Hermoso Valle por Ángeles Garrido Garrido
Hermoso valle, hermosa pradera hermoso arroyo con las cristalinas aguas que lleva hermosas las florecillas de la pradera.
Hermosas las zarzas enredadas en las choperas con sus racimos de zarzamoras negras.
Hermosos pajarillos que trinan en la alameda. Hermosos los niños que juegan a la gallinita ciega. Hermoso el sol que calienta y da vida a la verde hierba.
Hermosas las noches con la luna y las estrellas vistas desde el valle vistas desde la pradera. Hermoso mi pueblo Beas de Granada enclavado en este valle y esta pradera.
Ángeles Garrido Garrido
Enviado por ma.
domingo, 22 de febrero de 2009 a las 18:11
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Frágil Mujer por Ángeles Garrido Garrido
¡Mujer! Que cruzas calles y plazas, silenciosa y callada, de moza, azucena blanca de fuerte aroma, aroma que embriaga; de casada, ejemplo familiar, "templo" para tu marido, "templo" para el descansar, "claustro" para tus hijos, que en él se formarán, se formaron de una molécula microscópica, y de ella nacerá una criatura llena de ternura como un ángel celestial es hermoso pensar que en una FRÁGIL mujer ponga Dios un "ser" tan grande, tan misterioso, y al parecer tan normal.
¡Ahora! A esta mujer le espera a esta criatura cuidar la amantará, con su pechos con sus manos la tendrá limpia como las cristalinas aguas del manantial.
Irá día a día creciendo y con su boca la defenderá como loba brava y alocada, de lenguas envidiosas falsas y envenenadas.
Y así "esta" mujer esposa y madre, "cuidará" a esta criatura de Dios, de su marido, y de ella, con amor maternal.
"Ella" la mujer más FRÁGIL la más débil, pero la más fuerte en cumplir con su deber de esposa, y madre que Dios le da.
¡Ánimo FRÁGILES mujeres! ¡Somos FUERTES!
Ángeles Garrido Garrido
Enviado por ma.
domingo, 22 de febrero de 2009 a las 18:10
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Las cuatro estaciones por Ángeles Garrido Garrido
Ya viene el invierno con su cielo gris plateado, su bella escarcha fría, su blanca nieve, cayendo en grandes copos, en los campos, en los pueblos, en sus calles y en sus tejados.
Ya viene la primavera, lluviosa y de flores coronada, con su vestido verde, verde manzana. Con su chal de rosales trepadores, trepando por su espalda. Enjoyada con las perlas de rocío que caen por las mañanas. Ya viene la primavera lluviosa y de flores coronada.
Ya viene el verano con sus reflejos dorados de los rayos de sol, de los trigos sembrados. También dan sus reflejos dorados, los granos de estos trigos en las eras ya trilladas. estos trigos darán su blanca harina, con ella el blanco pan, donde quedara con nosotros Jesús Sacramentado. Ya viene el verano con sus reflejos dorados, de los rayos del sol, de los trigos sembrados
Ya viene el otoño, con su cielo nublado, con sus bellos colores amarillos, marrones y anaranjados, y ese viento que se va levantando, barriendo todo lo que se encuentra a su paso, llevándose las hojas secas que caen de los árboles ya adormilados. Ya viene el otoño, con su cielo nublado, con sus bellos colores, Amarillos, marrones y anaranjados.
Ángeles Garrido Garrido
Enviado por ma.
domingo, 22 de febrero de 2009 a las 18:07
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Poema para "Rosa" por Ángeles Garrido Garrido
Granada hecha de sol y nieve bañada por el mar, coronada por la Alhambra, y el Albaicín por collar eres preciosa y gitana como tu Sacromonte, eres la tercera más bonita de nuestro planeta, nuestras mujeres son esbeltas como el Mulhacén la torre de la vela calidad y serenos como tu mar.
Entre ellas tienes una Rosa que nos enamora cuando oímos su poderosa voz en el cantar. Canta "Rosa" canta, a tú Graná que esperándote está llena de orgullo y alegría de que seas "Rosa" de España y de Graná. Canta, canta "Rosa" canta a tu Graná que esperándote está.
Ángeles Garrido Garrido
Enviado por ma.
domingo, 22 de febrero de 2009 a las 18:04
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El Día del Libro por Ángeles Garrido Garrido
De todos tus compañeros de la generación del 27. Tú, Rafael Alberti, has sido el que más años, Dios te ha dejado estar, y tú mos has dejado un hermoso legado de sabiduría, para todos leer y recitar. Hasta el último día, tu mente brilló, estrellas y luceros salían de tu corazón, en tus hombros tenías la luna y el sol y en alas de mariposa escribías todo este resplandor.
Amabas al mar, el que mucha inspiración te dio, siendo marinero del barco, del barco de la ilusión.
Por tu deseo en el mar, para siempre quisiste descansar, y en sus olas meciéndote estás, sonriéndonos a todos, cuando nos oyes tus poesías recitar, saladas como el agua del mar.
Ángeles Garrido Garrido
Enviado por ma.
sábado, 21 de febrero de 2009 a las 18:04
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