el próximo año y nos daba un poco de nostalgia bueno, las despedidas en líneas generales no son agradables. Decía así:

Coro._
Madre divina
Madre de amor
adiós Señora
adiós a Dios.

Una sola._
Virgen hermosa
aunque me voy
contigo queda
mi corazón
contigo quiero
siempre vivir
y en un abrazo
tuyo morir
y en un abrazo
tuyo morir.

Tu, eres mi madre
tu, eres mi luz
tu, eres mi encanto
amparo tu
bajo tu manto
quiero vivir
y en un abrazo
tuyo morir
y en un abrazo
tuyo morir.

Coro._
Madre divina
Madre de amor
adiós Señora
adiós a Dios.

Una sola._
Cuando el silbido
dulce y folaa
de los placeres
me incite al mal,
no me abandones
Madre de amor.
Conserva puro
mi corazón.
Conserva puro
mi corazón.

CANTICO A LA VIRGEN

Eres más pura que el sol más hermosa
que las perlas que ocultan los mares
ella sola entre tantos mortales
del pecado de Adán se libro

Salve, salve, cantaba María
que es más pura que tú sólo Dios
desde el cielo una voz repetía
más que tu sólo Dios, sólo Dios.

Eres más pura...........

con torrentes de luz que te inundad
los arcángeles besan tus pies
las estrellas tu manto circundad
y hasta Dios con orgullo te ve.

Eres más pura..........

Por tu nombre en Lepanto vencía
por tu fe el mundo Colón
y en Otumba, Granada y Pavía
e inmortal fue por ti su pendón.

Eres más pura........

Que al sentir de montaña en montaña
la tormenta de noche rugir
se te ve proteger a tu España
de la luna en el disco salir.

Eres más pura.........




jueves, 23 de julio de 2009 a las 21:06

 

La vendimia en Fuentes de Carbajal, por Juliana González

La vendimia en Fuentes de Carbajal, por Juliana González

LA VENDIMIA

Esta era pocos días y más alegres, se pasaba mejor. Si nos apetecía nos dábamos la lagarada es decir, nos lavábamos la cara con uvas de tintorro, los que más pintaban los mozos a las mozas y si había otra cuadrilla cerca vendimiando nos picábamos los unos a los otros hasta liarse y untarse bien las cara con uvas, vaya melote, a mi en particular no me gustaba y si podía me escapaba y no me metía en el follón aunque me llamaran cobarde, no me importaba lo que quería era que no me mancharan.
Cuando al atardecer regresábamos para casa estábamos contentos porque dejábamos la faena para continuar al otro día, subíamos al carro y a cantar. Una decía así, si vendimiábamos para casa.

De quién es esta cuadrilla
cuadrilla de tanto rumbo
es la del señor Francisco
que lleva al sal del mundo.
Vendimiadora, vendimia bien,
que viene el amo y lo puede ver.

En la viña de nuestro amo
hay un árbol que da peras
con un letrero que dice
viva el amo y los obreros.
Vendimiadora, vendimia bien,
que viene el amo y lo pude ver.

Y ahora por despedida
pedimos a nuestra ama
que nos prepare la cena,
para irnos a la cama.
Vendimiadora, vendimia bien
que viene el amo y lo puede ver.

