Historia
Prehistoria Los primeros asentamientos humanos de Alcolea de Tajo se encuentran situados en el paraje denominado Puente Pinos. Allí existió un asentamiento del Paleolítico inferior, de entre 150.000 a 350.000 años de antigüedad. Estudios recientes confirman la existencia de la desembocadura de un arroyo, que desembocaba en el río Tajo, con el siguiente estudio geológico: compuesto de 3 capas el sub-suelo. 1ª capa, de tierra calcárea, con materiales orgánicos descompuestos (humus). 2ª capa, arena de arroyo y rio poco sedimentada. Dadas la calcificación de las piedras, el agua era de gran pureza y potable. 3ª capa, de nivel arqueológico, con grava sedimentada del río y piezas del asentamiento humano (Edad de Piedra). En el Cerro de la Mesa se ha descubierto un castro celtibérico de la Edad del Hierro habitado por los vettones, uno de los pueblos prerromanos de la Península Ibérica. Su antigüedad es de los siglos VI y V ad C. Durante las diferentes campañas de excavaciones realizadas en el yacimiento, se ha descubierto cerámica indígena, de los tipos "Bruñida" y "Roja" con elementos decorativos de tipo vino, y de cerámica ática de importación.
Período romano En su jurisdicción nos encontramos con varias villae o villas romanas de los siglos III y IV. También son de interés varios asentamientos visigodos que suelen situarse en asentamientos de época del Bajo Imperio con sus respectivas necrópolis, algunas de ellas en perfecto estado y otras, expoliadas de época. Han sido descubiertos igualmente unos berracos vettones probablemente del siglo III adC que se encuentran desplazados de su lugar originario (el Cerro de la Mesa), hasta la finca "El Bercial de los Frailes".
Dominio árabe El asentamiento originario de la ubicación actual del municipio fue fundado por poblaciones árabes que se establecieron de forma permanente en un cerro situado en lo que actualmente se identifica con el Cerro Sebastián. El lugar elegido para el asentamiento permanente fue conocido en la Edad Media como el "Barranco de Alcolea". Estas "familias" pertenecían a las invasiones que probablemente llevaron a cabo los almohades en los siglos X y XI. De esta época data la fortificación almohade llamada "Ciudad de Vascos", situada a 20 km de Alcolea de Tajo, dentro del término municipal de Navalmoralejo. En el "Cerro Sebastián" se ha descubierto una fortificación o fortaleza, de cuya existencia derivaría el nombre del municipio, que sirvió a sus pobladores como bastión avanzado para controlar una gran extensión de terreno que permitía divisar todo el Campo del Arañuelo hasta la Sierra de Gredos.
Reconquista A partir del siglo XI el Cerro Sebastián ha sido habitado permanentemente hasta nuestros días, de tal forma que a lo largo de los siglos la necesidad de expandirse ha configurado su actual aspecto urbano, típico de los pueblos jareños de la zona. Tras la conquista de la zona en el siglo XI, Alfonso VI entregó la población en 1085 a la Iglesia de Toledo (ciudad conquistada por la misma época), denominándose por entonces Alcolea de Talavera. Durante el Reinado de Juan I, el arzobispo de Toledo Pedro Tenorio, señor de la villa de Alcolea, solicitó del Rey el privilegio de franqueza para una pequeña parte de Alcolea, lugar en el que ordenó que se le construyese un palacio a las orillas del río Tajo. Uno de los mayores problemas que sufrieron los pobladores medievales de Alcolea se generaba con las crecidas de dicho río, impidiendo el paso al otro lado de la orilla y de esa forma provocando una imposibilidad de llevar a cabo el tránsito de víveres y mercancías. El Arzobispo de Toledo Pedro Tenorio ordenó la construcción de un puente de piedra (el Puente del Arzobispo), que es el que ha dado nombre a esa pequeña parte de Alcolea que se escindió definitivamente de su jurisdicción, El Puente del Arzobispo, municipio que entre otras curiosidades, es el que menor jurisdicción tiene en toda la Península Ibérica. Juan I quedó tan satisfecho de los trabajos que concedió, el 14 de marzo de 1390, privilegio de franqueza a todos los que poblaran Villafranca (actualmente El Puente del Arzobispo) y Alcolea, en cuyo municipio se construía el puente. En recuerdo de los antiguos pobladores medievales, todavía encontramos topónimos que nos recuerdan estas migraciones, como "El Barrio de Triana" en las inmediaciones de este cerro, que fue habitado por sevillanos que poblaron estas tierras en el siglo XIII. En este cerro se han encontrado restos cerámicos de los siglos XIII, XIV, XV y XVI.
viernes, 30 de mayo de 2008 a las 12:57
Enviado por anónimo
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