Son pueblos tristes, los pueblos deshabitados,
dejados de la mano de Dios y de sus antiguos habitantes.
Son pueblos mudos, olvidados, medio muertos,
que nadie los visita, que nadie llega para verlos.
Están completamente solos, y su pena de huérfa...
martes, 28 de septiembre de 2010 a las 18:08
Enviado por I.S.S.
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