Antes de tener mis padres viñas íbamos a vendimiar para los vecinos, que eran los padres de Leo, eran buenos, nos daban de jornal 30 pesetas al día de sol a sol, pero nos trataban bien, no exigían nada en el trabajo, nos daban bien de comer. Siempre estábamos de broma, contaban chistes uno decía así (lo contaba Aureo) cuando el estaba en Valladolid decía que iba una señorita por la calle y llevaba la falda abierta por detrás y el la dijo: señorita cierre la despensa que le van a robar los jamones. Los chistes yo no los cogía bien para eso fui siempre despistada, pero veréis anécdotas alguna sí que me acuerdo; los días que teníamos de vendimia el amo nos daba de desayunar, comer y cenar, un día por la mañana estábamos desayunando, nadie decía nada, todos en silencio y una de las compañeras la más veterana dijo: muchas gracias. Todos nos quedamos porqué diría eso y lo repitió tres veces y ya la preguntamos pero ¿qué dices tonta? a quién das las gracias, pues muy fácil al gato que ha pasado por debajo de la mesa y me ha tocado con el rabo las piernas así que majo, cuando quieras repites.
La tartana que tenían los amos la llamaba el tilboril, era un carro pequeño con ruedas de madera con un aro de hierro, tenía toldo y asientos de un lado y otro y en él nos llevaba la comida y nada más que le veía ya nos avisaba, chicas ánimo ya viene el cocido y el amo con el tilboril.
Ella hacía talega con el amo, eso era de caerse de risa, le decía: ¿te das cuenta? nadie quiere hacer talega contigo porque atrapas todas las uvas que caen al suelo y luego bien y por eso se juntaban os dos y no lo hacían mal. Ella le acompañaba pero nos avisaba si se tiraba un pedo chicas allá va levantaba la falda y decía así marcha luego el perfume, lo lleva el aire.
Otro día llenamos los cestos de uvas, las suficientes para llenar un carro y llevaba algunos escogidos para madre, eran uvas para echar en la cuba para hacer el vino y fue Leo a descargar, su padre le dijo no te olvides los que llevas para madre y el contesto ya lo se yo no hace falta repetir tanto las cosas. Bueno llegó a casa y se puso a descargar los que quiso, casi todos y le dijo su madre ¿este año no escogéis para madre? quedó parado y dice pero si eran estas, veras ahora que sermón porque estábamos terminando un majuelo que siempre las escogíamos de allí y temía no llegar a tiempo y se hubiera acabado y así fue todo el camino corriendo el ganado y cuando llegaba cerca voceaba escojan pa madre, escojan pa madre una y otra vez, no le entendíamos y dijo su padre pero ese está loco, vaya manera de correr el ganado hasta que le entendimos dice que escojamos para madre pero ya no había para escoger allí. Menudo sermón que le dio su padre creo que, no se le olvidaría tan pronto porque, vaya coba que le dimos todos cuando se acabó la jornada y fuimos para casa. Su hermano le saco una canción que decía así:

Leo esta mañana
se montó en una carreta
y las uvas de la madre
las echo en la lagareta.

Marinerito apaga la vela
que está la noche tranquila y serena
la noche tranquila está
y mi marido no viene
quién será la picarona
que a mi marido entretiene.

También cantábamos otras que nos inventábamos, una decía así; íbamos con dos carros y nos tuteábamos de este modo:

El carro de delante
rueda que es un primor
porque las mulas que lleva
ya no las hay mejor.
Suben las cuestas corriendo
las bajan muy despacito
porque las mulas que lleva
mandan muchos corallitos.

Marinerito apaga.......

varias canciones

Levántate, morenita
levántate, resalada
levántate, buena moza
que ya viene la mañana.

A la entrada de mi pueblo
hay una piedra redonda
donde posan los cigarros
los mozos que van de ronda

levántate, morenita.....


A la entrada de mi pueblo
hay una hermosa laguna
donde se lavan las guapas
porque fea no hay ninguna.

Por esta calle a la larga
corre agua y no ha llovido
son las lágrimas de un mozo
que anoche le han despedido
En este pueblo no hay mozos
y si los hay no los veo
estarán en las cocinas
atizando los pucheros.

Recuerdo cuando vivía en mi pueblo, en la época de la vendimia, que ajetreo teníamos en casa, mis padres tenían viñedo, una partida un poco regular, cogíamos obreros para aguantar más a vendimiar porque, los de casa solos no podíamos para preparar la carga para el camión que, todos los días venía a recoger las uvas que durante el día se habían cortado. Había una familia en el pueblo que nos juntábamos para la faena, muchos años hicimos la vendimia juntos, ellos tenían más viñas que mis padres ¡vaya cuadrilla que nos juntábamos! hacíamos talega de dos en dos, nos reuníamos catorce que hacíamos siete cestos, imaginaos al día las uvas que cortábamos. Si la cosecha era buena daba gusto vendimiar, se llenaba la cesta enseguida para ir a vaciarla.
Recuerdo un año las uvas que en un día cortamos sólo las dos familias, llenamos ochenta cestos grandes, que hacían cuatro o cinco cestos cada uno. La viña se había apedreado el día ates de empezar la vendimia y las cepas quedaron sin hojas pero, tenían las cepas muchas uvas que cortar, daba pena verlo como quedó. Cogimos más de lo que esperábamos. Vendimiamos lo de mis padres primero porque estaba dañado, que gesto más generoso tuvieron nuestros compañeros, a mi no se me ha olvidado. Las viñas de ellos no tenían daño, estaban en otra zona y por eso la tormenta no les había tocado, durante el día cortábamos muchas uvas, pero vaya perolas de patatas que tenían que preparar las amas que quedaban en casa; para desayunar sopas y pimientos rojos, a mediodía cocido de garbanzos, para cenar patatas con carne o bacalao y que contentos íbamos a vendimiar, lo pasábamos bien, contábamos chistes, algún cuentillo también, lo que pretendíamos era estar alegres y terminar cuanto antes.
Al terminar la jornada del día, al regresar a casa, pedíamos la cena al ama para irnos a descansar porque al día siguiente teníamos que continuar con la misma tarea que los días de atrás.
El día que se terminaba que felicidad para quitar el uniforme y poderle lavar de lo sucio que estaba, las manos quedaban negras de coger las tijeras para cortar los racimos (que en ocho o diez días teníamos que cortar) así fueron nuestros trabajos que ahora puedo contar.
Pero ¡viva la vendimia! que hacíamos Tasio, Primi, Paco, Joaquín y Juliana en las viñas de nuestro pequeñito pueblo. Fuentes de Carbajal.

