SITUACION GEOGRAFICA Y SIERRA DE VILLAFRANCA
 Villafranca de la Sierra , Municipio de la Provincia de Ávila , Comunidad Autónoma de Castilla León , antigua Castilla la Vieja , fue cabeza del mas antiguo de los Cinco Señoríos Menores del territorio Abulense y aparece cartografiada en los primeros mapas de España
Esta situada al Sudoeste de la provincia, en la falda de la vertiente norte de la sierra que lleva su nombre (La Sierra de Villafranca) La distancia a Ávila es de 50 Km. y el acceso es a través de un desvío de la N-110 (Ávila Plasencia)
Tiene un anejo denominado La Ribera, dos enclaves (La Serrota, el mayor de los enclaves abulenses y el Puerto Chia, una extensión de 39,8 Km. y un censo de población según datos de 1 Enero de 2005 de 162 habitantes.
La Villa, capital del Municipio, se encuentra situada a 1.111 metros sobre el nivel del mar. La altitud del término Municipal, varia entre una cota máxima de 2.294 metros (La Serrota) y una mínima de 1.040 metros (Río Corneja en el límite jurisdiccional con Bonilla de la Sierra)
El río Corneja nace dentro de su territorio y lo atraviesa en dirección nordeste-sudoeste, corre paralelo a la Sierra de Villafranca, abriéndose paso para formar el valle de Valdecorneja, hasta su desembocadura en el río Tormes
Localización aproximada mediante coordenadas geográficas, latitud 40º 30 N y
05º 13 longitud oeste
La Sierra de Villafranca da nombre al Municipio. La longitud total de la cuerda es aproximadamente de 30 Km. .
Se inicia en el Puerto Chia (1663 m de altitud) situado al suroeste de la Serrota. Asciende hasta la cima de Cervunaloco (1924 m) y alcanza su máxima cota en el Cerro de los Moros ( 2059 m )
Desciende hasta el Puerto de Peña Negra ( 1909 m ) , el mas alto de la provincia , ascendiendo a continuación hasta el Pico Tayaruela ( 1963 m ) y tras pasar por el Alto del Reventón ( 1462 m ) cerca de la localidad de La Lastra del Cano ( 1438 m ) desciende hasta las inmediaciones del pueblo de Hermosillo ( 1120 m ) en las inmediaciones de Barco de Ávila , donde llega a su fin .
La vertiente septentrional de la Sierra descarga la mayor parte de las aguas al Río Corneja, afluente del Tormes.
La vertiente Meridional vierte sus aguas en los ríos Alberche y Tormes. El río Alberche nace en esta Sierra, en Fuente Alberche, Sierra de Villafranca.
Emilio Martin
domingo, 12 de julio de 2009 a las 10:25
|
Emilio Martin
 HISTORIA DEL ESCUDO DE VILLAFRANCA
Los escudos de armas comenzaron a utilizarse durante el siglo XII para sustituir la cota de malla y el casco que impedían identificar la figura del caballero en torneos y batallas.
El rey Alfonso VI de Castilla, después de conquistar Toledo, en 1085, y llevar la frontera castellana hasta el Tajo, se estableció en Ávila, desde donde activó la repoblación y defensa del territorio, tarea que llevó a cabo entre 1090 y 1107, su yerno el conde Raimundo de Borgoña se encargaría de construir la Muralla de la ciudad.
El conde facilitó la llegada de repobladores, asentando en llanuras, bosques y campos de yermo a nuevas familias del norte. Don Raimundo mandó crearan el gobierno de la ciudad al asturiano Ximen Blasco y al burgalés Alvar Alvarez, mientras el cántabro Juan Martínez de Abroxo y Sancho Sánchez Zurraquines fueron los encargados de repartir las tierras labradías y nombrar alcaldes y alguaciles en los concejos.
Entre los dirigentes repobladores fue surgiendo el bloque social de los caballeros serranos, diferenciados como élite de los ruanos y pecheros. Celosos de su linaje llegarán a arbitrar los cargos políticos y municipales, teniendo reservado, por merced real, el concepto de honor. Dedicados a las armas, formaron las milicias concejiles y cuadrillas, interviniendo en cabalgadas y expediciones de acoso al musulmán, tomando parte en las campañas por tierras de Andalucía, Extremadura y Aragón, recibiendo en recompensa títulos y privilegios de los monarcas castellano-leoneses.
