JUAN DIAZ BALMONT
 Por fin regreso hoy de Valdepeñas, donde vive mi hija con su marido e hijos. Ningún colono podría pensar que un padre se sorprenda a mis 85 años de asistir a una esposición de su hija de pintura y molinos de viento manchegos, (en cerámica) y movimiento contínuo.
Espero, si me lo permiten, que en cada comentario que escriba a mi pueblo, la foto será en pintura y artesanía, histórica del Quijote.
Quiero dejar muy claro que yo nunca puedo renunciar al pueblo que me vió nacer. Otra cosa es el desconocimiento de cuantos viven en la Colonia. Pueden preguntar a personas mayores que en Fuente Palmera, desde los 14 años éramos 15 amigos de la misma edad los únicos músicos de cuerda que se hacía baile en el callejón de la morcilla en verano y en invierno en: Silillos, Peñaloza y la Ventilla. Siempre quedará em mi memoria las serenatas a los enamorados que tenían o pretendían chicas del pueblo y de los molinos. Ponían una botella de anis como pago, y no siempre nos quedabamos contentos. Recuerdo que en más de una ocación en el mes de enero
nos lanzaron en los molinos un cubo de agua y en otras ocaciones nos hacían una migas. No pongo los nombres de los 14 amigos que me dejaron y solo me encontraré con ellos cuando mis cenizas cubran el suelo del cementerio de Fuente Palmera.
Un abrazo para los hermanos colonos.
martes, 18 de octubre de 2011 a las 20:53
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Nadie es forastero en su tierra.
 Querido Juan.
Aunque te encuentres forastero en tu pueblo, quisiera que te acordaras del estupendo día que pasamos en Cordoba. Tú, tu Paquita, Eva y este que te escribe Paco.
Buscando tu casa en el barrio de Cañero, di con el hijo del amigo ese tuyo que pescábais ratas en el charco, seguro que fueron imnumerables veces que ese hombre contaría la anécdota a todos los del barrio y que aunque no te volvió a ver, seguro que te llevaria en su memoria siempre, como el hombre que se nos acercó mientras hablabamos y que era el niño que te limpiaba y repartía los zapatos que hacías tú 50 años atrás, o el único amigo que queda de aquella época en el barrio.
Córdoba ha cambiado mucho, pero no solo esta ciudad sino Fuente Palmera, Santiago de la Ribera, donde vives ahora, e incluso España. Nadie mejor que tu lo sabe, pero eso no quiere decir que la memoria se pierda y los recuerdos a las personas también.
Da un beso muy fuerte a tu entrañable Paquita de mi parte, otro a mi querida y amada Eva y recibe un fuerte abrazo de un amigo cordobés de nacimiento, Rableño de corazón y Montillano por obligación.
Hasta muy pronto amigo.
domingo, 02 de octubre de 2011 a las 14:39
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Juan Díaz Balmont
 Asi es, noticia: Córdoba para mi está completamente desconocida. Fueron 55 años los que han pasado sin ver a mi prima Josefa Martínez Reyes, de
Ochavillos del Río. Me recuerda cuando ella tenía 15 años y yo tenía 10.
Josefa era la que me alimentaba en el desván de la casa de su abuelo (El Empinado). Me recuerda que me cambio de nombre por otro primo en Valencia, llamado Rafael. En esta ocación, mi encuentro con mi prima Josefa fue aconpañado con un matrimonio de la Rambla con residencia en Santiago de la Ribera, muy cerca de mi casa. Mi prima Josefa los informó cuanto hicieron para que no me encontrará el Brigada de la Guardia Civil y ser fusilado con 10 años. En este encuentro me ha prometido que acompañada de su hija y su marido, que es del Villar, pronto los tendré en casa de vacaciones. Para mi ha sido una gran alegría abrazarla pasados 55 años, aunque nunca faltó mi llamada de teléfono.
Tenia idea de trasladarme a Fuente Palmera con mis amigos. Pero es triste pensar que de los 15 de mi cuadrilla quedo yo solo. Fueron en muchas ocaciones en las que me dirigí a mis compañeros jubilados de la Colonia, si sufrían en el matrimonio dolencias de reuma o artrosis, estarían en mi casa sin ninguna clase de interés para darse los barros del Mar Menor, de los que yo siempre los recordaré por mi esposa, que murió de la diabetes sin ninguna dolencia, a pesar que una caída en las escaleras mecánicas del aereopuerto de Barcelosa, sufrió un derrame cerebral y regresó de Barcelona en una silla de ruedas; fueron 10 años los que la cuide en la silla de ruedas sin ninguna dolencia.