Por Juliana González


martes, 21 de julio de 2009 a las 21:49

 

La niñez en Fuentes de Carbajal, por Juliana González

La niñez en Fuentes de Carbajal, por Juliana González

En mi niñez, desde que yo recuerdo, antes de empezar a ir a la escuela no hacíamos más que jugar, si que lo pasábamos bien, había muchos juegos infantiles (a mi me parece que más que en la actualidad) pero cuando se empieza a dar uno más cuenta de las cosas es, cuando va uno a clase; en aquella época no había más que una escuela en fuentes y era de niñas para los dos pueblos de Fuentes y Carbajal, éramos muchas niñas yo recuerdo, que estaba llena. La maestra ya era mayor cuando yo empecé, se llamaba Onorina y sí enseñaba y como no la daba tiempo para atender a todas, cada día ponía a una chica de las mayores para que nos enseñara a leer y hacer cuentas en el encerado. Si tocaba a una de Carbajal, nos trataba mal a las de Fuentes, nos pegaba con la regla y si era de Fuentes pegaba a las de Carbajal, en fin no aprendíamos nada. Yo, gracias a Dios, cuando fui a la escuela sabía las tres cartillas 1º, 2º y 3º, a leer me enseñaron en casa supongo, que sería mi madre de noche porque, de día no sobraría tiempo, porqué tenía más que hacer ¡sólo en coser! porque no duraba la ropa como ahora y había más necesidad.
Había muchos juegos para entretenernos, entre ellos: la comba, a marro que, consistía en atrapar piedras grandes y amontonarlas, hacíamos dos campos dividido por una raya a la mitad, si éramos 20 niñas la mitad para cada lado, consistía en ir a robar las piedras al campo contrario, quien robaba más ganaba, pero si eras un poco torpe para correr te cogían prisionera y tenía que estar haber si alguien de las tuyas te rescataba. También jugábamos al castro, al diábolo que los había de goma, esos eran de goma, yo lo tenía de madera, casero, no había para comprar, se ataba una cuerda a dos palitos y así jugábamos.
Con las niñas de Carbajal no hacíamos pacto, siempre en dos bandos; como nosotras estábamos en el pueblo nos creíamos más amas.
La escuela de los niños estaba en Carbajal para los dos pueblos y allí tenían que ir los de Fuentes, como veis así vivíamos y tan felices.
Yo fui una buena estudiante, me gustaba ir a clase y si no podía ir, por el motivo que fuera, me disgustaba. Todo lo que sé, que no es mucho, lo aprendí con Doña Feli de la Fuente en Carbajal, porque la que había en Fuentes no enseñaba nada y la escuela parecía un teatro, no hacíamos más que diabluras.
Recuerdo una vez, en el mes de mayo, que estábamos rezando las flores y había dos que eran el demonio, todo lo entendían menos las letras, se llamaban Gloria y Federica (la verdad es que las picábamos las demás) se hicieron una careta de cartón, cada una y cuando estábamos rezando se la ponían, mirábamos para ellas y ¡vaya cine! todas a carcajada limpia, luego a ellas las castigaba la maestra, de esas, un montón.
Otra vez yo estaba dibujando y la maestra estaba paseando por el pasillo y cuando llegó a mi lado, yo estaba canturreando con la permanente y los caracolillos, en el medio llevan los piojos amarillos se lo había oído a un tendero de Gordoncillo que, venía a vender por los pueblos y la primera casa era la nuestra y mientras ponía el carro en plan, lo cantaba y yo lo aprendí; la maestra se había hecho la permanente y pensó que se lo cantaba a ella, fue por la regla y la midió encima de mi, aquel día fue fatal, al terminar la clase, (lo mismo que al comenzar) se rezaba , nos pusimos de acuerdo y cuando dijo a rezar, levantamos el asiento del pupitre todas a al vez, vaya golpes, cogió otra vez la regla y nos midió a todas, hasta a Visita que nunca la había pegado ninguna maestra, de estas hay más que podía contar, pero sería un no parar.
Últimamente vino otra maestra, esa sí nos enseño y me dejó asistir a la escuela hasta los 15 años, deje de asistir cuando vino al mundo mi hermana Maruja, dejé las clases para siempre, hacía falta en casa para hacer las labores y ayudar a mi abuela, que era mayor y no podía con todo el peso de la casa.
En aquella época por las navidades se reunían las familias para celebrar los días señalados, nochebuena, nochevieja y demás fiestas, también nos juntábamos los vecinos, se cantaba, se bailaba, se contaban chistes y a la terminación, una de las veces se hizo chocolate en casa de Maria, nos juntábamos muchos estaban: Primi, Paco y Socorrito y su hermanos y parte de ellos fueron a las eras a comerle, pero la cocina y el pasillo quedó para el día siguiente limpiarlo.
¡que años aquellos! que felices éramos, nos divertíamos a nuestra manera, pero lo pasábamos bien y al otro día lo comentábamos.

