Las tradiciones como señales de nuestra identidad.
Las costumbres son nuestras señas de identidad, heredado de nuestros mayores que nos hace sentir vivos y a la vez revivimos nuestro pasado. Esto nos ayuda a consolidarnos o sentirnos pueblo porque las costumbres pasan de mayores a jóvenes consolidando así nuestro vivir y sentir como pueblo.
Ramacastañas está situado en el Valle del Tiétar, al sur de la sierra de Gredos, cuyas montañas son la panorámica que acompaña a nuestro pueblo. Rodeado de pinares, encinas, río, todo esto hace que Ramacastañas sea un lugar grato y confortable.
Ramacastañas data de 1291, anteriormente a esta fecha el pueblo se llamaba Ferrerías de Ávila, porque en este lugar había minas, además era un pueblo muy importante, por la trashumancia., porque por el centro del pueblo atraviesa la Cañada Real, por donde pasaban y aún pasan los animales. En este pueblo estaba establecido el cobro de tributos, que se cobraba por el paso del ganado por dicha cañada. Este pueblo fue anexionado a Arenas en 1846. Actualmente somos un anejo de Arenas de San Pedro.
Es un pueblo de paso lo que genera gran movimiento al pueblo que le hace estar vivo, con inquietud... En la actualidad contamos con tres asociaciones que influyen en la vida del pueblo, promueven excursiones, cursos, semanas culturales...y aportan un lazo de unión entre los vecinos. Generalmente es la Asociación Ferrerías de Ávila la que se ocupa de organizar actividades para el pueblo en general, ya que las otras asociaciones son: el AMPA (Asociación de madres y padres de alumnos) y Cañada Real (personas mayores). Este pueblo cuenta con unas cuevas de estalactitas y estalagmitas cerro del águila, que avivan la vida del pueblo.
La población de Ramacastañas es variada en cuanto a la edad, aunque predominan las familias jóvenes. El sustento familiar lo suele aporta el varón, aunque la incorporación de la mujer al mundo laboral es paulatino.
El pueblo no pierde sus raíces gracias a las tradiciones, que actúan como transmisor de los valores, de unas generaciones a otras. Cada una de las costumbres de este pueblo están cargados de valores heredados, pero a la vez sentidos.
Una tradición con la que nos sentimos fuertemente identificados los Ramacastañeros es con nuestro patrón San Sebastián. Las fiestas comienzan el 19 de Enero, aunque el día de San Antón, es costumbre que los niños en edad escolar recorran las calles de nuestro pueblo pidiendo limosnas para San Antón, los niños llevan esquilillas que con ese sonido particular avisan de su presencia y de que un año más San Antón, pide para donar a San Sebastián todo lo recolectado. Antiguamente los donativos eran exclusivamente productos típicos de la matanza.
Las fiestas se endulzan con las recetas que copiamos de nuestras madres heredaras a su vez de nuestras abuelas. Antiguamente esta labor era exclusiva de mujeres. El típico dulce de San Sebastián. es la perrunilla, aunque a la perrunilla le acompaña el mantecado, la magdalena y la pasta. Generalmente las masas se hacen en casa, con la manteca del cerco, de la típica matanza que se elabora en casa y en el horno del pueblo se cuecen estos dulces, creando un aroma en el pueblo que actúa como pregonero de que las fiestas están próximas. El valor de estos dulces es de ofrecer, compartir con los forasteros, ya que somos un pueblo que acoge a los visitante como uno más.
La hoguera de S. S. se hace con leña de encina, por lo que los quintos, unos día antes del 20 de Enero, recorren las fincas del pueblo pidiendo encinas para hacer la hoguera del Santo.
