La Luna y el Sol, por Ángeles Garrido Garrido
El Sol esta llorando con lágrimas de fuego que a la tierra quema, esta enamorado de la Luna y no puede verla, cuando el Sol va ella viene, cuando él viene ella va y no puede verla, no ve la Luna nueva, no ve la Luna creciente, no ve la Luna de cuarto menguante, no ve la, y el Sol llora y llora con lágrimas de fuego que a la tierra quema.
Ángeles Garrido Garrido
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viernes, 20 de marzo de 2009 a las 0:24
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Manos cortadas, por Ángeles Garrido Garrido
Me cortasteis mis manos, la derecha y la izquierda, me cortasteis mis manos esas manos que tanto bien hicieran me cortasteis mis manos, me fortalecisteis la lengua.
La lengua restaura mis manos y son felices; para poder hacer el bien que puedan.
No me cortes más mis manos ni la derecha, ni la izquierda que en ellas esta mi vida entera.
Ángeles Garrido Garrido
Enviado por ma.
viernes, 20 de marzo de 2009 a las 0:19
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Un 16 de enero, por Ángeles Garrido Garrido
Un 16 de enero del año 1.960 once meses después de una boda bonita, nació una estrella, una estrella muy pequeñita.
Esta estrella con mucho amor y mimo creció, luz propia tenía e ilumino mi alma todos los días de mi vida,
Un 9 de junio un lucero del cielo se escapo, una ventana abierta en mi hogar había por donde entro iluminando mi alma con todo el resplandor que tenía.
Tras estas dos fechas, una lluvia de estrellas y luceros en seis fechas distintas en mi hogar cayeron, caía uno por uno, una por una, estrellas y luceros quedaron en mi hogar con todo el resplandor que tenían.
Ángeles Garrido Garrido
Enviado por ma.
viernes, 20 de marzo de 2009 a las 0:09
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Pajarillos, por Ángeles Garrido Garrido
Pajarillos que voláis del secano al regadío buscando el agua fresca que corre por el río.
Vosotros volaréis, volaréis hasta encontrar el lugar para hacer vuestro nido en chopos o nogales, en zarzales o zarzalillos, donde pondréis vuestros huevos, y criaréis a vuestros pajarillos, y con el canto de todos deleitaréis nuestros sentidos.
Ángeles Garrido Garrido
Enviado por ma.
viernes, 20 de marzo de 2009 a las 0:05
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Canarias, por Ángeles Garrido Garrido
Tierra purificada por el dolor, que un día el fuego te causo, este dolor te sirvió para ser noble y buena, y aún te queda calor para acoger a quienes a ti llegan.
Yo, lejos aquí desde Granada te agradezco el calor, el cobijo que un día les diste a mis hijos a su llegada.
En ti nació mi primer nieto y el cordón umbilical de su cuello le quitaste, así vida le distes, por esto y por todo lo que a ellos hiciste te quiero y mi boca se endulza cuando de ti hablo.
Hermosas son las aguas de tus mares que al hervir quedaron purificadas como el sol. por ellas navegaran criaturas del mundo entero a quienes tú acogerás con amor y cariño materno.
Ángeles Garrido Garrido
Enviado por ma.
viernes, 20 de marzo de 2009 a las 0:02
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