Juliana González
Recuerdo que, aun siendo yo una niña, quisieron cambiar la fiesta del pueblo que se celebraba en enero, el día 22 San Vicente, y la gente no se puso de acuerdo; unos querían según la tradición y otros poner a San Cipriano porque era mejor tiempo, no hacía frío como en enero y San Cipriano es en septiembre; unos que sí, otros que no, el pueblo se dividió a la mitad y cada cual celebraba la suya, ese día no se hablaban unos con los otros. En mi familia éramos de la tradicional, San Vicente, ese lío duró muchos años, me case yo y aún seguía, hasta que se convencieron, porque además se había marchado algunas familias del pueblo, porque no tenían futuro y quedaba poca gente en el pueblo. Pero triunfó San Vicente, siempre había más fiesta porque hasta a los pueblos vecinos, les llamaba más ir a esa fiesta que a la otra, aunque era mejor tiempo como ellos decían, que no había barro y se podía ir en zapatillas, no hacía falta zapatos, ni abrigo, pero lo cierto es que fue verdad, duró años parte de mi niñez y toda mi juventud, estaba yo casado y con los tres hijos cuando dejaron a esos dos santos en paz y pusieron a San Isidro Labrador, que en la actualidad es la que se celebra.
En fin, todo aquello ya paso pero no se olvida nunca, que pena me da, no me queda más que ver las dos casas cerradas donde yo nací, viví y disfrute del cariño de los míos que dejaron de existir. Parece mentira que de seis hermanos nadie quedó allí, sólo nos quedan los recuerdos de haber nacido allí, en Fuentes de Carbajal, que de allí viene nuestra sangre, nuestras costumbres y raíces tan profundas que no podemos arrancar jamás. Mis raíces son de allí, mis abuelos paternos eran de Carbajal y se llamaban Antolín y Margarita, yo no los conocí pero su casa donde vivieron, si que existe, en la actualidad no tengo recuerdo de ellos.
Los abuelos maternos, los de Fuentes, se llamaban Julián y Venancia de ellos si que tengo recuerdos, contaría muchas, se podría hacer una historia, viví con ellos veinte años, si me regañaban me daba igual, al otro día allí que volvía haber si cogía algo a la hora de la merienda, lo que ellos me daban sabía a gloria.
Teníamos unos vecinos muy buenos siempre nos llevamos bien pero sobre todo una, ¡qué buena era! tenía ovejas y en la época de hacer el queso, siempre fui mucho por allí pero esa temporada (yo sabía más o menos la hora de hacer el queso) y yo iba haber como lo hacía, lo cierto es que así aprendí como ella lo hacía y me daba a comer cuajada, con la que hacía el queso. Así que, cuando me acordaba allá que iba yo, la quería mucho, pasaba muchos ratos allí, me contaba cosas de su época, anécdotas, cuentos, de algunos me acuerdo. Uno decía así:

Eran tres hermanas y tenían novio, las tres habían estrenado, una un anillo, la otra unos zapatos y la otra unos pendientes, fueron a verlas los novios.
Ellas no sabían como enseñar los estrenos y entonces: la del anillo dijo, señalando con el dedo donde tenía el anillo puesto, una araña; y la de los zapatos dijo, con el pie, matarla; y la de los pendientes añadió moviendo la cabeza no, dejarla, dejarla y de ese modo enseñaron cada cual su estreno a su novios.

Juliana González

lunes, 20 de julio de 2009 a las 21:23

< 1 2 3 >
Tienes mas noticias cerca de aqu�, en Valdemora, Gordoncillo y Valdespino Ceron.

Página generada el sábado, 21 de diciembre de 2024 a las 18:22:28
© Mis Pueblos, S.R.L. 2006. Todos los derechos reservados. info@mispueblos.es - AVISO LEGAL - QUIÉNES SOMOS - ANÚNCIATE