Las dos cuadrillas más notorias, ligadas por lazos familiares, fueron las integradas por la casa de Blasco Jimeno, encabezada en la parroquia de San Juan con escudo de seis roeles, y la de Esteban Domingo, en la parroquia de San Vicente, con escudo de TRECE ROELES.
De la cuadrilla de Blasco Jimeno, oriundo de Asturias, surgirán en distintas épocas las casas y mayorazgos de Cardiel, San Román, Navamorcuende, Velada y Villatoro, que irán convirtiéndose en señoríos. Hacia 1375, el enlace de Ximena Blázquez, hija de Fernán Blázquez Dávila y heredera del mayorazgo de Villatoro con Esteban Domingo, señor de Villafranca, dará origen a la fusión de ambos grupos nobiliarios.
La cuadrilla de los Estaban Domingo, procedentes de tierras de Cantabria y Burgos, y asentada entre los repobladores de Ávila, en torno a 1090, verá desfilar a través de generaciones de su linaje, diversos apellidos, denominaciones patronímicas, documentos, inscripciones y divisas que en sus orlas ostentan los TRECE ROELES.
Sobre el simbolismo heráldico de estas figuras han circulado diversas versiones legendarias, producto de la exaltación popular en las tinieblas históricas del Medioevo y formando parte de los cuentos y leyendas narradas al amor de la lumbre durante los largos fríos invernales de Las Navas. Luís Ariz recoge en su libro el testimonio del cronista Gonzalo de Ayora, quien afirma que "los trece tray a Ronda en su pendón y seña, o por trece puertas que dice tenia la villa, o por trece aldeas de su jurisdicción, o por las trece lunas, que los moros cuentan, teniendo los principios de ellas por favorables. Ora sea por lo que se dice de trece buñuelos, o almojabas, que dos caballeros comieron en presencia de su rey la noche antes de dar una batalla, obligándose a matar en ella otros tantos moros; o por lo que dicen, que unos cavakkeris destas familias estando cercados en un castillo, arrojaron trece quesos, o panes al real, para que los enemigos entendiesen que no estaban de extrema necesidad" (Extraído de Historia de la Grandeza de Ávila de Luís Artiz, año 1607)
Según este autor, fraile benedictino riojano, abad del monasterio de Valvarena y prior de Nuestra Señora de la Antigua, en Ávila, una escritura de 30 de mayo de 1208 lleva "cuatro sellos pendientes en cera" uno de ellos de los trece roles con el nombre de García Esteban Dávila sobre la donación de bienes que éste hizo al monasterio de Santa María de Valvanera, en tiempos de Alfonso VIII. En la antigua portada de los señores de Villafranca figuraban, en 1275, varios escudos con los trece roeles. Así mismo, los lleva otra escritura de donación de Ibáñez Esteban a la orden benedictina el 18 de septiembre de 1295. El documento, de 12 de julio de 1307, con que Fernando IV el Emplazado otorgó el Señorío de Velada a un ascendiente de Esteban Domingo, conteniendo también dicho sello heráldico.
Gonzalo de Ayora afirma que Hernán Pérez, alférez del Rey Fernando III el Santo, antecesor de Esteban Domingo y, por tanto, ascendiente de Pedro Dávila, intervino a favor de Medina del Campo en las campañas de Andalucía ganando a los musulmanes, en la ciudad de Ronda, un estandarte con trece roeles blancos sobre paño azul, divisa que la Casa de Villafranca habría de tomar por blasón, pero con los roeles en oro sobre el campo azul. Hernán Pérez Dávila, hijo, estuvo en 1340 en la batalla del Salado y recibió el rey Alfonso XI el Justiciero el privilegio de utilizar este escudo.
Alfonso X el Sabio encomendó en 1275 a Gil Blázquez Dávila la repoblación de Las Navas y Sancho IV el Bravo concedió el heredamiento de este lugar a la familia Mateos, según cartas reales existentes en el Archivo de Medinaceli, merced confirmada por Enrique III el doliente a Pedro González Dávila, hijo de Esteban Domingo y Ximena Blázquez y, en consecuencia, a su línea sucesoria: Pedro Dávila Bracamonte, su biznieto y señor de Villafranca, recibió del rey Juan II, en atencióna sus servicios de armas en Olmedo, Sepúlveda y Tordesillas, el título de Conde del Risco, según documento firmado en Valladolid en noviembre de 1475.