Una tradición ancestral y aún viva, es la recogida de la hoguera. La hoguera representa la muerte de S.S. que fue atado a un tronco de encina y lo acribillaron con lanzas. El lugar establecido de la hoguera en este pueblo es el Llano, el centro del pueblo. Antiguamente se recogía con carros tirados con caballerías, los utensilios eran rudimentarios y era exclusivo de los mozos del pueblo. Actualmente aunque el sentimiento es el mismo, las nuevas técnicas influyen en el trabajo pero no en el sentimiento heredado. Estas costumbres se van adaptando al paso de los años, así en esta recogida de la hoguera la incorporación de la mujer a esta costumbre fortalecen las relaciones entre diferentes generaciones y sexos. También acuden los niños que dan un ambiente fresco y son los que aseguran que las tradiciones no se pierdan porque lo viven desde pequeños. Las relaciones se consolidan alrededor de una lumbre que se hace en el campo para compartir la comida, dando rienda suelta a las historia pasadas, así se transmite la cultura popular.
A la caída del sol, los quintos son los encargados de prender la hoguera, en la que se anuncia el inicio de las fiestas y donde se ven recompensados los esfuerzos realizados durante este día. Antiguamente este momento era amenizado por la gaitilla. En la actualidad el baile aunque se inicia más tarde, es un lugar de encuentro, ya que somos gentes alegres, abiertas...
El día grande es el 20 de Enero, día de San Sebastián. Se celebra la misa en honor al Santo, los miembros de este pueblo acudimos a esta celebración para honrar a S.S. lo hacemos con devoción, ya que consideramos que S.S. es nuestro guía, apoyo, protector...después de una misa solemne, se bendicen los bollos, seguidamente se celebra la procesión en la que veneramos por el campillo, cantando el himno, al Santo, en cuyas estrofas se refleja la vida del Santo y las tradiciones más importante que acompañan estas fiestas. Después de la procesión, subasta de banzos ( los fieles pujan por promesas, por devoción, para dar gracias...), esta tradición se realiza en el campillo, y es muy particular, porque al conocernos todos los vecinos, en la puja suelen picarse los fieles para intentar aumentar el valor del banzo. Una vez subastados los banzos, los nuevos Mayordomos en procesión dan otra vuelta al Santo por el campillo cantando todos el Himno y estos colocan al santo en el altar. Estos mayordomos serán los encargados de sacar al Santo al año siguiente y en procesión le darán la primera vuelta por el campillo. De la recolecta del día de S. Antón, se preparan cestas con los productos donados para subastar al mayor postor.
La costumbre más destacada de S.S. es el reparto de bollos por parte de los Mayordomos. Los bollos son de pan pero con anises. Estos bollos son encargados y repartidos por los Mayordomos a todos los miembros presentes, generalmente esta costumbre se celebra con alboroto. El ritual que acompaña al bollo, es rezar un Padre Nuestro en el primer bocado del bollo.
Normalmente este día, por la tarde se desarrollan actividades culturales como teatro, actuaciones musicales... se crean actividades para niños, para que ellos también participen, disfruten, se impliquen en las fiestas, ya que serán los difusores del mañana.
Al ser el día grande los vecinos acudimos al baile, que nos acompaña un día más hasta altas horas. Así los asistentes al baile manifestamos nuestro satisfacción y alegría, de un año más, celebrar con gozo estas fiestas.
El día 21 de Enero es el día de San Sebastianillo, antiguamente este día no se celebraba, pero viendo la gente del pueblo las necesidades de la parroquia, decidieron celebrar un día más de misa y se subastan banzos. En este día los niños vuelven a disfrutar de juegos, hay que mimarlos, ¡ porque son el futuro!.
Por la noche el baile, que se caracteriza por el baile de la escoba, al son de pasodobles vamos cambiando de pareja pasando la escoba de unas personas a otras. Esto hace que el baile actúe como lugar donde se transmiten valores de respeto, de tolerancia... donde perfectamente nos relacionamos, los adultos con los niños, los ancianos con los jóvenes. En este baile participamos todos sin distinción de edades, procedencia... ¡intentamos implicar y hacer entender este baile a los visitantes! que vienen a disfrutar de nuestras fiestas. Así se establecen relaciones y vínculos duraderos, entre diferentes generaciones.
Hoguera: consideramos que eres el eje de nuestras fiestas, porque actúas como lugar de encuentro, de reunión, en los días y noches frías del mes de Enero. Tus llamas avivan el recuerdo, la nostalgia ... pero a la vez la alegría de sentirte un año más.