Hoy con mi pareja alicantina me siento muy feliz, pero siempre recordadando que en mi Colonia me siento forastero sin amigos.
Un abrazo para mis hermanos colonos.
Juan Díaz
jueves, 29 de septiembre de 2011 a las 22:58
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JUAN DIAZ BALMONT
 La verdad es que un colono que vive en el lugar que ha nacido hasta los 20 años, que emigra, son muchos los recuerdos vividos y nunca olvidados.
Saray, como parienta en sangre con ese apellido Balmont; me gustaría que el familiar que más sepa de la Colonia hasta la emigración, me gustaría que lo publicaras en esta pagina.
Ahora quiero recordar la primera feria después de la guerra. Un 18 de agosto de 1941, siempre quedará en mi memoria las cunitas en el callejón del regadillo, con una lata grande de pimientos y dos cucharas era el instrumental que alegraba los corazones de los niños y no tan niños, yo tenía 14 años. Recuerdo que en los eucaliptos se corría en bici para pinchar las cintas, al mismo tiempo en la cantina en el mismo lugar amenizaba la fiesta una banda de música
de Fuente de Andalucía. Siempre quedará en mi memoria la carrera de bicicleta, Fuente Palmera a la Ventilla y retorno al cruce de la calle Portales. Yo tenía 14 años y trabajaba en la zapatería de Perico Merengue, en la calle Portales. Mi maestro Antonio Perico y Durán, me animan a que yo las corra con la bici de Durán y ganar la carrera. ¿Cómo?, el camino de la Ventilla era de piedras y arena, se coge pletina de los estancos y cada 5 centímetros una punta, de esta manera se ponen dos pletinas, una a la derecha y otra a la izquierda distanciadas a cuatro metros para yo saltearlas. Así fue y el personal que se encuentra del pueblo y de fuera me dicen que yo no me puedo comparar con las bicis de los traspelistas, ni con las bicis de carreras de Posadas y Palma del Río.
Yo les contesté que ganaría la carrera. Salimos cada uno con un número y en la Ventilla se encuentra Chirolo como autoridad municipal para firmar la llegada. Chirolo es también Balmont y me dice, !pariente! es posible lo que te firmo. Yo de regreso me encuentro los compañeros con la bicis al hombro. Era una gran alegría los aplausos, aunque yo no me paré porque temía lo que me esperaba y sin parar me encerre en casa de mi abuela sin salir hasta que pasó la feria. Fueron muchas las amenazas de los ciclistas de fuera, pues de Fuente Palmera fuí yo solo el campeón de los aplausos y de la paliza si me cogen los forasteros. Yo reconozco que los zapateros y los peluqueros les gustan; a los peluqueros poner motes. Los zapateros, diré que en la calle Portales se encuentra una gran posadas para transeúntes y ganado. Recuerdo que un día se forma una pelea en la posada y las mujeres gritaba !que salgan los zapateros mientras llegan los hombres!.
Saray, en otro día te contaré las raíces de mi primer amor en otra feria de Fuente Palmera.
Un abrazo de este tu pariente Balmont.
martes, 13 de septiembre de 2011 a las 13:36
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Lali Balmón Zamora
Buenas Juan/Saray.
Me alegro conoceros aunque sea a través de la red. Mi padre también era de La Herrería, de hecho el otro día estuve allí con mis hijos para que viesen el pueblo de su abuelo y tuve ocasión de hablar con algún familiar, mi padre era José Balmón hijo de José Mª Balmón y Francisca, eran 7 hermanos todos ello emigraron.
Juan, gracias por hablarnos de la historia de nuestro apellido.
Saray, lo que son las casualidades de la vida, mi sobrina (hija de mi hermano) se llama Saray Balmón también.
Mi dirección de correo electronico es ebalmon@apba.es por si me quereis enviar alguna información más.
Hasta pronto, un saludo.
lunes, 12 de septiembre de 2011 a las 22:04
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