Este Pedro Dávila intervino con otros nobles en la conquista del reino de Granada, por cuyo hecho victorioso los Reyes Católicos le otorgaron en 1485 el Señorio de Las Navas y el honor de llevar los trece roeles en su escudo de armas.
Su nieto, Pedro Dávila y Zuñiga habrá de ser el primer Marqués de Las Navas, dignidad otorgada por Carlos I el 30 de noviembre de 1533 al constituirse el antiguo señorío en Estado o cabeza de Marquesado. El escudo de los trece roeles pudo adornarse ya con la corona heráldica de marqués.
El Marqués de Las Navas era también, por su ascendencia, Señor de Villafranca y tercer Conde del Risco. Pedro Dávila y Zúñiga, hijo de Esteban Dávila y Toledo y de Elvira Zuñiga, fue Contador del Reino con el Emperador Carlos I, Mayordomo del rey Felipe II, y embajador en Roma. Su esposa, María de Córdoba, era hija de Fernando de Córdoba, Marqués de Priego, Señor de la Casa Aguilar y de Elvira Enríquez.
El marqués ordenó la construcción del castillo-palacio de Las Navas, en el que dejó huella de su espíritu culto y humanista. El escudo del marqués quesado, con sus trece roeles, decoró desde entonces los muros y galerías de este edificio renacentista, y aún campea desde 1540, en su arco de ingreso. El matrimonio Dávila-Córdoba fundó en 1547 el convento de Santo Domingo y San Pablo, en cuyo claustro y fachadas resalta el citado blasón, al que se fue añadiendo la heráldica familiar del marquesado. El escudo de los trece roeles quedó labrado en diversos edificios y lugares del entorno local, como la llamada "Piedra de los trece botones" en el insólito paraje de La Cancha. También figuró sobre la famosa lauda de bronce que cubrió la sepultura de los marqueses, bajo el altar mayor de esta abadía, obra artística que hoy puede contemplarse en el Museo Arqueológico Nacional.
Estos roeles quedaron convertidos desde el siglo XVI en el blasón de armas de Las Navas del Marqués. Actualmente su escudo, con los TRECE ROELES sobre campo azur o azul y encabezado con la Corona Real, según la norma oficial, constituye el emblema heráldico de esta antigua y noble villa.
sábado, 21 de febrero de 2009 a las 19:45
|
Emilio Martin
 SEÑORIO DE VILLAFRANCA
El Señorío de Villafranca se encontraba ubicado en la provincia de Ávila, de cuya existencia se tiene noticia a principios del siglo XII. Comprendía los territorios ocupados en la actualidad por Villafranca de la Sierra, Navacepedilla de Corneja y por parte del actual término municipal de Casas del Puerto, todos ellos pertenecientes al Valle del Corneja, abarcando un área sobre plano de unos 80 km², aunque debido al carácter sumamente montuoso del territorio la superficie real se aproximaba a los 200 km².
Según la Crónica de la Población de Ávila el primer señor de Villafranca fue Blasco Muñoz, hijo del célebre caballero burgalés Martín Muñoz, poblador de "Las Posadas", y sobrino de Doña Menga Muñoz, hermana del anterior. Las crónicas narran que Martín Muñoz era descendiente de Nuño Rasura, conde y juez de Castilla.
Martín Muñoz y Álvar Fáñez acompañaron a Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid, en su destierro, hasta la conquista de Valencia. Ambos aparecen citados en el "Cantar del mío Cid".
Alfonso VI y "El Cid" se reconciliaron en Toledo tras la toma de esta ciudad por el Rey en el año 1085. El Rey reconoció la injusticia cometida con Rodrigo Díaz y quiso resarcir a "El Cid" y a sus jefes de tropas. Raimundo de Borgoña, yerno de Alfonso VI, encargado por éste de repoblar el territorio reconquistado, entregó una extensa zona a Martín Muñoz para repoblarla. Martín Muñoz se dirigió allí y la puso su propio nombre (la actual villa de Martín Muñoz de las Posadas). Posteriormente se casó con Jimena Bezudo, y dotaron a sus hijos con distintos asentamientos. Así nacieron los pueblos de Blasco Muñoz, Gutiérrez Muñoz y Armuña (nombre de una hija suya), entre otros.
sábado, 21 de febrero de 2009 a las 19:38
|
