El caserio de los pueblos
 Ahora estamos en Navidad. Y los concursos de belenes están en su máximo apogeo, siendo una parte a tener en cuenta en muchas de las iglesias por sus magnificas representaciones de la vida y construcciones de nuestros antepasados. Podemos observar la armónica y exquisita delineacion de calles y casas.
En cambio, en el siglo XXI se ven auténticas aberraciones en la hechura de casas y casetas. Tanto en los materiales empleados como en el recubrimiento y pintura de las fachadas. En algunos ayuntamientos se han fijado normas claras de alturas y terminaciones. Se cumplen? No.
Sólo hay que darse una vuelta por las distintas calles del caserio de Hermosilla para ver la mayoria de las casas pintadas de blanco, almacenes ilegales frente a la iglesia, ruinas por doquier, segundo piso habitado bajo cubierta, tejados de teja negra o contrachapados, aleros con vigas de hierro, etc.
Cualquier belén de una iglesia, tiene más belleza en su miniatura que el caserio y calles de pueblo de Hermosilla. Un poco de gusto, queridos hermosillanos.
miércoles, 04 de enero de 2012 a las 19:35
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Un pueblo y su paisanaje.
Los habitantes no empadronados pero sí existentes en los mismos, nadie o casi nadie los tiene en cuenta. Pues no votan y protestan poco. En cambio son tan necesarios como los vecinos de las chimeneas y de las máquinas ruidosas.
Los caminos arreglados, el agua limpia del grifo, los alimentos envasados, las casas acondicionadas, los frutos de la tierra son para los humanos. En cambio para los que hacen paisaje: animales, peces, aves y plantas sólo les queda los ribazos que no se siembran, las aguas de los ríos contaminadas, los arboles escasos y las semillas envenenadas.
De ahí que se diga que el paisaje hace al paisanage. Hombres ruines, paisajes ruines.
martes, 27 de diciembre de 2011 a las 17:00
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El agua: ese bien escaso y poco valorado.
Parece que cada año por este derredor de la Bureba, la lluvia huye de nuestros campos, cada vez más secos y sedientos. ¡Que en noviembre, ("hasta un leño prende") haya que regar la tierra para abrir un hoyo y plantar una encina!. Creo que es indicio de la fuerte sequía que sufren nuestras tierras. De ahí la importancia de poner más arbolado en terrenos comunales y vecinales para atraer esas benditas y fecundas gotas.
En Castil de Lences tienen avanzado un proyecto de utilizar las fincas de la Junta vecinal para dedicarlas a plantaciones de nogales y avellanos, frutos secos, cada vez más valorados. Riqueza paisajística por un lado y alternativa al cereal por los altos precios de estos productos.
jueves, 03 de noviembre de 2011 a las 18:44
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El agua ese bien escaso y poco controlado.
¿Quién controla la sanidad del agua que llega a las casas desde los acuíferos?. ¿Qué persona cuida del buen estado de los nacederos y del depósito de agua alimentaria?.
Como hecho a destacar: el depósito donde se almacena el agua tiene las ventanas rotas, cualquier animal puede entrar y ahogarse en el agua contaminándola. El alambre mosquitera para que no entren insectos está igualmente rajada y oxidada: arañas, cucarachas, moscas y demás artrópodos e invertebrados pueden campar a sus anchas. Concluyendo, el agua que llega a los grifos y a las bocas de las personas puede estar contaminada. !Viva la desidia del responsable¡
jueves, 22 de septiembre de 2011 a las 18:51
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¿Hacia dónde camina Hermosilla?. ¿Tiene futuro como pueblo?
El domingo pasado se celebró en Salas de Bureba, la VII Feria de la Cereza con gran asistencia de público y una meritoria organización, a pesar de ser un pueblo con la típica carretera estrecha que lo parte por la mitad; el tráfico de coches fue fluido, y la "huerta del cura" para tiempo seco buen parking.
La "negra tardía" y "la fresona", cerezas autóctonas, en su punto de azucar y testura, la garrafal napoleón algo baja en azúcar y consistencia, rainier, giant, summit algunas guardaban las heridas de las últimas lluvias. Hay que reconocer que este valle de las sensaciones es un paisaje a mejorar y admirar y creo que si saben mantener el producto y fijar la población puede tirar de los pueblos de los alrededores, Hermosilla incluido, atrayendo turismo. Les falta la recuperación del Chacolí de toda la vida. Buena huerta, buenos lechazos, hermoso paisaje y un buen vino, no hay humano que se resista a visitarlo.
El asfaltado de la carretera a Poza, movería la comunicación con este magnífico y grandioso valle de las Caderechas.
miércoles, 06 de julio de 2011 a las 18:29
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