Otras tradiciones que nos identifican y que consideramos importantes de exponer para dar a conocer nuestro pueblo, son los Carnavales. Se celebran cada año y los protagonistas son los niños y adultos que les acompañan. Es costumbre que se recorran las calles del pueblo. Durante este recorrido los vecinos regalan a los niños huevos, chorizos, dinero... con todo lo recolectado se les hace a los niños una fiesta. Así se celebran los carnavales de este lugar.
El domingo de resurrección se celebra el hornazo. En este día se sale al campo, llevando de comida el hornazo y la torta, comidas que se suelen compartir entre los amigos. El valor que identifica a esta costumbre es que los niños intentan, hacerse más independientes saliendo a celebrar este día con sus amigos.
La luminaria. Es costumbre que en cada barrio se amontonen ramos de tomillo cortados por los vecinos y a la caída del sol se prendan, quedando el pueblo envuelto en aromático olor. Este tomillo es símbolo de purificación. Las luminarias son saltadas a la vez que se va diciendo: Tomillo salsero que salga lo malo y que entre lo bueno. Es un acto de encuentro entre los vecinos. Aprovechamos la ocasión para sacar los instrumentos y cantar canciones típicas del pueblo, como jotas...
La noche de San Juan 23 de Junio, salen por las calles a altas horas de la madrugada pintando en las puertas con barro rojo, poniendo apodos o dibujando lo que identifica a esa familia. Los pintores son anónimos.
La semana cultural se celebra en Agosto para intentar que los veraneantes también participen en las actividades que se promueven desde la Asociación sociocultural Ferrerías de Ávila. Se celebran actividades tanto para adulto como para niños.
Antiguamente muestra patrona era Nª Sra. de los Remedios, que tenía su ermíta en la parte alta del pueblo, orientada hacia la iglesia (actualmente es una casa del pueblo). Se celebraba el día 8 de Septiembre. Esta fiesta dejó de celebrarse y los ramacastañeros sintiendo la necesidad de tener una patrona hace aproximadamente unos 60 años se hizo una colecta y se compro la estatua de la actual virgen quedando establecida como patrona de Ramacastañas.
La Virgen del Rosario, nuestra Patrona. Se celebra el primer domingo de Octubre, durante tres día. Aunque tiene menos rituales que San Sebastián no por ello es menos importante. Este día se celebra la misa en honor a la Virgen. La procesión se realiza por el pueblo cantando canciones propias de la Virgen. Después se subastan los banzos y estos nuevos Mayordomos, en procesión son los encargados de dar una vuelta a la virgen por el campillo. Estos Mayordomos son los encargados de sacar a la Virgen al año siguiente en procesión por el pueblo. Para los niños el lunes, se programan actividades, haciendo así constatar el interés de este pueblo por los niños.
El día 1 de noviembre las castañas es costumbre salir al campo con los amigos o familiares a comer. Es la castaña la escusa, para aprovechar este día y compartir con los demás. Este día también lo aprovechan los niños para independizarse de los padres, ya que este día los más jóvenes quedan con sus amigos para comer en el campo, igual que día del hornazo.
De las Navidades podemos destacar que las calles se alegran con el sonido de los panderos, los almireces, la botella, las panderetas... que los vecinos hacen sonar para anunciarnos que un año más las Navidades llegaron y con ellas las ganas de festejarlas.
Los niños el día 25 de Diciembre salen por todo el pueblo pidiendo el aguinaldo, salen por grupos. A estos se les da dinero y es repartido entre todos los que han participado en la pedida del mismo.
El día 5 de Enero se celebra la cabalgata, en la que participan vecinos para alegrar la noche a los niños. Los reyes vienen montados en los caballos, acompañados por pajes y carros tirados por burros para repartir los regalos a los niños.
Para concluir, consideramos que estas tradiciones forman parte de nuestra vida y así como a nosotros se nos transmitieron unas costumbres cargadas de valores, intentaremos transmitírselas a nuestras generaciones futuras, asegurando así la existencia de una forma de vida. En definitiva una cultura.
miércoles, 28 de abril de 2004 a las 0:00
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